Por qu¨¦ me hice separatista
La conversi¨®n al secesionismo de muchos catalanes, explicada por algunos de ellos, apunta a un cambio generacional, al recorte del Estatut y las pol¨ªticas del PP
A siete d¨ªas del 1 de octubre aumentan las llamadas al di¨¢logo y es ¨²til asomarse al independentismo catal¨¢n, para saber qu¨¦ piensan y c¨®mo han llegado hasta ah¨ª. El voto independentista en el Parlamento catal¨¢n en 2003 era solo el de Esquerra Republicana de Catalu?a (ERC), que obtuvo un 16,5%, su mejor resultado, medio mill¨®n de votos. Tras el giro de CiU con Artur Mas y la entrada de la CUP en el Parlamento, el bloque lleg¨® al 47,8% en las elecciones auton¨®micas 2012, porcentaje que se mantuvo inm¨®vil en las de 2015. El salto en menos de diez a?os es de treinta puntos, hasta dos millones de votos. En la consulta del 9-N de 2014 vot¨® un tercio del censo y 1,8 millones, un "s¨ª". Cientos de miles de catalanes se han vuelto independentistas. Antes lo eran muy pocos, luego muchos se volvieron. ?Por qu¨¦? ?Y cu¨¢ndo? Estas son las preguntas que responden algunos de ellos.
Carmen, empresaria, 60 a?os, militante del comunista PSUC, votante de izquierda, ha trabajado treinta a?os en Madrid: "All¨ª era catalanista y en Catalu?a, espa?olista. No soy nacionalista. Pero lleg¨® un momento en que me tocaron la moral. Con la sentencia del Constitucional de 2010 sobre el Estatut. Ah¨ª me lanzo a la calle". Se dice dispuesta a arriesgarlo todo, porque no sabe qu¨¦ pasar¨ªa con su pensi¨®n, "para tener un pa¨ªs mejor". En esta franja de edad, quienes eran j¨®venes de la Transici¨®n, tambi¨¦n hay un factor, podr¨ªa decirse, de rejuvenecimiento: "Con esto me siento viva. Me ilusiona poder vivir un proceso constituyente". En todo caso no ve dramatismo en la vida diaria: "Todo esto de la divisi¨®n de los catalanes... En mi entorno el respeto es total, en ning¨²n momento se levanta la voz".
El frenazo al Estatut como chispa es el argumento m¨¢s citado, es un¨¢nime. La frase de Alfonso Guerra en 2006 jact¨¢ndose del ¡°cepillado¡± que le hab¨ªan dado al texto en el Congreso es muletilla fija. Lleg¨® la imagen de un sistema perverso e insensible. "Ah¨ª much¨ªsima gente hizo crac. A casi nadie le gustaba el texto, pero lo que ofendi¨® fue que doce se?ores del tribunal se pasaran por el arco del triunfo dos c¨¢maras y el voto popular", recuerda Ismael Pe?a-L¨®pez, profesor de Ciencias Pol¨ªticas y Derecho en la Universitat Oberta de Catalunya (UOC). Padre soriano, madre catalana. De peque?o dec¨ªa que era soriano, le gustaba m¨¢s. Empez¨® a virar en 2010, pero a la manifestaci¨®n de ese a?o no fue, no quer¨ªa que le contaran como independentista. "Solo iba a haber esteladas", se dijo. "Pero es que a los que no fueron se les meti¨® en una mayor¨ªa silenciosa que se apropiaba el PP", se queja. A la siguiente s¨ª fue, la marcha de la Diada 2012 que abri¨® la escalada independentista. "Aquello fue transversal, nada que ver con nacionalismo identitario y carca, aunque obviamente hab¨ªa un sector nacionalista. Adem¨¢s entroncaba con el 15-M, que a m¨ª ya me interesaba m¨¢s. No era porque los catalanes seamos mejores o distintos, sino que la gente quer¨ªa pol¨ªticas distintas y decidir sobre lo suyo". Coincidi¨® con lo peor de la crisis y una movilizaci¨®n ya en marcha contra los recortes econ¨®micos o por el derecho a la vivienda. Son dos corrientes que se unen. En 2015, una desconocida que ven¨ªa de esa agitaci¨®n, Ada Colau, se convertir¨ªa en alcaldesa de Barcelona. "Nos morimos de risa cuando dicen que esto es cosa de Artur Mas o de la burgues¨ªa", comenta este docente. "Es la sociedad civil, ultramovilizada, la que lidera el movimiento independentista, obliga al Govern. En 2010 el mensaje de la protesta es a Madrid. Pero en 2012 ya es a la Generalitat: pongan las urnas. Luego entra en las instituciones, otros se suman. Artur Mas es un surfero, surfea sobre esto para sobrevivir, no creo ni que todav¨ªa hoy sea independentista".
