S¨¢nchez arrebata votos a Podemos, crece Ciudadanos y baja el PP
El nuevo secretario general del PSOE ha logrado agitar el voto de izquierdas y revertir el trasvase de apoyos a la formaci¨®n de Pablo Iglesias
¡°Me siento muy pr¨®ximo a los votantes de Podemos¡±, dec¨ªa Pedro S¨¢nchez el pasado jueves. Y los votantes de Podemos se sienten muy pr¨®ximos a ¨¦l, seg¨²n la encuesta elaborada por Metroscopia para EL PA?S. El nuevo secretario general del PSOE ha logrado, al menos en las semanas de euforia posteriores a su victoria en las primarias, agitar el voto de izquierdas y revertir el trasvase de apoyos a la formaci¨®n de Pablo Iglesias. Un 10% de los que votaron a Iglesias lo har¨ªan hoy por S¨¢nchez. La mayor¨ªa de espa?oles (54%) aprecia su vuelta al liderazgo socialista y el partido consolida el segundo puesto detr¨¢s del PP.
Sea por el entusiasmo que ha conseguido despertar S¨¢nchez entre los votantes de izquierdas, o por la sensaci¨®n de que el PSOE ha salido ya de un largo periodo de incertidumbre en su liderazgo, las aguas han comenzado a removerse ligeramente. De celebrarse hoy unas elecciones generales, los socialistas obtendr¨ªan un respaldo del 22,8%, pr¨¢cticamente el mismo resultado que tuvieron el 26-J. Es una remontada de casi cinco puntos respecto al sondeo de Metroscopia de noviembre del a?o pasado, que coloc¨® al partido en su peor momento: tuvo entonces, en estimaci¨®n de voto, un apoyo del 17,9% y se situ¨® muy por detr¨¢s de Unidos Podemos, que logr¨® arrebatarle el segundo puesto.
El PSOE se consolidar¨ªa ahora con cierta comodidad como el principal partido de la oposici¨®n y su distancia respecto al m¨¢s votado, el PP, ser¨ªa de solo tres puntos.
S¨¢nchez quiso llevar al PSOE ¡ªas¨ª lo repet¨ªa durante su campa?a¡ª ¡°tan a la izquierda como estuvieran sus militantes y sus votantes¡± y la encuesta de Metroscopia revela la eficacia de esa estrategia, pero tambi¨¦n que junto a las luces se adivinan algunas sombras.
El centro se aleja
En el espectro ideol¨®gico de los votantes, que sit¨²a en el 0 a la extrema izquierda y en el 10 a la extrema derecha, la reserva principal de voto del PSOE se sit¨²a en el tramo del 0 al cuatro. Es decir, hoy el espacio de la izquierda ha aumentado su peso siete puntos porcentuales respecto a hace un a?o (56% frente al 49%), mientras que al espacio de centro le ha sucedido lo contrario (ha ca¨ªdo ocho puntos, del 41% al 33%). La victoria de S¨¢nchez en el proceso socialista de primarias ha tenido una buena acogida entre la mayor¨ªa de los electores: un 54% considera que se trata de algo bueno para el partido frente a un 38% que opina lo contrario. El an¨¢lisis al detalle de esa valoraci¨®n, partido a partido, es revelador. Los votantes del PSOE est¨¢n contentos con el resultado (78%), pero sorprendentemente ¡ªy en contra del sentimiento de la direcci¨®n¡ª a¨²n lo est¨¢n m¨¢s los de Podemos (81%). Justo a la inversa, la llegada del nuevo secretario general es vista como algo negativo entre el electorado de Ciudadanos (56%) y del PP (77%).
S¨¢nchez ha logrado con su reelecci¨®n un rearme moral de la izquierda. Un 10% de los votantes de Podemos asegura ahora que votar¨ªa al PSOE en unas elecciones generales. Y la fidelidad de los apoyos propiamente socialistas tambi¨¦n ha crecido, al disiparse la indecisi¨®n que provoc¨® durante meses la crisis interna. Hoy son un 67%, frente al 58% del pasado abril, los que vuelven a estar convencidos de su respaldo.
El problema est¨¢ en el otro lado, porque tambi¨¦n ha aumentado ¡ªaunque de momento es un incremento leve¡ª el n¨²mero de electores que optan por abandonar al PSOE y trasladar su voto a Ciudadanos (un 6% ahora frente a un 4% en el sondeo de abril). La formaci¨®n de Albert Rivera no ha abandonado su tendencia ascendente en el ¨²ltimo a?o y Metroscopia le otorga hoy una estimaci¨®n de voto (18,7%) con la que roza los talones a Podemos (19,2%) y amenaza con arrebatarle la tercera posici¨®n.
Si en noviembre, con las cifras del sondeo, la suma del PSOE y Podemos era de un 41%, hoy es del 42%. La relaci¨®n de fuerzas se ha dado la vuelta por completo, pero en t¨¦rminos absolutos la uni¨®n de ambos es pr¨¢cticamente la misma. El reto de S¨¢nchez, desde hoy, es complejo, casi contradictorio: c¨®mo seguir ara?ando votos a su izquierda y crecer a la vez hacia el centro sin que las estrategias para alcanzar uno y otro objetivo se anulen mutuamente. C¨®mo convencer a los votantes de Podemos de que el voto al PSOE es un voto a la izquierda y a los de centro de que es un voto ¨²til.
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