Do?ana, s¨ªmbolo de la resistencia
El parque de Do?ana ha estado amenazado desde sus or¨ªgenes: la agricultura descontrolada es la mayor preocupaci¨®n ahora
Do?ana no solo es un espacio natural protegido por la legislaci¨®n nacional y andaluza y reconocido por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad desde 1994. Tampoco es solo el humedal m¨¢s importante de Europa, por el que cada invierno pasan alrededor de medio mill¨®n de aves de 150 especies diferentes. Ni es solo el hogar de algunas emblem¨¢ticas especies en peligro como el ¨¢guila imperial y el lince ib¨¦rico, a las que los esfuerzos de las ¨²ltimas d¨¦cadas han conseguido salvar de la completa extinci¨®n. Do?ana es un s¨ªmbolo de la resistencia ante las amenazas.
Desde los or¨ªgenes de su protecci¨®n ¡ªque se remontan al 30 de diciembre de 1963¡ª ha tenido que defenderse del hombre. Porque Do?ana, a diferencia de otras grandes reservas naturales ubicadas en zonas despobladas, vive cercada por el ser humano y sus actividades.
Aquel 30 de diciembre de 1963 se cerr¨® la compra ¡ªcapitaneada por la organizaci¨®n ecologista WWF¡ª de m¨¢s de 6.700 hect¨¢reas del antiguo coto por 33 millones de las antiguas pesetas. Luego, se cedi¨® al CSIC y se cre¨® la Estaci¨®n Biol¨®gica de Do?ana. Y en 1969 la dictadura de Franco lo declar¨® parque nacional.
Aquella compra de los terrenos a varios propietarios se hizo ante la amenaza de la expansi¨®n de los arrozales, la plantaci¨®n de eucaliptos y alg¨²n proyecto tur¨ªstico. M¨¢s de medio siglo despu¨¦s, las amenazas siguen viniendo casi desde el mismo lugar. El uso descontrolado del agua ¡ªseg¨²n ha advertido en varias ocasiones la Unesco¡ª es una de las m¨¢s importantes.
Do?ana es agua, en forma de marismas y lagunas. Por eso es esa gran ¨¢rea de descanso invernal para tantas aves.
El espacio vive del agua superficial y tambi¨¦n de la subterr¨¢nea, que se guarda como en un dep¨®sito en el denominado acu¨ªfero 27. Pero el descontrol en el crecimiento de la agricultura desde los a?os ochenta del pasado siglo y de las captaciones ilegales de agua pone en peligro este espacio protegido.
La Junta de Andaluc¨ªa y el Gobierno han acordado un plan de acci¨®n ¡ªcon cierre de pozos y eliminaci¨®n de hect¨¢reas de cultivos¡ª tras a?os de inacci¨®n. Pero su aplicaci¨®n est¨¢ despertando las protestas del potente sector agr¨ªcola de la zona, una importante industria basada en los frutos rojos, como la fresa.
Ese plan de ordenaci¨®n de los usos del suelo y del agua se circunscribe a la llamada corona forestal de Do?ana. Y Moguer, el municipio onubense donde se inici¨® el s¨¢bado el fuego, forma parte de ese plan. Las llamas comenzaron junto a una zona de invernaderos y a unos cinco kil¨®metros del borde del espacio protegido.
Do?ana cuenta en este momento con 108.000 hect¨¢reas protegidas. Est¨¢n repartidas, casi a partes iguales, entre el llamado parque natural y el parque nacional, la zona de mayor protecci¨®n. Las llamas ayer ya hab¨ªan afectado al parque natural y los numerosos servicios de extinci¨®n desplazados a la zona luchaban para que el fuego no entrara en el parque nacional, el coraz¨®n de este s¨ªmbolo de la resistencia.
Golpe al programa del lince ib¨¦rico
Do?ana y el lince son casi inseparables. En el centro de cr¨ªa en cautividad de El Acebuche, ubicado en el espacio natural, arranc¨® el programa de recuperaci¨®n de esta especie a principios de siglo, cuando la situaci¨®n era dram¨¢tica. Y all¨ª naci¨® en 2005 la primera cr¨ªa en cautividad.
El domingo, cuando el fuego de Moguer estaba desatado, las llamas amenazaron a El Acebuche. Y lleg¨® la orden de desalojo. Los responsables del centro lograron capturar a 14 ejemplares (cinco cr¨ªas y nueve adultos) para evacuarlos. Pero no a otros 13 adultos. Como establece el protocolo, se abrieron las verjas del centro para que, en el caso de que llegara el fuego, estos 13 linces pudieran escapar.
El programa de cr¨ªa en cautividad confirm¨® la noche del domingo este relato. Y anunci¨® la muerte de una de las hembras que se hab¨ªa logrado atrapar y evacuar, "posiblemente por el estr¨¦s" que sufri¨® durante el traslado.
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