¡°Tendremos que elegir entre traici¨®n o exilio¡±
Jueces y magistrados de Catalu?a expresan su angustia ante el acoso que sufren por aplicar la ley
¡°Somos el ¨²ltimo basti¨®n del Estado en Catalu?a, y sin embargo estamos desnudos¡±. Muchos de los 810 jueces y magistrados llamados a hacer cumplir la Constituci¨®n ante el desaf¨ªo secesionista temen que la Generalitat ¡ªde la que dependen desde el punto de vista log¨ªstico¡ª intente bloquear su labor en las horas cr¨ªticas del refer¨¦ndum ilegal de este domingo. ¡°Desde los edificios que ocupamos¡±, explica Luis Rodr¨ªguez Vega, presidente de la Asociaci¨®n Profesional de la Magistratura (APM) en Catalu?a, ¡°hasta los bol¨ªgrafos con los que firmamos las sentencias, todo pertenece a la Generalitat¡±. ¡°Hay una sensaci¨®n de fortaleza del Estado que es falsa, porque Espa?a se ha ido retirando y ya es casi imperceptible en muchos lugares. Y ahora nos toca a nosotros. Nos quieren dar a elegir entre la Constituci¨®n y la nueva legalidad. Es terrible, pero no tendremos m¨¢s remedio que elegir entre la traici¨®n y el exilio¡±, dice.
Tristeza, pena, sorpresa, angustia¡ Son sentimientos comunes a los cuatro jueces ¡ªdos mujeres y dos hombres¡ª consultados para este reportaje. Solo uno ¡ªLuis Rodr¨ªguez Vega, madrile?o de nacimiento y con m¨¢s de 20 a?os de ejercicio en Catalu?a¡ª acepta hablar a nombre descubierto. El resto prefiere el anonimato para no enrarecer a¨²n m¨¢s sus relaciones profesionales y personales.
Una magistrada de Barcelona con largos a?os de profesi¨®n admite: ¡°Es la peor situaci¨®n profesional que he vivido, porque los partidos, que son quienes ten¨ªan que haber resuelto pol¨ªticamente esta cuesti¨®n, nos han trasladado el problema y nos han colocado en una situaci¨®n terriblemente insoportable. Desde el punto de vista profesional y tambi¨¦n personal. Imag¨ªnese, mi hija simpatiza con la CUP¡±. El juez Rodr¨ªguez Vega conf¨ªa su experiencia personal: ¡°Mi pareja es catal¨¢n e independentista. Llevamos juntos desde 1996 y dej¨® de ir a las manifestaciones cuando le dije: ¡®Para vosotros ir a la Diada es como una fiesta, pero no sois conscientes de que la otra mitad de Catalu?a lo vive como un drama y como un desgarro. No existimos. Nuestras emociones no valen¡±.
Los jueces consultados coinciden en que la presi¨®n ambiental les impide concentrarse en el trabajo. Una juez asegura que, en el caso de que el plan secesionista siga avanzando, una gran parte de la profesi¨®n optar¨¢ por marcharse. Otra magistrada va incluso m¨¢s all¨¢: ¡°Nos ir¨ªamos todos¡±. Rodr¨ªguez Vega dice que ser¨ªa la opci¨®n m¨¢s coherente: ¡°Quieren que traicionemos nuestros valores. Yo nunca pens¨¦ que llegar¨ªa un d¨ªa en el que tendr¨ªa que medir el valor de mi compromiso. Yo ten¨ªa 14 o 15 a?os cuando Franco muri¨®, as¨ª que he vivido en democracia. Siempre pens¨¦ que el juramento que hacen los jueces cuando juran o prometen la Constituci¨®n era un rito. Pero ahora resulta que est¨¢n poniendo a prueba el valor de ese compromiso. Y yo creo que no lo voy a defraudar¡±.
El presidente de la APM y el resto de los jueces que han hablado con este peri¨®dico aseguran que aquella sociedad catalana abierta que les cautiv¨® se ha convertido en un lugar crispado e intolerante. ¡°Nunca imagin¨¦¡±, explica un magistrado, ¡°que desde la ventana de mi despacho podr¨ªa llegar a ver una manifestaci¨®n de abogados estos d¨ªas gritando democracia. Esas personas saben perfectamente que estaban mintiendo, pero la mentira es tan grande que nadie cree que sea mentira. El que los responsables pol¨ªticos se pongan a gritar a favor de la desobediencia delante de un tribunal es algo inaudito, algo que en Occidente ni existe ni se puede tolerar¡±.
El juez Rodr¨ªguez Vega a?ade: ¡°El otro d¨ªa le¨ª un libro que dec¨ªa que la realidad es de las cosas que menos tolerancia admiten. Estos se?ores resulta que no admiten la realidad, porque la realidad es que no pueden conseguir la independencia dentro del marco constitucional. Tienen que modificar el marco, y como se ven impotentes de hacerlo de forma legal han decidido salirse. Y se han salido con unos lemas ¨Cdemocracia, derecho a decidir¡ª que han triunfado. El Estado ha perdido la batalla del relato. Y es muy dif¨ªcil hablar con ellos porque siempre salen con los agravios. La lista de agravios se va llenando y es muy dif¨ªcil vaciarla¡±.
Casi todos los jueces consultados admiten que la pol¨ªtica tuvo su momento y fracas¨®. ¡°Y ahora nosotros¡±, lamenta una juez, ¡°tenemos que actuar con el ¨²nico instrumento que tenemos: la ley¡±. ¡°Y por mucho que podamos entender las inquietudes de la gente, no tenemos demasiada capacidad de maniobra¡±, se?ala. ¡°La v¨ªa judicial no resolver¨¢ nunca el conflicto, al contrario. Pensar que con la represi¨®n se puede resolver el problema de Catalu?a es uno de los errores m¨¢s grandes que se han cometido¡±.
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