?Se secar¨¢ el Ebro?
Que el r¨ªo m¨¢s caudaloso de Espa?a se quedara sin agua ser¨ªa un hecho ins¨®lito que no lleg¨® a ocurrir durante el siglo pasado
Los periodos de sequ¨ªa en Espa?a no son un fen¨®meno extra?o. Con mucha probabilidad, ser¨¢n cada vez m¨¢s frecuentes si se cumplen las nefastas previsiones del cambio clim¨¢tico. La escasez de agua ya estuvo muy presente el siglo pasado en la Pen¨ªnsula ib¨¦rica, especialmente en los a?os 40, 50, 80 y 90.
Espa?a, debido a su situaci¨®n geogr¨¢fica y a la orograf¨ªa de su territorio, est¨¢ sometida a periodos secos que afectan gravemente a las cuencas de los grandes r¨ªos. Las conferencias hidrogr¨¢ficas son las encargadas de la gesti¨®n de agua de cada cuenca, controlando los embalses que permiten regular los caudales de muchos de los r¨ªos.
En el caso de la cuenca del Ebro, los cambios en el aporte de agua son debidos a las distintas variaciones que se producen en tres zonas de climas distintos: la zona del valle, las ¨¢reas lim¨ªtrofes con este y la zona pirenaica. Una de ellas, la regi¨®n media del valle del Ebro es una de las m¨¢s secas de Europa, azotada por un gran n¨²mero de sequ¨ªas. Adem¨¢s, debido a los cambios en el clima, los periodos secos en esta zona son m¨¢s intensos y frecuentes desde mediados del siglo XX.
Para poder determinar si el Ebro puede estar sufriendo una nueva sequ¨ªa, se establece una comparaci¨®n con un patr¨®n de lluvias durante un periodo de 30 a?os. Esto permite determinar si las lluvias se est¨¢n comportando de forma por debajo de lo habitual, lo que indicar¨ªa un periodo anormalmente seco. En los ¨²ltimos 12 meses gran parte de la mitad norte de la Pen¨ªnsula est¨¢ afectada por la falta de lluvias, lo que influye en los caudales de los r¨ªos, embalses y acu¨ªferos. Durante el ¨²ltimo mes, este fen¨®meno an¨®malo es incluso m¨¢s intenso afectando a la humedad del suelo y a los cultivos.
Este comportamiento de la precipitaci¨®n, con valores por debajo de lo normal, ha influido de forma negativa al agua embalsada en la demarcaci¨®n Hidrogr¨¢fica del Ebro. El embalse del Ebro (Cantabria) tiene la mitad del volumen que el almacenado hace un a?o, seg¨²n el ¨²ltimo informe de la Confederaci¨®n Hidrogr¨¢fica. El de Pajares (La Rioja) y el de Las Torcas (Zaragoza) rondan el 60% menos que el a?o anterior. En cuanto a los sistemas de riego, su decrecimiento se aproxima al 40% en el Eje del Ebro, Najerilla, Iregua y Jal¨®n.
Si las lluvias no aparecen pronto por la mitad norte, la situaci¨®n en el Ebro puede llegar a ser cr¨ªtica. Pese a todo, su caudal est¨¢ regulado, por lo que parece dif¨ªcil que se seque.
?Meteorolog¨ªa o climatolog¨ªa?
Ambos t¨¦rminos tienen en com¨²n el estudio de los fen¨®menos atmosf¨¦ricos pero desde puntos de vista diferenciados, pese a que se usan indistintamente con frecuencia. La meteorolog¨ªa trata de conocer y predecir los meteoros asociados al tiempo atmosf¨¦rico. La climatolog¨ªa se encarga de establecer comportamientos meteorol¨®gicos representativos de un lugar y estudiar sus cambios en el pasado y de su evoluci¨®n en el futuro.
La climatolog¨ªa lleva a cabo tratamientos estad¨ªsticos de datos de car¨¢cter meteorol¨®gico para determinar su clima. De esta manera, el uso de la expresi¨®n climatolog¨ªa adversa para referirse al tiempo en un instante carece de sentido. De un modo correcto deber¨ªa usarse la expresi¨®n fen¨®meno meteorol¨®gico adverso o tiempo adverso.
Cuando hablamos de cambio clim¨¢tico nos estamos refiriendo a un cambio de los patrones meteorol¨®gicos promedio de una zona o de toda la atm¨®sfera terrestre. Por eso, todas las predicciones que hablan de anomal¨ªas o desviaciones respecto al clima actual no hacen referencia, por ejemplo, a si llover¨¢ un d¨ªa concreto.
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