El fermento independentista se fragua entre 2010 y 2012. En 2010 el ?mnium, instituci¨®n cultural fundada en 1961 por una ¨¦lite burguesa catalanista, da un giro hist¨®rico hacia la independencia, no exento de traumas internos. En 2012 se crea la Asamblea Nacional Catalana (ANC), la otra entidad que impulsar¨¢ el movimiento en la calle. Pe?a-L¨®pez, que en aquel entonces se hizo socio del ?mnium y ahora es miembro de la junta directiva, explica: "Se dieron cuenta de que el programa de defensa de la cultura catalana, de la lengua, del pa¨ªs, no se pod¨ªa hacer en el marco de Espa?a".
La acusaci¨®n al PP como desencadenante es general, la famosa f¨¢brica de independentistas. Fue con la ¨²ltima legislatura de Aznar cuando ERC pas¨® de uno a ocho diputados en el Congreso, en 2004. Se recuerda sobre todo la hostilidad al catal¨¢n en la educaci¨®n, pero en las charlas aparece hasta la pol¨¦mica de las matr¨ªculas de los coches, cuando Catalu?a quiso preservar las siglas de las suyas y Aznar dijo que no iba a discutir "por unas chapas". Pasqual Maragall, presidente socialista de la Generalitat entre 2003 y 2006, intent¨® reconducir el clima con el Estatut, pero ah¨ª lleg¨® una rotura clave. Toni Com¨ªn, 45 a?os, es un caso de libro: era del PSC y ahora es conseller de la Generalitat por ERC. "Con Maragall intentamos cambiar el rumbo. Sacar las garras del Estado espa?ol sobre las instituciones catalanas, pero sin independizarnos, para trabajar tranquilos, disponer de recursos y lograr un estado de bienestar de primera divisi¨®n. Para acabar con el victimismo catal¨¢n, de lo que acus¨¢bamos a Pujol. Con Zapatero en Moncloa era el escenario ideal. Pero se cargaron el Estatut. Fue un descubrimiento, ver las dificultades infinitas que hab¨ªa". Confiesa que lee sus art¨ªculos de prensa de 2004 y piensa: cu¨¢nto candor. Esper¨® al Constitucional. "Lo que pas¨® all¨ª en los meses previos a la sentencia, con recusaciones, c¨®mo lo manosearon, ya lo mat¨® en su legitimidad, lleg¨® muerto a la sentencia. Es impensable en otro Estado de derecho. Si no hay Constitucional, no hay Constituci¨®n. Muchos perdimos la esperanza". En el PSOE le dec¨ªan que esperara a la declaraci¨®n de Granada, que fij¨® el modelo territorial socialista en 2013: ¡°Pero el d¨ªa que la le¨ª me hice independentista. Era un esc¨¢ndalo. No entend¨ªan nada de la urgencia del momento hist¨®rico¡±.
La verdad es que del dinero, el tema cl¨¢sico, ya nadie habla. Como si fuera de mal gusto en un momento ¨¦pico, o ya no fuera tan importante. Todo el mundo reniega del "Espa?a nos roba", como de un grito b¨¢rbaro de bar. Los razonamientos son m¨¢s sofisticados. Argumento base, el principio de ordinalidad, que pretend¨ªa el PSC y te lo menta hasta el panadero como si hablara de f¨²tbol: en resumen, que despu¨¦s de repartir fondos entre autonom¨ªas acabemos todos igual. Si Extremadura tiene 5 y Catalu?a 10, lo l¨®gico, dicen los catalanes, ser¨ªa acabar ambos con 7,5, no Extremadura con m¨¢s. Pero incluso admitiendo que Extremadura necesitara ayuda para desarrollarse y reciba m¨¢s, deber¨ªa fijarse un tiempo y un control.
