Estados Unidos mantiene su rechazo al independentismo catal¨¢n
El Gobierno de Trump contin¨²a la posici¨®n oficial a favor de una ¡°Espa?a fuerte y unida¡± y no entra en el debate del refer¨¦ndum. El soberanismo choca con la frialdad y el escepticismo
Carles Puigdemont participaba el pasado marzo en un encuentro con la comunidad catalana en Washington tras reunirse con tres congresistas estadounidenses y alguien le pregunt¨® si serv¨ªa de algo la b¨²squeda de complicidades del independentismo catal¨¢n en el Capitolio. ¡°Claro que ayuda¡±, respondi¨® convencido el presidente de la Generalitat. El episodio refleja la ofensiva del Govern en los ¨²ltimos meses para tratar de internacionalizar la causa secesionista. Pero tambi¨¦n exhibe sus l¨ªmites.
Pese a encontrar algunas simpat¨ªas de legisladores y las visitas frecuentes de altos cargos de la Generalitat, el independentismo ha chocado en Estados Unidos con el rechazo frontal del Gobierno norteamericano. Tambi¨¦n con la frialdad y el escepticismo de los c¨ªrculos pol¨ªticos y de pensamiento, que apenas han abordado una cuesti¨®n que perciben lejana y que parece preocupar poco.
Puigdemont y su predecesor, Artur Mas, han hablado en las universidades de Harvard y Columbia. El soberanismo se ha mirado en el espejo estadounidense por el origen secesionista de este pa¨ªs y la defensa del derecho a la autodeterminaci¨®n que hizo el expresidente Woodrow Wilson, aunque la Constituci¨®n no permite la secesi¨®n de un Estado. Sin embargo, desde su eclosi¨®n en 2012, el debate catal¨¢n casi no ha penetrado en las discusiones de los think tanks, los laboratorios de ideas de Washington que analizan la geopol¨ªtica internacional.
¡°Este es un asunto interno de Espa?a. Como hemos dicho consistentemente, apoyamos una Espa?a fuerte y unida¡±, responde Noel Clay, portavoz del Departamento de Estado, que recurre a la posici¨®n oficial de Washington al ser preguntado por la convocatoria de la Generalitat a un refer¨¦ndum de independencia el 1 de octubre y la negativa del Gobierno espa?ol a que se celebre.
La primera potencia mundial apoya a Espa?a, considerado un aliado cercano y clave, y no entra a valorar la autodeterminaci¨®n.
La opini¨®n de 'The New York Times'
S¨ª lo hizo el viernes el diario The New York Times, que solicit¨® a Espa?a en un editorial que negocie una ¡°soluci¨®n pol¨ªtica¡± con Catalu?a y se mostr¨® favorable a la celebraci¨®n de un refer¨¦ndum de independencia aunque defendi¨® el no a la secesi¨®n. ¡°El mejor resultado para Espa?a ser¨ªa permitir el refer¨¦ndum, y para los votantes catalanes rechazar la independencia, como han hecho los votantes en Quebec y Escocia. De lo contrario, la intransigencia de Madrid solo inflamar¨¢ las frustraciones catalanas¡±, escribi¨® el Times, el rotativo norteamericano que m¨¢s ha cubierto el contencioso catal¨¢n.
¡°Los estadounidenses no tienen una opini¨®n porque no saben qu¨¦ es Catalu?a. Los estadounidenses tienen muy poco conocimiento de geograf¨ªa y asuntos exteriores porque este es un pa¨ªs muy grande¡±, dice en una entrevista Arthur Brooks, presidente del American Enterprise Institute, el principal think tank conservador, y uno de los mayores conocedores del soberanismo en EE UU. ¡°No est¨¢ en las noticias. Es una cosa desconocida aqu¨ª pese a ser muy importante¡±, agrega el economista, que se reuni¨® en marzo con Puigdemont en Washington y recientemente con Mas en Barcelona.
¡°La gente no tiene opini¨®n aqu¨ª sobre este tema porque no conoce las cuestiones constitucionales de Espa?a. Hay un valor muy importante de los estadounidenses sobre la autodeterminaci¨®n. Cuando a una persona cualquiera le dices que hay un pa¨ªs que quiere ser independiente, normalmente los americanos dicen que bien, que est¨¢ muy bien, que es leg¨ªtimo, que tendr¨ªan que hacer el pa¨ªs que quieran. Pero no tienen opini¨®n sobre este tema espec¨ªficamente¡±, agrega Brooks, que vivi¨® en Barcelona y est¨¢ casado con una catalana.
El 15 de septiembre de 2015 supuso un punto de inflexi¨®n en la posici¨®n de la Administraci¨®n estadounidense respecto al proc¨¦s. Tras repetir durante tres a?os que era una cuesti¨®n dom¨¦stica que no iba a abordar, Washington agreg¨® la referencia a la unidad territorial. ¡°Estamos profundamente comprometidos en mantener una relaci¨®n con una Espa?a fuerte y unificada¡±, le dijo el entonces presidente Barack Obama al rey Felipe VI en la Casa Blanca.
Desde entonces, esa es la opini¨®n oficial. La frase, casi calcada a la que pronunci¨® el dem¨®crata Obama en 2014 sobre el refer¨¦ndum en Escocia, lleg¨® dos semanas antes de las elecciones en clave plebiscitaria que celebr¨® Catalu?a. Y fue un varapalo para el soberanismo, que poco antes hab¨ªa ganado un pulso a la diplomacia espa?ola al lograr que tres congresistas estadounidenses respaldaran p¨²blicamente el ¡°derecho a decidir¡± de los catalanes.
El Gobierno del republicano Donald Trump, que durante la campa?a electoral alab¨® el refer¨¦ndum del Brexit como una recuperaci¨®n de soberan¨ªa, ha mantenido su apoyo a Madrid ante el desaf¨ªo catal¨¢n. La Embajada estadounidense en Espa?a emiti¨® en abril un comunicado en que repet¨ªa la frase que pronunci¨® Obama ante el rey. De forma simult¨¢nea, la fundaci¨®n del expresidente Jimmy Carter anunci¨® que no se involucrar¨ªa en el refer¨¦ndum a los pocos d¨ªas de que Puigdemont se reuniera en Atlanta con el premio Nobel de la Paz.
Brooks dice entender perfectamente el rechazo de EE UU y los pa¨ªses europeos al secesionismo porque ¡°no quieren desequilibrios¡±. Asegura que ¨¦l que no tiene una opini¨®n sobre la independencia. Ve ¡°riesgos¡±, como la salida del euro o de la Uni¨®n Europea, pero tambi¨¦n ¡°beneficios¡±. Cree que la secesi¨®n podr¨ªa ser una ¡°oportunidad¡± para Catalu?a si abraza un nuevo modelo econ¨®mico que pueda convertirla en una ¡°isla de libre comercio¡± en el sur de Europa como lo es Hong Kong en Asia.
Stratfor, bautizada por algunos como la ¡°CIA en la sombra¡±, es el ¨²nico de los grandes centros de an¨¢lisis estadounidenses que ha valorado p¨²blicamente el anuncio del refer¨¦ndum en octubre que impulsa la Generalitat. Considera ¡°probable¡± que la Moncloa no autorice una consulta e ¡°improbable¡± que haya una declaraci¨®n unilateral de independencia. ¡°El empuje de Catalu?a por la independencia no se difuminar¨¢ en el futuro cercano y la fricci¨®n entre Madrid y Barcelona persistir¨¢¡±, concluye.
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