La islamofobia se desata en las redes y llega a la calle tras los atentados

Es posible que haya recibido desde el pasado jueves un mensaje de WhatsApp que alerta del registro el pasado mes de julio del primer partido musulm¨¢n que pretende imponer la ley isl¨¢mica a los espa?oles, o que insta a la movilizaci¨®n para prohibir las mezquitas, o tal vez otro que propaga el bulo de que los manteros no estaban en La Rambla el d¨ªa del atentado porque hab¨ªan sido avisados por los terroristas. Si no han llegado directamente a su tel¨¦fono, un solo vistazo a las redes sociales ofrece miles de mensajes que azuzan el odio de forma menos sofisticada contra los musulmanes y el islam. El hastag (la etiqueta) StopIslam fue trending topic (tema m¨¢s comentado) el d¨ªa de los ataques en Twitter.

Las mezquitas de Granada, Sevilla, Logro?o y Fuenlabrada (Madrid) han denunciado ataques. ¡°Asesinos, lo vais a pagar! Moro que reza, machete a la cabeza! Stop Islam! [sic], dec¨ªa en las pintadas que aparecieron tras los atentados en la sede de la Fundaci¨®n Mezquita de Sevilla.

El viernes, en Puerto de Sagunto (Valencia) un hombre golpe¨® a patadas a un menor marroqu¨ª, de 14 a?os, sin mediar motivo, al grito de ¡°moro de mierda¡±, seg¨²n ha denunciado la familia. El hombre le amenaz¨® con matarle y el chico, dice su padre, est¨¢ atemorizado y no quiere salir de casa.

¡°Estamos ante una brutal ola de islamofobia. Detectamos mensajes de WhatsApp muy salvajes y muy masivos. Y nada m¨¢s producirse el atentado empezaron a propagarse bulos¡±, denuncia Esteban Ibarra, coordinador de la Plataforma Ciudadana contra la Islamofobia, una entidad sin ¨¢nimo de lucro que se dedica, adem¨¢s de promover la tolerancia, a monitorizar los ataques a musulmanes en Espa?a. El C¨®digo Penal castiga con hasta cuatro a?os de c¨¢rcel los delitos de odio.

La oleada de mensajes de odio a los musulmanes no tuvo esta dimensi¨®n tras los atentados del 11-M en 2004, aunque fueran tambi¨¦n de corte yihadista. ¡°Entonces la sociedad interpret¨® que la causa hab¨ªa sido la guerra de Irak, as¨ª que se encon¨® en la pol¨ªtica pero no en el rechazo al islam. Aunque hubo islamofobia, no de este nivel¡±, reflexiona Ibarra. El experto en delitos de odio, que preside tambi¨¦n el Movimiento contra la Intolerancia, cree adem¨¢s que el perfil de los terroristas de Barcelona, j¨®venes, educados en Espa?a y en principio integrados, atiza en mayor medida el sentimiento de venganza contra los inmigrantes, y el uso masivo de las redes sociales, que no era tal en 2004, ayudan a propagarlo. ¡°La ola no ha hecho m¨¢s que empezar. Detr¨¢s de todo esto hay estructuras organizadas de car¨¢cter racista y fascista¡±, alerta.

El fen¨®meno no es nuevo en Espa?a aunque hasta ahora ha sido una acci¨®n minoritaria muy definida por grupos ultras y fascistas, porque el nivel de aceptaci¨®n de la diversidad cultural y religiosa ha sido elevado. Pero en los ¨²ltimos a?os no para de crecer. Seg¨²n los datos de la plataforma, en 2016 los incidentes por islamofobia aumentaron un 106,12% respecto a 2015, con 573 ataques por los 278 del a?o anterior.

¡°El contexto ahora es diferente al del 11-M porque en los ¨²ltimos a?os se ha producido una acumulaci¨®n de atentados terroristas en Europa y una crisis de refugiados que ha hecho que mucha gente asocie ambos fen¨®menos por la utilizaci¨®n interesada de las fuerzas de extrema derecha¡±, reflexiona el fil¨®sofo Santiago Alba Rico, autor de Islamofobia. Nosotros, los otros, el miedo (Icaria). El terreno est¨¢ m¨¢s abonado para que crezca el odio pero el fen¨®meno es ya mayor de lo conocido porque es en gran parte soterrado. ¡°La Agencia de Derechos Fundamentales de la UE cifra en un 80% los incidentes de este tipo que no se denuncian¡±, se?ala Miguel ?ngel Aguilar, fiscal coordinador del Servicio de delitos de odio de la Fiscal¨ªa de Barcelona.

¡°No debemos ceder ni un solo mil¨ªmetro a la din¨¢mica de la islamofobia que quiere alimentar el yihadismo¡±, afirma Rico. ¡°El odio al musulm¨¢n y el racismo atacan los valores que cimentan nuestro modelo de convivencia¡±, destaca el fiscal. Pero incluso desde una visi¨®n m¨¢s utilitarista, la sociedad y los responsables p¨²blicos deben atender al otro problema que emerge tras los ataques de Barcelona, advierten los expertos. ¡°El terrorismo alimenta la islamofobia y la islamofobia ofrece r¨¦ditos al terrorismo porque fractura la sociedad. Neofascismo y yihadismo son dos caras de una moneda que se alimentan¡±, remarca Ibarra.