Com¨ªn reprocha a Zapatero no haber aguantado la presi¨®n del PP: "El drama, el error del sistema es el PSOE. Claro que el PP es hijo del franquismo, normal que act¨²en como act¨²an, el problema es el PSOE, que se deja contaminar por ¨¦l en t¨¦rminos culturales¡±. Resume el dilema final entre muchos socialistas entre salirse del catalanismo o hacerse independentistas: "El PSC, que consigui¨® el retorno de Tarradellas, la ¨²nica conexi¨®n con la legalidad republicana de la Transici¨®n, renunci¨® al autogobierno, se sali¨® del catalanismo. Fue una traici¨®n hist¨®rica". En todo caso, y es un argumento que se maneja tambi¨¦n en la CUP, cree que "a la izquierda le estamos haciendo un regalo, Espa?a necesita un proceso constituyente". Como que en el fondo le va a venir tambi¨¦n bien a Espa?a, que es por su bien. Admiten que suena c¨ªnico, pero lejos de parecer rebuscada es una reflexi¨®n que circula fluidamente en las conversaciones. Al contrario que en Espa?a, aqu¨ª llevan a?os d¨¢ndole vueltas a esto.
La crisis del PSC fue una sangr¨ªa: pas¨® del 37% al 12% de los votos en quince a?os. Elisenda P¨¦rez, 34 a?os, concejal del PSC en Girona, de familia socialista, con discusiones fijas de pol¨ªtica en las comidas de los domingos, recuerda el drama ¨ªntimo cuando la gente se empez¨® a ir. "A m¨ª me fallaron, me qued¨¦ hu¨¦rfana de partido. Pasar de federalista a independentista me cost¨® un a?o y medio de darme golpes contra la pared. Nos fuimos muchos y era como una terapia de grupo. No nos quedaba otra salida para ser socialista y catalanista y defender mi pa¨ªs. Para que mis hijos est¨¦n en una escuela normal, porque estaba en peligro. Para el pa¨ªs que yo quiero necesitamos un pa¨ªs nuevo". Ahora es senadora de ERC. En su casa, ya casi todos son indepes.
Joan Coma Roura, 35 a?os, concejal de la CUP en Vic, ha vivido la mutaci¨®n familiar desde otro lado. "Habr¨ªa que preguntarse por qu¨¦ una persona conservadora como mi padre, de Converg¨¨ncia, no independentista, ahora lo es". Lo explica con la ofensa del Estatut, ¡°el desenga?o del pacto del 78 y el enga?o de los Pujol y lo que representaban, porque nunca han sido independentistas". ?l siempre lo ha sido. "Desde ni?o, nunca me he sentido espa?ol, pero evidentemente nunca he sentido nada en contra de Espa?a, nunca he sido nacionalista, ni que nadie es superior o peor que nadie. Soy un enamorado de Andaluc¨ªa". Con veinte a?os encontr¨® en la CUP "una alternativa de izquierda a la izquierda institucional, pero no solo por el tema independentista, sino como herramienta de ruptura, el independentismo ha crecido m¨¢s bien por falta de una izquierda". ?l ve un fen¨®meno generacional: "La gente joven crece desconectada del Estado espa?ol. Creo que porque necesita un proyecto de cambio, ilusionante, como el 15-M, y el independentismo lo es". Su compa?ero Benet Salellas, 40 a?os, abogado y diputado en el Parlament, explica que en su generaci¨®n ¡°apostar por una ruptura con el sistema econ¨®mico era apostar por la autodeterminaci¨®n, yo lo aprend¨ª en un pack¡±. Es un relato que se repite: j¨®venes que ya nacen independentistas como si fuera natural, seguidos por una conversi¨®n colectiva de padres y abuelos.
