Llega a Espa?a el aceite de hach¨ªs, peligroso de hacer y para pulmones de acero
Desmantelado en Ibiza el primer laboratorio no casero de producci¨®n de este estupefaciente caro, poco consumido y que multiplica por cinco el efecto de un porro
La Guardia Civil ha desmantelado en Baleares un laboratorio de producci¨®n de aceite de hach¨ªs, una droga rara en Espa?a y cuya producci¨®n es peligrosa por el uso de gases inflamables como el butano. Se trata de un estupefaciente caro, poco consumido y para pulmones de acero, ya que una sola gota en un cigarro de marihuana multiplica por cinco sus efectos.
Fue en la Operaci¨®n Kudde, llevada a cabo a finales de agosto en Ibiza por el Equipo Contra el Crimen Organizado (ECO) de la Guardia Civil y el de Polic¨ªa Judicial de Algaida, cuando se descubri¨® un completo laboratorio de procesamiento de aceite de hach¨ªs dentro de una nave industrial del pol¨ªgono de Montecristo de Sant Antoni de Portmany, donde adem¨¢s se hallaron m¨¢s de mil plantas de marihuana, cuyo crecimiento favorec¨ªan con m¨²sica.?
Pero no fue el uso de la m¨²sica lo que llam¨® la atenci¨®n a los investigadores, sino el laboratorio para extraer el aceite de hach¨ªs, conocido tambi¨¦n como BHO (Butane Hash Oil), ya que aunque en Espa?a se han incautado partidas de este estupefaciente, hasta ahora no se hab¨ªa detectado su producci¨®n a esa escala, si bien hay constancia de la elaboraci¨®n casera para consumo propio.
As¨ª lo han manifestado responsables de la operaci¨®n, que se sald¨® con cuatro detenidos, entre ellos el jefe del grupo, a los que el juez mand¨® a prisi¨®n, y la incautaci¨®n de 1.300 plantas de marihuana y de 28 kilos de aceite de hach¨ªs congelado en bloques introducidos en cajas de pl¨¢stico y garrafas.
No es dif¨ªcil encontrar en internet tutoriales para extraer del cannabis el aceite, pero para llevar a cabo el proceso se utilizan gases inflamables, como el butano, que lo hacen notablemente peligroso, explican las fuentes consultadas, que se?alan que los productos utilizados para su producci¨®n pueden conseguirse sin problema alguno.
De su peligrosidad ya alert¨® hace tiempo la DEA, la agencia antidroga estadounidense, despu¨¦s de descubrir un laboratorio donde se utilizaba tal cantidad de gases que si se hubiera producido una explosi¨®n, habr¨ªan resultado afectadas varias manzanas, seg¨²n recuerdan los investigadores.
En Espa?a, y en concreto en Murcia, la Polic¨ªa esclareci¨® el mes pasado la muerte de un hombre de 36 a?os, que falleci¨® en el hospital tras haber sufrido lesiones y quemaduras producidas por la deflagraci¨®n de una sustancia inflamable durante la elaboraci¨®n casera de aceite de hach¨ªs.
Un vez extra¨ªdo el aceite, suele mezclarse con una especie de alcohol que se puede adquirir en farmacias para mantener sus propiedades. En el caso de Ibiza, los detenidos congelaron la mezcla para su mejor conservaci¨®n y para evitar que desprendiera el fuerte olor que acompa?a a la resina, tal y como se pudo comprobar en la intervenci¨®n de la Guardia Civil.
El aceite de hach¨ªs es muy cotizado, ya que los efectos en el consumidor se multiplican por cinco respecto a los que produce un solo cigarrillo de marihuana. Seg¨²n los investigadores, a¨²n no se consume mucho en nuestro pa¨ªs, ya que es dif¨ªcil de conseguir porque en Espa?a hay pocos proveedores. Por el contrario, en Estados Unidos la demanda es mayor.
Los consumidores suelen poner una gota de aceite de hach¨ªs en la punta de un cigarro de cannabis para fumarlo. Es fuerte para los pulmones y, por esa raz¨®n, algunos prefieren vaporizar el aceite. Tampoco es muy asequible, ya que el gramo tiene un precio de unos siete u ocho euros y el kilogramo, de entre 4.000 y 5.000 euros, por lo que las ganancias son sustanciosas.
De hecho, con los 28 kilos incautados ¡ªla cantidad ser¨ªa menor una vez descongelados¡ª los detenidos en Ibiza podr¨ªan haber obtenido un beneficio superior a los 100.000 euros. En cualquier caso, subrayan los investigadores de la Guardia Civil, con la sola producci¨®n de las plantas de marihuana el negocio est¨¢ asegurado. Un kilo se vende en las islas a unos 3.000 euros, un precio que baja hasta entre 1.700 y 2.000 en el sur de la Pen¨ªnsula pero que llega a los 5.000 euros en pa¨ªses como Alemania.
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