Los ¨²ltimos proyeccionistas de cine
El 95,1% de las salas de cine en Espa?a ya se han digitalizado
Desde un peque?o ventanuco Jos¨¦ Manuel P¨¦rez de 61 a?os observa la luz que proyecta sobre una pantalla. Cada rato se levanta, y con el tacto y el mimo de un alfarero, cambia el rollo de la pel¨ªcula y lo guarda en su lata correspondiente. El ruido del celuloide girando le envuelve. P¨¦rez es proyeccionista en formato de 35 mil¨ªmetros desde hace 29 a?os en los cines Dor¨¦ de la Filmoteca Espa?ola de Madrid. Un oficio casi extinto en Espa?a donde el 95,1 % de las salas ya se han digitalizado, seg¨²n datos de la Federaci¨®n de Cines de Espa?a (FECE).
¡°Cuando bajo al patio de butacas me sorprende lo grande que es la pantalla¡±, cuenta P¨¦rez, acostumbrado a divisar las pel¨ªculas desde la cabina. Este artesano del cine es una enciclopedia insondable del s¨¦ptimo arte. Habla con soltura y pasi¨®n de pel¨ªculas antiguas y modernas; en cualquier caso irreconocibles para ne¨®fitos y desconocidas para la mayor¨ªa de cin¨¦filos. En su espacio presume de cl¨¢sicos en Blu-ray como La t¨ªa Tula o "joyas" en 35 mil¨ªmetros como Domingo de carnaval.
P¨¦rez quer¨ªa ser periodista y se top¨® con el oficio ¡°por casualidad¡±. En el a?o 88 pas¨® un examen de operador para entrar en la Filmoteca. Un a?o despu¨¦s abrieron los cines y en el 90 sacaron seis plazas para proyeccionistas. Casi tres d¨¦cadas despu¨¦s, sigue al pie del ca?¨®n. La filmoteca proyecta en los cines Dor¨¦ 800 pel¨ªculas al a?o con una media de 160 por espectadores por sesi¨®n. Aproximadamente la mitad de cintas se emiten en anal¨®gico, aunque la tendencia es el digital, se?alan desde el cine.
En el peque?o cuarto donde trabaja P¨¦rez hay un proyector anal¨®gico y uno digital. El primero fue adquirido en la inauguraci¨®n y el segundo en 2011, en plena reconversi¨®n de las salas de medio mundo. El digital es ¡°m¨¢s c¨®modo¡± ya que las pel¨ªculas llegan en discos duros que solo hay que conectar. El mantenimiento es m¨ªnimo: solo hay que limpiar los filtros de aire. El de 35 requiere del cuidado de la l¨¢mpara, los rodillos, los patines de la ventanilla (por donde reposa la pel¨ªcula al pasar) o el microobjetivo del sonido.
¡°En los cines de los pueblos no sab¨ªan lo que ten¨ªan ¨Cprosigue el proyeccionista-. La mayor¨ªa ten¨ªan rollos que se han ido degradando y han desaparecido¡±. De hecho, "aproximadamente", el 80 % del cine mudo espa?ol se ha perdido, seg¨²n Esteve Riambau, director de la Filmoteca de Catalu?a. "Sabemos lo que queda pero no lo que falta", se?ala Riambau, que se lamenta de que en los inicios no se catalogaba nada. El digital es "una tendencia" impulsada desde Estados Unidos con un fin industrial y cuyas grandes ventajas son "la difusi¨®n y la restauraci¨®n", pero cojea en la "conservaci¨®n".
De hecho, conservar una pel¨ªcula en formato digital es unas cinco veces m¨¢s caro que una anal¨®gica: 60 euros anuales frente a 300 y cada cinta ocupa unos tres Terabytes (3.000 GB). La Federaci¨®n Internacional de Archivos F¨ªlmicos recomienda que se conserven dos o tres copias en diferentes lugares. Las majors americanas ruedan en digital , pero generan una copia en 35 porque no hay pruebas contundentes de la fiabilidad de la conservaci¨®n digital.
En EE UU, la compa?¨ªa de fotograf¨ªa Kodak lleg¨® a un acuerdo hace dos a?os con los grandes estudios de cine -impulsado por varios cineastas- para que compren rollos de pel¨ªcula, independientemente de si los utilizan o no. En Espa?a casi nadie rueda ya en 35 mil¨ªmetros. "Si filmas en anal¨®gico tienes que llevar las bobinas al extranjero porque aqu¨ª no hay laboratorios; y eso encarece los costes", explica Riambau. Sin embargo, alquilar una c¨¢mara digital profesional como la Alexa XC supone unos 2.200 euros diarios mientras un equipo completo de 35 mil¨ªmetros como el Arri 435 cuesta 1.800 euros diarios.
Otro proceso por el que los costes est¨¢n casi igualados es es el de postproducci¨®n, donde una copia anal¨®gica oscila entre 800 y 1.000 euros, mientras que una digital asciende a 100 euros, seg¨²n Deluxe Spain, empresa dedicada en el sector. Sin embargo, el precio final de proyecci¨®n de una copia digital se ve encarecido por el Virtual Print Fee (canon de copia digital), que va de entre 500 y 700 euros. Una cuota que naci¨® cuando las salas se empezaron a digitalizar y que las distribuidoras abonan a los cines. "Es una cuesti¨®n de comodidad y de tendencia de la industria, pero -salvando los costes de log¨ªstica- los costes finales de una grabaci¨®n en digital o anal¨®gico, son similares", concluyen desde la distribuidora espa?ola V¨¦rtigo Films.
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