Muere la periodista Mal¨¦n Azn¨¢rez

Estoy escribiendo esta necrol¨®gica porque Mal¨¦n me lo pidi¨®, o m¨¢s bien me lo mand¨®, como la buena periodista de direcci¨®n que era, antes de entrar en quir¨®fano para intentar librarse del tumor cerebral que le acababan de descubrir. Siempre fue una fuerza de la Naturaleza, una mujer libre y audaz con un dominio admirable de su realidad, y esa reciedumbre se mostr¨® en todo su esplendor en los d¨ªas anteriores a la peligrosa operaci¨®n, cuando dej¨® arregladas su vida y su muerte hasta el m¨¢s m¨ªnimo detalle sin perder en ning¨²n momento el sentido del humor y la sonrisa. El melodrama no iba en absoluto con ella.

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Geograf¨ªa de la predaci¨®n informativa

Mal¨¦n Azn¨¢rez, nueva defensora del lector de EL PA?S

Todos los art¨ªculos de Mal¨¦n Azn¨¢rez en EL PA?S

La conoc¨ª en 1971, cuando ambas empez¨¢bamos nuestra carrera period¨ªstica. Ya entonces me deslumbraron su lucidez, su socarrona sensatez, su pasi¨®n por el periodismo, su fuerza vital arrolladora. Se la ve¨ªa imparable y, en efecto, desarroll¨® una carrera brillante. Esta santanderina nacida en 1943 fue la primera mujer en dirigir una cadena de peri¨®dicos en Espa?a, los 26 diarios de Medios de Comunicaci¨®n del Estado (entre 1982 y 1984). Tras ser adjunta a la direcci¨®n de Radio Nacional de Espa?a, dirigi¨® los servicios informativos de esta radio p¨²blica (tambi¨¦n ah¨ª fue la primera mujer en ocupar el puesto). En 1988 se integr¨® en la redacci¨®n de EL PA?S, en donde fue redactora jefa de Sociedad, Defensora del Lector y reportera y entrevistadora para El Pa¨ªs Semanal, as¨ª como profesora del Master. Actualmente era presidenta de Reporteros Sin Fronteras, cargo para el que fue elegida en 2011 y en el que trabaj¨®, me consta, hasta la extenuaci¨®n. Muri¨®, pues, como siempre hab¨ªa vivido: siendo solidaria, comprometida y luchando por un mundo mejor. Era una guerrera.

Mal¨¦n Azn¨¢rez, que me sacaba algunos a?os, me ense?¨® muchas cosas. Aprend¨ª a separar la paja del trigo, a valorar los ingredientes verdaderamente importantes de la vida: la amistad, el amor por el trabajo bien hecho, el arte, los peque?os placeres, la cultura. Me mostr¨® el pinar de Valsa¨ªn, cerca de Madrid, y la belleza de la m¨²sica de Dvor¨¢k. Siendo yo a¨²n muy joven me explic¨® que el temor al futuro nos imped¨ªa disfrutar del presente, y que hab¨ªa que vivir el hoy con plenitud y gozo. Adem¨¢s fue mi modelo de alta ejecutiva. Cada vez que alguien soltaba la t¨®pica cantinela de ¡°las mujeres no sab¨¦is mandar¡±, yo la pon¨ªa de ejemplo: c¨®mo que no, ah¨ª est¨¢ Mal¨¦n Aznarez, que manda mucho y adem¨¢s muy bien, con equidad y respeto; con responsabilidad, imaginaci¨®n y serena eficacia.

Pero lo mejor de Mal¨¦n era que, teniendo una carrera tan importante como la suya, sin embargo de lo que ella se sent¨ªa verdaderamente orgullosa era del pu?ado de viajes que hab¨ªa hecho como reportera de EL PA?S. Fueron viajes dificil¨ªsimos, ex¨®ticos, muy peligrosos, como el primero de los dos que realiz¨® a la Ant¨¢rtida, cuando estuvo a punto de naufragar en un barquito m¨ªsero agitado por mares infernales; o como la expedici¨®n a N¨ªger y Chad, el m¨¢s duro de sus periplos africanos. Era intr¨¦pida, estoica, resistente; era ese tipo de persona que disfruta viviendo unas aventuras que a los dem¨¢s nos ponen los pelos de punta, y que luego es capaz de narrarlas de tal manera que te mueres de risa al escucharlas. Por desgracia no lleg¨® nunca a redactar el libro que pensaba hacer sobre sus viajes. Una pena, porque adem¨¢s escrib¨ªa maravillosamente bien.

Le encantaba vivir y supo morir, y ambas cosas son un gran don. Con estremecedora coincidencia, nos ha dejado justo al a?o de que falleciera su marido, Manuel Antol¨ªn, otro valiente. Yo le agradezco al destino haber podido disfrutar de Mal¨¦n Azn¨¢rez durante varias d¨¦cadas. ¡°Y t¨², Rosa, vas a escribir mi necrol¨®gica¡±, me orden¨®. Y aqu¨ª estoy.

Mal¨¦n Azn¨¢rez ha muerto este domingo en Madrid. La capilla ardiente se instalar¨¢ en el tanatorio de la Paz, en Tres Cantos, el lunes a las cinco de la tarde. La ceremonia de despedida tendr¨¢ lugar en el mismo tanatorio el martes a las 12.00