Doctor: ?es ni?o, ni?a o intersexual?
Alemania ha sido el primer pa¨ªs europeo en reconocer legalmente el tercer sexo
Hay una tercera respuesta para la pregunta m¨¢s normal de los padres: el sexo de su futuro hijo. La biolog¨ªa est¨¢ cuajada de matices que la burocracia no entiende y, aunque ser hombre o mujer es lo normal, hay que reservar la cautela para una m¨ªnima parte de casos en los que el beb¨¦ nace con una anatom¨ªa reproductiva o sexual que a duras penas encaja en lo claramente masculino o femenino. Esta semana, Alemania ha dado un gran paso para reconocer a ese tercer sexo, el de los intersexuales.
A finales de 2018, como muy tarde, todos los marcos legislativos del pa¨ªs habr¨¢n permitido ya que un beb¨¦ se registre como "¨ªnter", "diverso" u otro t¨¦rmino que describa su identidad de g¨¦nero en el Registro Civil. Y esa medida no implica solo que quien concibe los formularios administrativos se haya apeado por una vez de su esp¨ªritu cuadriculado, sino tambi¨¦n ahorrarse operaciones innecesarias. Era habitual someter al beb¨¦ intersexual, con el apresuramiento que exig¨ªa la inscripci¨®n del reci¨¦n nacido, a una intervenci¨®n quir¨²rgica de asignaci¨®n de sexo. Y, cuando menos, ahorrar¨¢ procesos judiciales penosos para modificar los "marcadores de g¨¦nero" de una persona a lo largo de su vida (la designaci¨®n que aparece en documentos como la partida de nacimiento o el carn¨¦ de identidad, en la que figura el sexo consignado al nacer).
Alemania es el primer pa¨ªs europeo en reconocer esa opci¨®n expl¨ªcitamente, aunque desde hac¨ªa cuatro a?os ya permit¨ªa dejar en blanco la casilla de sexo. En Dinamarca o Malta es posible marcar con una "x" la casilla del sexo en algunos documentos.
El reconocimiento de Alemania no solo es una rareza en Europa, sino pr¨¢cticamente en todo el mundo. ILGA, una federaci¨®n de asociaciones LGTBI (la i es, precisamente, de "intersexual"), public¨® hace un a?o un an¨¢lisis de las legislaciones nacionales, del que difundir¨¢ una actualizaci¨®n en unas semanas. El tercer sexo es un hecho legal en Australia y Nueva Zelanda, que fueron pioneras, aunque tambi¨¦n en Nepal y Pakist¨¢n (con procedimientos que ILGA califica de "poco claros", eso s¨ª). En Nepal se expiden pasaportes con sexo "o" (de "otros"), si bien quienes lo han logrado ha sido por perseverar ante la administraci¨®n. En Pakist¨¢n, la Corte Suprema de Justicia dict¨® en 2009 una sentencia que permit¨ªa la inscripci¨®n de un "tercer g¨¦nero" en el registro de DNI. Tambi¨¦n es posible en Banglad¨¦s e India.
Canad¨¢ permite la tercera opci¨®n de g¨¦nero en el pasaporte y en Estados Unidos, el reconocimiento va por Estados: en Oreg¨®n y en Washington. En California se abre la posibilidad a los documentos de g¨¦nero neutro. La cuesti¨®n de la intersexualidad se ha puesto sobre la mesa en el pa¨ªs por iniciativas espont¨¢neas para crear ba?os no binarios o la anulaci¨®n por parte de la Administraci¨®n Trump de las medidas de Obama para que los transg¨¦nero eligieran qu¨¦ servicio utilizar.
?Cu¨¢ntos intersexuales hay?
No resulta f¨¢cil saber con exactitud cu¨¢ntos ni?os podr¨¢n beneficiarse de la medida de Alemania (un c¨¢lculo somero de hace cuatro a?os establec¨ªa que unos 400 beb¨¦s al a?o), ni cu¨¢ntos intersexuales nacen al a?o en el mundo. Porque ese mismo cuidado con los matices, esa conciencia de que no todo el mundo es hombre o mujer, es necesaria tambi¨¦n para definir bien qu¨¦ es una persona intersexual. "Intersexual" es un adjetivo caj¨®n de sastre para incluir enfermedades o problemas m¨¦dicos distintos, aunque con un denominador com¨²n: la persona intersexual nace con una anatom¨ªa sexual o reproductiva que no se corresponde exactamente con la definici¨®n t¨ªpica de masculino o femenino. La controversia llega al decidir hasta qu¨¦ punto un rasgo que se aleja de los dos sexos es suficiente por s¨ª para clasificar a una persona como 'intersexual'. Y, para complicar el problema, resulta que no siempre esos rasgos asoman en el momento de nacer, sino que pueden aparecer durante el desarrollo de la persona.
Intersexual no es sin¨®nimo de transg¨¦nero
No hay que confundir a un intersexual con un transg¨¦nero. El primer t¨¦rmino alude a la anatom¨ªa f¨ªsica y el segundo a la identidad de g¨¦nero (como se siente una persona, con independencia de su sexo biol¨®gico). Para referirse a la condici¨®n intersexual en otros contextos se emplea la designaci¨®n DSD (trastornos del desarrollo sexual).
Eso a?ade complicaci¨®n al c¨¢lculo de los beb¨¦s intersexuales nacidos. Seg¨²n un an¨¢lisis de casos de 1955 a 1998 de la Universidad de Brown publicado hace ya 17 a?os podr¨ªan alcanzar hasta un 2% de todos los nacimientos. Algo m¨¢s sencillo resulta contabilizar los casos de algunos de los problemas m¨¦dicos espec¨ªficos relacionados con la asignaci¨®n de sexo. Por ejemplo, en uno en cada 6.000 casos los beb¨¦s padecen ag¨¦nesis vaginal (la vagina no se desarrolla y el ¨²tero tampoco, o solo en parte), en uno de cada 13,000 del s¨ªndrome de insensibilidad gen¨¦tica. Los andr¨®genos, responsables de desarrollar el pene, los test¨ªculos o el vello no son asimilados por las c¨¦lulas y un cuerpo con cromosomas XY se desarrolla como el de una mujer. Hay casos en que esta insensibilidad es parcial, pero es a¨²n m¨¢s rara (uno de 130.000 casos). En uno de cada 83.000 nacimientos se detectaban ovotestes (g¨®nadas que comparten rasgos de test¨ªculos y de ovarios). El estudio titubeaba a la hora de calcular a cu¨¢ntas personas se someti¨® a alg¨²n tipo de cirug¨ªa para normalizar la apariencia de sus genitales: entre una y dos de cada 1.000 nacimientos.
Adem¨¢s del aspecto m¨¦dico o del legal, la lenta batalla por el reconocimiento del sexo m¨¢s desconocido tiene un frente ling¨¹¨ªstico: qu¨¦ g¨¦nero gramatical aplicarle. En ingl¨¦s, donde la marcaci¨®n de g¨¦nero en los nombres y adjetivos es cosa infrecuente, se libra en el terreno de los pronombres. "He", "she" e "it" ya no sirven. Surgen as¨ª "ze", "zie" y otras curiosas propuestas.
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