Jaque a la red del coronel que vend¨ªa armas a la extrema derecha
Un juzgado imputa al c¨ªrculo de colaboradores de un mando de la Guardia Civil que fue ¡®n¨²mero dos¡¯ de una organizaci¨®n criminal
La juez que indaga los manejos del coronel de la Guardia Civil Rodolfo Sanz S¨¢nchez, alias Rudolf, quiere desgranar el c¨ªrculo de colaboradores de este mando investigado por pertenecer a una red que abasteci¨® de armas al mercado negro internacional. Dirigentes ultras, como un candidato de Falange Espa?ola Independiente, tocaron a la puerta entre 2014 y 2015 de esta banda que almacenaba explosivos TNT y fusiles de asalto.
La titular del Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero dos de Alcal¨¢ de Henares (Madrid), Mar¨ªa Iglesias, ha imputado a nueve presuntos compinches de Rudolf. Entre los colaboradores de este coronel citados como investigados figura un cabo primero de la Guardia Civil destinado al Grupos de Reserva y Seguridad (GRS) de Le¨®n.
Otro de los imputados es el funcionario civil del Ministerio de Defensa Jos¨¦ Antonio O., el Vasco. Las pesquisas le vinculan con un plan urdido en enero de 2015 para transportar por carretera 11 millones de euros de procedencia desconocida. El vasco deb¨ªa custodiar presuntamente el bot¨ªn acompa?ado de ¡°dos hombres armados¡±.
La juez ha imputado a un cabo del instituto armado de Le¨®n por colaborar con la banda
Sanz, n¨²mero dos de la banda, tambi¨¦n se dedic¨® presuntamente a vender informaci¨®n confidencial. Kelvyn G., un ciudadano con antecedentes por narcotr¨¢fico, compr¨® al coronel datos reservados a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Y, por eso, deber¨¢ declarar como imputado el pr¨®ximo 11 de julio.
Desde su ¨²ltimo destino en Castilla-Le¨®n, el coronel Sanz, de 67 a?os, tambi¨¦n fich¨® para sus actividades al empresario de Benavente (Zamora) Ignacio M., que arrastra antecedentes por estafa y falsificaci¨®n de moneda y documentos. ¡°El coronel me ofreci¨® participar en un negocio de cobro de morosos. Me cit¨® en un hotel de Madrid para formarme¡±, explica este empresario que tambi¨¦n est¨¢ imputado.
Los documentos a los que ha tenido acceso este peri¨®dico, sin embargo, revelan que Ignacio M. particip¨® en conversaciones donde se hablaba de ¡°telepaliza¡± en alusi¨®n a los supuestos m¨¦todos violentos para cobrar deudas. La banda presum¨ªa adem¨¢s de tener 8.500 clientes con 450 millones pendientes de pago.
El grupo plane¨® el transporte ilegal de 11 millones de euros con un funcionario de Defensa
Entre los compradores imputados por adquirir armas se encuentra el constructor de Segovia Francisco H. El empresario desembols¨® 1.800 euros por una pistola que la red le entreg¨® en el interior de un coche en abril de 2015. La relaci¨®n de Francisco H. con el grupo del coronel se remontar¨ªa a 2011, cuando empez¨® a cartearse con la red para interesarse por el cat¨¢logo, seg¨²n la investigaci¨®n.
Asiduo a los homenajes a Francisco Franco y Jos¨¦ Antonio Primo de Rivera, Sanz fue detenido por sus compa?eros de la Guardia Civil en mayo de 2015. Tras pasar m¨¢s de nueve meses en prisi¨®n, est¨¢ en libertad a la espera de juicio. Un detective privado con pasado neonazi y un subteniente del Ej¨¦rcito de Tierra en la reserva aparecen entre la veintena de imputados en esta causa. Los implicados cometieron los presuntos delitos de extorsi¨®n, pertenencia a organizaci¨®n criminal, revelaci¨®n de informaci¨®n privilegiada y cohecho.
Investigacion@elpais.es
Un banquero ecuatoriano en el radar de ¡®Rudolf¡¯
La red del coronel de la Guardia Civil Rodolfo Sanz, Rudolf, investig¨® en Espa?a a un reputado empresario y banquero ecuatoriano. El objetivo: cobrar una presunta deuda. El grupo situ¨® en su radar al directivo a instancias del lugarteniente de la organizaci¨®n criminal, Jes¨²s de G., el Grande, un empresario con antecedentes por homicidio y amenazas.
El Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero dos de Alcal¨¢ de Henares (Madrid) ha citado en calidad de testigo a este banquero y a otras 28 v¨ªctimas m¨¢s.
Sanz facilit¨® supuestamente datos procedentes de las bases del instituto armado a empresarios dedicados al cobro de deudas por el sistema de ¡°telepaliza con b¨²lgaros¡±.
El coronel elaboraba informes sobre morosos, se los facilitaba a estos empresarios que pon¨ªan en marcha la maquinaria violenta de recuperaci¨®n de deudas.
Algunas de las v¨ªctimas de los cobradores denunciaron extorsiones en comisar¨ªa. Fue el caso de un ciudadano marroqu¨ª que declar¨® que un desconocido le advirti¨® de una agresi¨®n a su familia si no pagaba. O el de una mujer a la que le dijeron que le iban a ¡°romper las piernas¡± si no desembolsaba 1.800 euros pendientes.
La juez tambi¨¦n tomar¨¢ declaraci¨®n al responsable de la comunidad de propietarios de la calle Embajadores 199 de Madrid, donde Rudolf guardaba en un trastero en secreto 24 kilos de explosivo TNT y PG-2, 12.500 cartuchos, decenas de petardos de trilita y armas de guerra. El arsenal, proced¨ªa de la Guardia Civil. Y ten¨ªa potencia para hacer saltar por los aires el edificio.
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