Me siguen muertos
Una comunidad virtual gestiona las cuentas de quienes quieren que su voz siga viva cuando ya han fallecido
¡°Cada cosa que hacemos en el ciberespacio permanece para siempre, incluso cuando ya hemos fallecido¡±. Lo dice Jorge Henrique, inventor de una particular forma de inmortalidad digital. Fascinado por la inteligencia artificial desde que en los ochenta se puso delante de su primer Spectrum, inspirado por las novelas de ciencia ficci¨®n de William Gibson y por el universo alternativo de Matrix, este portugu¨¦s decidi¨® que Internet era el lugar adecuado para garantizar la eternidad. Y as¨ª surgi¨® Eter9, una comunidad virtual a la que se suman quienes quieren que su voz siga viva cuando ellos ya han muerto. Tiene ya m¨¢s de 50.000 usuarios en todo el mundo y un potente sistema inform¨¢tico que analiza sus acciones en las redes sociales para reproducirlas cuando ellos ya no est¨¦n.
El sistema eval¨²a el comportamiento en Internet. Recopila, colecciona, archiva y crea un doble virtual para la posteridad. Lo llaman counterpart. ¡°Los usuarios pueden decidir el nivel de autonom¨ªa de su counterpart¡±, explica Henrique. ¡°Pero no se tienen que preocupar de dise?ar el contenido que se utilizar¨¢ p¨®stumamente, porque el sistema aprende de cada una de sus acciones y con ellas crea autom¨¢ticamente esta identidad digital¡±.
Jorge Henrique es un visionario convencido de que la tecnolog¨ªa cambiar¨¢ nuestra muerte igual que cambia nuestra vida. Pero no es el ¨²nico que explora lo que los ordenadores pueden hacer por nosotros cuando ya no podamos teclear. Algunas funerarias ofrecen ya estos servicios post m¨®rtem. Es el caso de M¨¦mora: organizan funerales personalizados, convierten el cabello del fallecido en un diamante o dise?an joyas con sus huellas dactilares. Tambi¨¦n se ocupan de nuestra legado en la red. ¡°Realizamos una b¨²squeda en todo el ¨¢mbito no privado de Internet, recopilamos todo el material p¨²blico que haya dejado el difunto y se lo entregamos a las familias. Tambi¨¦n ofrecemos la posibilidad de activar un memorial digital para que la familia y los amigos puedan compartir esa informaci¨®n¡±. Fernando S¨¢nchez, director de Marketing y Comunicaci¨®n de M¨¦mora, explica que el memorial es una especie blog donde familiares y amigos pueden a?adir sus recuerdos y sus condolencias. Como esa pel¨ªcula de la vida que supuestamente nos espera en el ¨²ltimo momento, pero al alcance de nuestros seres queridos.
Las funerarias van entrando tambi¨¦n poco a poco en delicado asunto de dar de baja los perfiles de las redes sociales. Fernando S¨¢nchez reconoce que la gesti¨®n, aunque relativamente sencilla, no es f¨¢cil para las familias. Por eso algunos ni siquiera se lo plantean y en comunidades como Twitter a veces nos sobrecoge cruzarnos con personas que ya no est¨¢n vivas. Sus pensamientos en 140 caracteres se quedan congelados bajo el ep¨ªgrafe de ¡°te sigue¡±, en un presente continuo que solo es cierto en la red.
Los m¨¢s precavidos se ocupan de dejar testamentos digitales. Javier Prenafeta es abogado en un despacho especializado en tecnolog¨ªas de la informaci¨®n. Redact¨® un documento para un cliente preocupado por lo que pasar¨ªa con sus cuentas cuando ya no estuviera. ¡°Lo hicimos ante notario y qued¨® muy contento. Digamos que habr¨ªa dos testamentos para no comprometer las contrase?as ni el lugar donde est¨¢n los archivos¡±. As¨ª se asegura que en la lectura de las ¨²ltimas voluntades no se revelen los datos que solo puede conocer una persona designada por el fallecido. ¡°Podr¨ªa considerarse un albacea digital¡±, una figura que est¨¢ estudi¨¢ndose legalmente en Catalu?a. Aunque todav¨ªa son muy pocos los ciudadanos que recurren a ella, seg¨²n Javier Prenafeta se ir¨¢ imponiendo como algo normal. ¡°Los m¨¢s j¨®venes, que son los que tienen m¨¢s perfiles sociales, cuando crezcan dispondr¨¢n de estas cosas¡±.
¡°Nuestro mundo es cada vez m¨¢s y m¨¢s tecnol¨®gico. El m¨¢s all¨¢ digital es inevitable¡± apunta Jorge Henrique, que acaba la conversaci¨®n con una frase de Gladiator, la pel¨ªcula de Ridley Scott: ¡°lo que hacemos en la vida tiene su eco en la eternidad¡±. Tambi¨¦n en la eternidad digital.
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