Un ej¨¦rcito de voluntarios se organiza para salvar a los animales
Las iniciativas solidarias se ponen en marcha al margen de la Administraci¨®n para rescatar fauna herida y alimentar a los ejemplares que regresan al escenario arrasado
Ponte Caldelas, Pontevedra, cuatro de la tarde. Un grupo de 25 voluntarios se dan cita por WhatsApp a las afueras del pueblo para llevar a cabo la primera batida en busca de esos miles de v¨ªctimas de los fuegos forestales que no tienen nombre ni apellidos, pero que tambi¨¦n han perdido su vida, su familia, su casa, su sustento. La due?a del bar Mart¨ªnez sale al paso de la comitiva y ofrece un mont¨®n de barras del pan que le han sobrado. Nadie sabe muy bien qu¨¦ llevarles a unos comensales tan variados, herv¨ªvoros, carn¨ªvoros, insect¨ªvoros; pero ning¨²n alimento les parece desde?able en el paisaje fulminado. Algunos voluntarios han dedicado la ma?ana a recoger en los huertos esa fruta ca¨ªda que nadie come; otros llegan a la cita con sacos de pienso para perros; los dem¨¢s traen verdura y cosas que encontraron en la nevera. El ecosistema se ha desmoronado, ni siquiera el agua vale porque est¨¢ contaminada de cenizas, pero a los dos o tres d¨ªas del gran incendio los animales supervivientes empiezan a regresar en busca de su mundo, que ya no est¨¢. A lo lejos, uno de los grupos en los que se divide la comitiva descubre entre los esqueletos de los ¨¢rboles un zorro joven que huye en cuanto ve a los humanos. Un poco m¨¢s all¨¢, aparece un jabal¨ª desorientado, y luego una salamandra viva que nadie se explica c¨®mo logr¨® huir del infierno. Tambi¨¦n, semiocultos en el suelo calcinado, asoman los restos de un c¨¢nido. Bajo la capa superficial, la tierra todav¨ªa est¨¢ candente. Hay que caminar en orden, con cuidado por los caminos, a toda costa. Porque pisar el monte arrasado ser¨ªa hurgar en esta enorme herida negra del planeta.
Al grupo de Ponte Caldelas se han sumado Laura Duarte y Ana Mart¨ªn, presidenta y responsable territorial, respectivamente, de PACMA (Partido Animalista Contra el Maltrato Animal). Han llegado el mi¨¦rcoles desde Madrid para pedir al Gobierno gallego que suspenda la temporada de caza por razones de emergencia animal, y para entregar en la Xunta un plan de evacuaci¨®n de la fauna en situaciones catastr¨®ficas que hace tiempo ya hab¨ªan remitido sin que hubiera respuesta pol¨ªtica. El protocolo de actuaci¨®n no solo servir¨ªa para dar refugio, cura y alimento a los animales, sino que "podr¨ªa evitar p¨¦rdidas humanas" como la de Marcelino Mart¨ªnez, el vecino de Carballeda de Avia (Ourense) que muri¨® el domingo intentando salvar a sus ovejas.
Duarte y Mart¨ªn planean participar estos d¨ªas en varias batidas y han ayudado a organizar una red de voluntariado que se ha adelantado a cualquier medida administrativa. "Nos ha llegado una avalancha de ofrecimientos de todo el pa¨ªs", celebran las animalistas. Particulares no vinculados al partido que quer¨ªan echar una mano; refugios de toda Espa?a preguntando a d¨®nde enviar material; y tambi¨¦n muchos veterinarios dispuestos a trabajar gratis que brindaban sus cl¨ªnicas para posibles intervenciones. "De lo que nos hemos encargado en PACMA ha sido de poner en contacto a estas personas -los particulares de cada zona con los listados de veterinarios que agrupamos por comarcas- para tratar de cubrir las ¨¢reas m¨¢s afectadas por esta oleada de incendios" que solo en Galicia ha arrasado m¨¢s de 35.500 hect¨¢reas, explica la presidenta del partido. "A partir de ahora, ellos har¨¢n un trabajo que urge y no puede esperar por la burocracia".
