Las paradojas de una excarcelaci¨®n
La salida de prisi¨®n de D¨ªez Usabiaga supone un refuerzo para la l¨ªnea m¨¢s pragm¨¢tica de Bildu y contribuir¨¢ a apagar los rescoldos violentos
La excarcelaci¨®n de Rafael D¨ªez Usabiaga, tras cumplir seis a?os y medio de condena, coincide con un momento delicado en la izquierda abertzale. Azarosamente, la salida de prisi¨®n del ex secretario general del sindicato LAB y referente hist¨®rico del abertzalismo, con Arnaldo Otegi, se produce el mismo d¨ªa de la celebraci¨®n de sendas manifestaciones contra el turismo en San Sebasti¨¢n y Gernika, convocadas por Ernai (juventudes de Sortu).
En Euskadi existe el temor de que Ernai importe la campa?a que grupos afines a la CUP realizan en Catalu?a y Baleares contra instalaciones tur¨ªsticas. Otegi llam¨® hace una semana a cesar las incipientes acciones de Ernai, pero a las 48 horas intensificaron las acciones. Su desautorizaci¨®n le ha obligado a reunirse con la Asociaci¨®n de Hosteleros de Gipuzkoa para aclarar que Bildu no est¨¢ en campa?a contra el turismo, aunque pretende regular el modelo.
Bildu no tiene opci¨®n. Aprob¨® con el PNV la Ley del Turismo; Juan Carlos Izaguirre, alcalde de San Sebasti¨¢n por Bildu entre 2011 y 2015, que acompa?¨® a Otegi en su cita empresarial, lo ensalz¨® en su mandato. Finalmente, no quiere abrir un frente abocado al fracaso y que le pase factura como su peculiar campa?a de recogida de las basuras en la legislatura municipal anterior.
Pero hay m¨¢s. En Bildu hay tensi¨®n entre quienes apuestan por un modelo CUP, rupturista m¨¢s que independentista, y quienes optan por un modelo independentista m¨¢s institucional, tipo ERC. La campa?a de Ernai es una emulaci¨®n del modelo CUP y la c¨²pula de Bildu quiere frenarlo.
El turismo no es el ¨²nico frente abierto en Bildu. La falta de resultados en su estrategia sobre el final de ETA, sin lograr siquiera un acercamientos de presos, le est¨¢ pasando factura. Esa disidencia tiene otro nombre: ATA (Amnistia Ta Askatasuna), con capacidad movilizadora demostrada.
En este momento delicado, D¨ªez Usabiaga supone un refuerzo para la l¨ªnea m¨¢s pragm¨¢tica de Bildu. Estuvo en la vanguardia del cambio en la izquierda abertzales desde que en 1992 fue elegido secretario general de LAB. Sac¨® al sindicato abertzale de la endogamia. Se comprometi¨® en todas las iniciativas de di¨¢logo para terminar con la violencia.
Sale de prisi¨®n, tras cumplir seis a?os y medio de condena por el caso Bateragune, la reorganizaci¨®n de Batasuna para encauzarla por v¨ªas pol¨ªticas y abandonar el terrorismo. El juez instructor, Baltasar Garz¨®n, pidi¨® su libertad hace a?os. Tambi¨¦n los partidos vascos, excepto el PP. Su condena fue pol¨¦mica por la divisi¨®n del voto entre los magistrados. Vuelve a serlo su salida. La voz del Gobierno, expresada en su Delegaci¨®n de Cantabria, ha prohibido el recibimiento. No as¨ª los jueces que lo han tolerado en Euskadi.
Se da la paradoja de que el Gobierno del PP, en aras de su relato sobre el fin de ETA, rechaza a alguien que en la Euskadi de hoy contribuir¨¢ a apagar los rescoldos violentos. Al Gobierno le sobra trazo grueso y le falta un relato riguroso del final del terrorismo y del futuro de Euskadi.
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