La lucha contra la islamofobia en Ripoll
Ayuntamiento y vecinos quieren anticiparse a los primeros casos aislados que ya han aparecido. La comunidad musulmana se muestra indignada porque nadie detectara el plan del im¨¢n
Activistas, profesores, educadores, trabajadores sociales y simples vecinos formaron este martes un c¨ªrculo en la plaza de la Libertad de Ripoll, localidad donde resid¨ªan la mayor parte de los terroristas que atacaron el pasado jueves Catalu?a. De pie, con abanicos y botellas de agua, se reunieron para afrontar un nuevo escenario. Un escenario abonado a la tensi¨®n racial en un pueblo de 10.000 habitantes donde unos 500 son magreb¨ªes musulmanes.
¡°Estamos aqu¨ª para intentar evitar que haya problemas de tipo xen¨®fobo o racista¡±, explica en voz alta un joven educador. A pocos metros, escuchando, est¨¢ Moha, un vecino musulm¨¢n: ¡°Ya hay problemas¡±, susurra.
Moha es el nombre ficticio -por petici¨®n expresa- de un t¨ªo de dos de los terroristas. Explica que algunos familiares de los participantes en el atentado est¨¢n recibiendo amenazas a trav¨¦s de redes sociales. ¡°A mi sobrino [hermano de uno de los terroristas] ya le han amenazado por internet. Insultos. Gente diciendo que es familiar de las v¨ªctimas de Barcelona¡±.
Al su lado est¨¢ Rashid, primo de otros dos miembros de la c¨¦lula yihadista. ¡°A m¨ª ayer me insultaron por la calle. 'Moro de mierda, te vamos a matar'. Desde un coche. Yo iba con mi hija de tres a?os¡±. ?Pero era gente del pueblo? ¡°S¨ª, s¨ª -responde-, un vecino. Lo conozco¡±.
Son casos aislados. El ambiente en Ripoll no es de tensi¨®n, pero Rashid insiste en que teme problemas. ¡°Desde luego, los vecinos musulmanes salen menos a la calle estos d¨ªas¡±, dice. ¡°Y muchos negocios y tiendas suyas a¨²n no han abierto desde la semana pasada¡±.
Hace dos d¨ªas, en una se?al de tr¨¢fico frente a la mezquita, apareci¨® una pegatina con el lema ¡°Stop Islam en Catalunya¡±. Fue r¨¢pidamente eliminada por el Ayuntamiento. No ha vuelto a aparecer ninguna m¨¢s. Tampoco pintadas. De nuevo, casos aislados.
Y, para que no pase de eso, de cap¨ªtulos puntuales, el Ayuntamiento y los vecinos de Ripoll se han puesto manos a la obra. Quieren ir un paso por delante de la fractura social. Lo primero que han hecho es ser realistas: ¡°Asumimos que va a haber recelos con la comunidad musulmana. Esto es algo humano. Y tenemos que tenerlo en cuenta¡±, afirma Maria Dolors Vilalta, concejala de Seguridad Ciudadana, Convivencia y Participaci¨®n. C¨¦sar Caldera, activista social y vecino de Ripoll, coincide: ¡°Es normal que ahora haya cap¨ªtulos de tensi¨®n¡±.
La siguiente fase es evitar que vaya a m¨¢s. Para ello, los vecinos, a trav¨¦s de asociaciones como Obrims Els Ulls (Abramos los Ojos), se han propuesto coordinarse para mantener la convivencia. ¡°Por ejemplo -dice C¨¦sar- puede ocurrir ahora que haya padres que no quieran que sus hijos compartan colegio con hermanos de los terroristas. Esto, probablemente, va a pasar. Y tenemos que trabajar para que haya entendimiento¡±.
Tambi¨¦n las instituciones se han puesto manos a la obra. A la misma hora a la que se reun¨ªan los vecinos, el Ayuntamiento de Ripoll acog¨ªa un encuentro con m¨¢s de 30 estamentos -comunidades musulmanas, concejal¨ªas, psic¨®logos¡- en el que se ha decidido trazar un plan social y educativo para evitar fracturas sociales y exclusi¨®n de los vecinos musulmanes.
Unos vecinos que estos d¨ªas est¨¢n decepcionados y enfadados. ¡°No entendemos c¨®mo no se detect¨® al im¨¢n. En B¨¦lgica lo echaron de all¨ª porque sab¨ªan que era peligroso. ?Y aqu¨ª? Aqu¨ª nadie lo vigilaba¡±, se queja Moha.
El presidente de Comunidades Isl¨¢micas de Catalunya, Mohamed El Ghaidouni, tambi¨¦n ha expresado de forma p¨²blica su malestar, asegurando que no disponen de ning¨²n protocolo para controlar a los imanes. ¡°No tenemos legitimidad ni poder para hacer ning¨²n control; hay que trabajar para elaborar un protocolo con el Consejo Isl¨¢mico de Espa?a¡±, afirm¨®.
Y, mientras tanto, las familias de los terroristas siguen recluidas en sus casas. Solo las madres de los hermanos Aalla y los hermanos Oukabir se deciden a pasar alg¨²n rato al d¨ªa en un banco del centro de la localidad. Se niegan a hablar sobre lo ocurrido, pero s¨ª cuentan que la madre de Younes Abouyaaqoub, el terrorista que conduc¨ªa la furgoneta en La Rambla, est¨¢ en la cama desde que su hijo fue abatido y que no hace otra cosa que llorar. ¡°Son d¨ªas muy duros aqu¨ª en Ripoll. Para todos¡±, concluye Moha.
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