Manuel Moix dimite como fiscal jefe Anticorrupci¨®n tras conocerse su sociedad en Panam¨¢

El fiscal jefe Anticorrupci¨®n, Manuel Moix, ha presentado su dimisi¨®n "por motivos personales" este jueves despu¨¦s de que se revelara que posee desde 2012 el 25% de una sociedad offshore en Panam¨¢, bajo la que se camufla la propiedad de un chal¨¦ en Collado-Villalba, que tanto ¨¦l como sus tres hermanos recibieron como herencia de sus padres, ha acabado forzando su dimisi¨®n.

El fiscal general del Estado, Jos¨¦ Manuel Maza, ha defendido en cualquier caso a Moix y ha alegado que "no ha existido en su comportamiento ning¨²n tipo de irregularidad ni ilegalidad". Tampoco considera que la participaci¨®n en una empresa en Panam¨¢ le haga incurrir a Moix en una incompatibilidad". "La Fiscal¨ªa es una instituci¨®n aut¨®noma", ha alegado Maza, quien considera que no se ha visto afectada por las actuaciones del jefe de Anticorrupci¨®n.

"No hab¨ªa motivos, ni existen, para el cese", ha a?adido Maza, que no ha admitido preguntas pero ha aprovechado para lanzar una referencia a los medios de comunicaci¨®n: "el argumento para la dimisi¨®n de un posible da?o a la imagen p¨²blica deber¨ªa ceder ante algo m¨¢s importante, que es el fondo de la instituci¨®n, la autonom¨ªa". Para Maza la fiscal¨ªa debe ser independiente "no solo del Gobierno, sino tambi¨¦n de todos los poderes del Estado y otras instituciones. Solo se debe al imperio de la ley y no debe ser influida por nada m¨¢s", ha concluido en alusi¨®n a los medios de comunicaci¨®n.

Moix tira la toalla despu¨¦s de recibir en los ¨²ltimos d¨ªas la frialdad del fiscal general Maza y del ministro de Justicia, Rafael Catal¨¢, que tendr¨¢n que comparecer en el Congreso de los Diputados para dar explicaciones sobre este esc¨¢ndalo que tratan de circunscribir a la esfera personal del dimitido. Tambi¨¦n ha sido clave en su renuncia que todas las asociaciones de la carrera fiscal, incluida la conservadora y mayoritaria Asociaci¨®n de Fiscales, que le apoy¨® en su nombramiento, hubieran reclamado su salida del cargo.

La renuncia de Moix, colocado en una situaci¨®n insostenible ¨Ccon los partidos de la oposici¨®n y las principales asociaciones de la carrera fiscal exigiendo su cese- culmina una trayectoria en Anticorrupci¨®n marcada por la pol¨¦mica. Su nombramiento, el pasado 22 de febrero, fue ampliamente discutido por dos motivos principales. El primero, de car¨¢cter t¨¦cnico, por el hecho de no haber pertenecido a la plantilla de Anticorrupci¨®n, una fiscal¨ªa especializada con cierto esp¨ªritu de cuerpo. La segunda raz¨®n es pol¨ªtica: Moix, anterior fiscal superior de Madrid, fue considerado desde el inicio un ariete del Gobierno para controlar una fiscal¨ªa que investiga causas que afectan al PP, como los casos G¨¹rtel, P¨²nica y, en los ¨²ltimos meses, Lezo.

Precisamente, la investigaci¨®n centrada en el expresidente madrile?o Ignacio Gonz¨¢lez, cuyo inicio coincidi¨® con el estreno de su mandato, le situ¨® en el ojo del hurac¨¢n. En las grabaciones ordenadas por el juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco se escuchaba a Gonz¨¢lez felicitarse, en conversaci¨®n con el exministro Eduardo Zaplana, de la futura designaci¨®n de Moix al frente de Anticorrupci¨®n. ¡°Ser¨ªa cojonudo. Es un t¨ªo bueno y serio¡±, se escuchaba decir al expresidente madrile?o, ahora en la c¨¢rcel, sobre ¨¦l. El fiscal general del Estado, Jos¨¦ Manuel Maza, fue alertado por las asociaciones fiscales de la existencia de esta grabaci¨®n, pero aun as¨ª sigui¨® adelante con el prop¨®sito que tra¨ªa marcado de colocar a Moix al frente de Anticorrupci¨®n.

Su desembarco en la fiscal¨ªa, donde ha durado apenas 87 d¨ªas, fue turbulento. La v¨ªspera de que la Guardia Civil desplegara la operaci¨®n Lezo Moix orden¨® a los fiscales del caso, Carlos Y¨¢?ez y Carmen Garc¨ªa Cerd¨¢, que no solicitaran al juez el registro de una sociedad vinculada a delitos supuestamente cometidos en el entorno del Canal de Isabel II en el a?o 2001, ¨¦poca en la que Alberto Ruiz-Gallard¨®n presid¨ªa la Comunidad de Madrid. Los fiscales recurrieron a una medida prevista en su estatuto org¨¢nico, pero absolutamente excepcional: forzar una junta de fiscales anticorrupci¨®n, que por mayor¨ªa aplastante se opuso a la orden de Moix. Este dio marcha atr¨¢s, pero a cambio impuso a los fiscales que no acusaran a la trama de un delito de organizaci¨®n criminal, y en los d¨ªas siguientes se empe?¨®, sin conseguirlo, en sacar al fiscal Y¨¢?ez de su fiscal¨ªa.

El segundo gran conflicto lo tuvo cuando trat¨® de retirar a los fiscales Jos¨¦ Grinda, Fernando Bermejo de la investigaci¨®n del caso del 3%, que se sigue en un juzgado de El Vendrell (Tarragona). Esta decisi¨®n fue llevada por los afectados al Consejo Fiscal, y ante la pol¨¦mica, el fiscal general Maza opt¨® por paralizarla de manera cautelar.

La bronca en Anticorrupci¨®n se agrav¨® el 10 de mayo despu¨¦s de que Moix desautorizara a los fiscales del caso Lezo, que en uno de sus escritos al juez Velasco, apuntaron al secretario de Estado de Seguridad y n¨²mero dos de Interior, Jos¨¦ Antonio Nieto, de estar detr¨¢s del chivatazo que alert¨® a Ignacio Gonz¨¢lez de que estaba siendo investigado por diversos delitos de corrupci¨®n, lo que llev¨® a este a adoptar medidas extremas de seguridad y al juez Velasco a ordenar que se colocara un micr¨®fono en su despacho.