"Los animales m¨¢s vulnerables, los que tienen m¨¢s dif¨ªcil escapatoria en los fuegos forestales son", enumera Ana Mart¨ªn, "en primer lugar los que dependen del hombre y viven en terrenos cercados, amarrados o con una pata atenazada por un cepo. Despu¨¦s, los reptiles; y luego, los que tienen sus madrigueras bajo tierra, como los topos, los conejos, los roedores... estos ahora no se ven. Quedan atrapados por el fuego que corre sobre la tierra y sufren como si los metieran vivos en un horno". "Los que mueren pierden su vida, que es lo ¨²nico que posee un animal", protesta, "y los otros, como el zorro que hemos visto hoy, vuelven buscando su casa y se encuentran con la nada. Es la imagen de la desolaci¨®n total".
En la monta?a gallega viven m¨¢s de 22.000 caballos salvajes con due?o. Algunas de las poblaciones m¨¢s importantes se encuentran en zonas masacradas el pasado fin de semana. Manuel P¨¦rez, presidente de los ganaderos de la Serra do Gali?eiro, en Gondomar (Pontevedra), cree que esta vez en su zona se han salvado la gran mayor¨ªa de los animales con propietario pero advierte de que ya no tienen nada que comer. Las vacas ya hab¨ªan sido trasladadas al valle a causa de la sequ¨ªa que asolaba Galicia, las cabras se refugiaron en una cantera abandonada y la mayor parte de los caballos aparecieron entre el lunes y el martes cerca de la localidad de Vincios, aunque "no se dejan coger porque son muy bravos". "Ahora tendremos que plantar algo de avena y cebada", comenta P¨¦rez, "porque la vegetaci¨®n desapareci¨® y van a pasar mucha hambre".
Los que se encontraban en libertad pudieron correr, pero otros, tal y como llevan denunciando varios d¨ªas la Asociaci¨®n Animalista Libera y la Fundaci¨®n Franz Weber, est¨¢n sometidos, de manera ilegal, a cadenas y artilugios que limitan sus movimientos. Rub¨¦n P¨¦rez, portavoz en Galicia de Libera, pone el foco en el monte Xiabre (entre los municipios pontevedreses de Caldas de Reis, Catoira y Vilagarc¨ªa), que tambi¨¦n ardi¨® y es, seg¨²n denuncia su colectivo, "zona habitual de ganado equino con cepos".
Su grupo tambi¨¦n se ha dedicado estos d¨ªas a tejer una red de ayuda "para todos los casos concretos que vayan surgiendo" en colaboraci¨®n con refugios de animales como el de Cambados (Pontevedra), que "est¨¢ en contacto con la polic¨ªa auton¨®mica y el Seprona". Esta protectora recogi¨® al d¨ªa siguiente de los fuegos varios perros perdidos, una de las consecuencias de las evacuaciones en los pueblos. "Hemos recibido muchas fotos como la de un perro abrasado, atado a una cadena", lamenta P¨¦rez. "En Silleda [Pontevedra] ardi¨® una granja con 10.000 pollos dentro y en el peor momento de los fuegos hubo un refugio, el de Os Biosbardos [en Ponteareas, Pontevedra], que fue desalojado". Los animales tuvieron que ser repartidos entre domicilios particulares porque no existe un protocolo oficial, pero Libera ya se ha reunido esta semana con un miembro de En Marea que llevar¨¢ una proposici¨®n al Parlamento gallego.
A la par que im¨¢genes aut¨¦nticas de la tragedia en los montes, se han puesto en circulaci¨®n unas cuantas fotos de animales carbonizados o agonizantes que nadie sabe ubicar ni en Galicia ni en el tiempo; pero todo empuja a la movilizaci¨®n. Si algo tiene de nuevo esta oleada de incendios en comparaci¨®n con los otros desastres naturales que vivi¨® la comunidad es el protagonismo de unas redes sociales que desde el fin de semana ardieron a la misma velocidad que el paisaje. "Todo el mundo ped¨ªa ayuda, todo el mundo quer¨ªa ayudar, como con el Prestige", concluye Ana Mart¨ªn: "Si algo ha demostrado la sociedad gallega es que se remanga y se pone a trabajar cuando vienen mal dadas".
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