Joan Garriga, 64 a?os, uno de los m¨¢s veteranos de la CUP, es de esos pocos que fue siempre independentista, desde la Transici¨®n. Empez¨® en el Partido del Trabajo de Espa?a (PTE) y luego en el Bloc d'Esquerra d'Alliberament Nacional (BEAN). Su vida pol¨ªtica fue clandestina, siempre marginal, y ahora es diputado. ¡°Hasta hace diez a?os aqu¨ª ¨¦ramos cuatro. Cuando vimos una progresi¨®n importante fue al confluir la lucha por los derechos nacionales y los sociales en los municipios. Empiezan a florecer ateneos, gente joven que no cree en la forma de hacer pol¨ªtica, ya antes del 15-M, y es el independentismo quien da cuerpo a todo esto. Enlaza con tradici¨®n asociativa catalana, aqu¨ª nadie espera nada del Estado, se organiza por su cuenta. Por la derecha, hay un momento en que CiU, como instrumento de una clase social de defensa de sus intereses en el Estado se rompe con el Estatut, fue el detonante que multiplic¨® el independentismo¡±.Tambi¨¦n CiU ha saltado por los aires.
La incorporaci¨®n de la derecha catalana al independentismo ha sido la otra aportaci¨®n decisiva. Joan Vallv¨¦, 76 a?os, una vida en CiU, fue conseller con Pujol y luego eurodiputado. En la democracia crey¨® en el encaje en Espa?a: "Cre¨ª en esa frase de Companys: 'Viva Espa?a, nuestra Espa?a'. Luego lo vas madurando. Hacerse independentista no es como casarse, que entras a la iglesia y sales casado, no, es algo lento, como un noviazgo, y al final te casas". En su trabajo pol¨ªtico recuerda que "el di¨¢logo con Madrid siempre era dif¨ªcil, ped¨ªas y no te daban, todo dificultades". Repite: "El Estatut fue decisivo, ve¨ªas que el camino estaba cortado". Ahora es el vicepresidente de ?mnium Cultural.
En un momento de efervescencia, la conversi¨®n al independentismo lleg¨® tambi¨¦n a capas totalmente ajenas al catalanismo o incluso la pol¨ªtica. As¨ª surge S¨²mate, movimiento creado en 2013 que busca atraer al independentismo a la comunidad castellanohablante. Es otro caladero donde ha pescado Esquerra, en la inteligente estrategia de Oriol Junqueras de hacerse hegem¨®nico y suplantar a CiU. De ah¨ª ha salido Gabriel Rufi¨¢n, por ejemplo. Lema de S¨¹mate: "No importa el origen, sino el destino". Los padres de su vicepresidenta, Ana Hinojosa, 49 a?os, empresaria aut¨®noma, son de M¨¢laga y ella no habl¨® catal¨¢n hasta los 17 a?os. "Yo me consider¨¦ siempre solo espa?ola, estaba bastante despolitizada, pero en 2010 la sentencia del Constitucional me pareci¨® alucinante, que no respetaran nuestra voluntad, y me empez¨® a picar la curiosidad, me fui informando y fui a charlas. He pasado directamente de ser espa?ola a ser independentista, no he pasado por el nacionalismo. Creo que a Catalu?a le ir¨¢ mejor".
El clima de susceptibilidad y conspiraci¨®n ya est¨¢ disparado. Sale en todas las charlas el incendio de los juzgados de Valencia, para remachar la idea de que Espa?a est¨¢ podrida y no tiene arreglo. Cualquier v¨ªdeo delirante de Intereconom¨ªa circula como si fuera una prueba definitiva de lo que piensa toda Espa?a. Se habla de maltrato y de que no les quieren, como en una pareja que se rompe. "El pueblo catal¨¢n es profundamente sentimental, y en este problema hay un componente sentimental dominante, se han sentido heridos", apunta el notario y jurista Juan-Jos¨¦ L¨®pez Burniol, autor de varios libros sobre la cuesti¨®n catalana. Una de las frases que m¨¢s se oyen es parad¨®jica: "Si se hubiera hecho el refer¨¦ndum hace dos o tres a?os habr¨ªa ganado el 'No' y se acab¨®". Como si a muchos casi lo ¨²nico que les fastidiara es que no les pregunten.
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