El equilibrismo del PNV
En la crisis catalana, el lehendakari Urkullu no se ha alineado en ning¨²n momento con los postulados independentistas de la Generalitat
En la crisis en Catalu?a, el lehendakari I?igo Urkullu no se ha alineado en ning¨²n momento con los postulados independentistas unilaterales de la Generalitat. Siempre apel¨® a que las autoridades catalanas dialogaran con el Gobierno de Mariano Rajoy. Ayer, por ¨²ltima vez y a la desesperada, volvi¨® a reclamar di¨¢logo "como se viene sugiriendo desde las instituciones europeas" y desvel¨® que hab¨ªa enviado una carta a Jean Claude Juncker, presidente de la Comisi¨®n Europea, para que la UE medie. Urkullu se muestra "preocupad¨ªsimo" por la gravedad de la situaci¨®n, especialmente por la fractura social y entre instituciones.
El lehendakari mantiene una excelente relaci¨®n con Juncker, con el que se reuni¨® en mayo. La UE es referente clave del PNV ¡ªen el exilio particip¨® en los proleg¨®menos constitutivos de la Uni¨®n¡ª en su conducta pol¨ªtica, y tambi¨¦n lo est¨¢ siendo en la crisis catalana.
Urkullu y su partido atraviesan momentos muy dif¨ªciles por la polarizaci¨®n alcanzada en el enfrentamiento entre el secesionismo catal¨¢n y el Gobierno de Rajoy. Su preocupaci¨®n es m¨¢xima. "Ha desbordado l¨ªmites que no nos hubi¨¦ramos imaginado", reconoce Urkullu. No solo est¨¢n afectados por sus antiguos socios de CiU. Tambi¨¦n porque no han podido evitar que el conflicto tenga cierto contagio en Euskadi. Urkullu y el PNV est¨¢n emparedados entre la presi¨®n de la parte m¨¢s soberanista de sus bases, hostigadas a su vez por Bildu ¡ªque le reclaman la ruptura de relaciones con el Gobierno de Rajoy e incluso de su coalici¨®n con el PSE en Euskadi¡ª y su pragmatismo, que les anima a mantener el Gobierno con el PSE y su apoyo presupuestario al Gobierno del PP. De ese apoyo est¨¢n logrando importantes r¨¦ditos, como la revisi¨®n al alza de la Ley de Cupo y la presencia de la Ertzaintza en los foros europeos.
Para paliar el contagio han acordado un reparto de papeles entre el Gobierno vasco ¡ªUrkullu¡ª y el PNV ¡ªAndoni Ortuzar¡ª. Urkullu ha garantizado la continuidad del programa y su coalici¨®n de Gobierno con el PSE. La distancia cr¨ªtica que los socialistas mantienen con algunas actuaciones del Ejecutivo de Rajoy ¡ªparticularmente las cargas policiales del domingo¡ª lo facilita al relajarse la presi¨®n de las bases peneuvistas.
Tampoco ha roto la relaci¨®n con el Gobierno del PP, aunque la situaci¨®n catalana hace inviable repetir el apoyo a los Presupuestos. Pero no descartan a¨²n que el panorama cambie en Catalu?a y retomen las negociaciones aplazadas, aunque lo ven cada vez m¨¢s dif¨ªcil.
A la vez, el PNV, con la ausencia de Urkullu y su Gobierno, ha secundado con Bildu y Podemos dos manifestaciones en apoyo del proceso catal¨¢n organizadas por Gure Esku Dago, un remedo vasco de la Asamblea Nacional Catalana, y una moci¨®n en el Parlamento de Euskadi con la misma orientaci¨®n que contradice la posici¨®n cr¨ªtica del lehendakari sobre dicho proceso, al que ha descalificado por su unilateralidad y la fractura provocada en la sociedad catalana. El PNV trata de justificarse con el argumento de que no quiere dejar el espacio soberanista a Bildu porque su ideario pol¨ªtico, desde la Asamblea Nacional de 1999, es "la m¨¢xima soberan¨ªa para Euskadi" a la par que relajan la presi¨®n interna.
Pese a su presencia en esas movilizaciones soberanistas, el PNV mantiene su estrategia de alianzas en Euskadi y Madrid y resiste las presiones de Bildu para que las rompan y unirse, junto con los sindicatos ELA y LAB, en un frente alineado con el independentismo catal¨¢n.
El mensaje que Urkullu env¨ªa a Catalu?a no es el del alineamiento con los postulados independentistas sino el del di¨¢logo pol¨ªtico entre la Generalitat y el Gobierno de Rajoy que aboque en un pacto de Estado y una reformulaci¨®n de su modelo. Tiene argumentos poderosos para reiterarlo porque lo viene reclamando desde hace cinco a?os, recuerdan en Ajuria Enea.
Ni Urkullu ni el PNV quieren que se repita lo sucedido en Catalu?a, donde sus antiguos aliados de CiU se han diluido con ERC en una coalici¨®n y dependen parlamentariamente de la CUP. Tienen, adem¨¢s, muy reciente el recuerdo del calvario del lehendakari Ibarretxe por depender de Batasuna y c¨®mo la experiencia culmin¨® con la p¨¦rdida del Gobierno vasco. Saben, asimismo, que las encuestas dan cotas muy bajas?al independentismo en Euskadi, siempre por debajo del 30% tras el final del terrorismo etarra, y que tiene mucho que ver con la vinculaci¨®n habida entre ETA y el independentismo. El PSE espera que el PNV "no eche por la borda la convivencia lograda en Euskadi con tantas dificultades" porque "est¨¢ convencido" de que los nacionalistas "no quieren que se repita aqu¨ª lo que sucede en Catalu?a".
Por eso, el PNV mantendr¨¢, por el momento, su estrategia porque sabe, y esta es la clave fundamental, que el proyecto independentista catal¨¢n no puede tener futuro sin el respaldo de la UE. Estos planteamientos, y sobre todo la posici¨®n de la Uni¨®n Europea, fijan los l¨ªmites en los que hoy se mueve el PNV.
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