La peor venganza contra una madre
Un grupo de mujeres v¨ªctimas de violencia, cuyos maridos mataron a sus hijos, crean un grupo de WhatsApp para paliar las carencias del sistema, lideradas por Ruth Ortiz
En el grupo de WhatsApp de Las Luchadoras nadie dijo nada despu¨¦s del crimen de Alzira del pasado domingo. Un silencio elocuente. Un estremecimiento com¨²n tras conocer la noticia: otra ni?a, de solo dos a?os, acuchillada por su padre justo cuando su madre hab¨ªa salido para denunciarle por malos tratos en una comisar¨ªa... La historia, con variables pero id¨¦ntico resultado, se repite hasta ocho veces este a?o, seg¨²n los datos del Ministerio de Sanidad: fueron asesinados seis ni?os en 2013, cuatro en 2014, otros cuatro en 2015, uno en 2016 y ocho en 2017. Matar a los hijos por venganza comienza a no ser tan infrecuente.
Las Luchadoras son Ruth Ortiz, cuyo marido, Jos¨¦ Bret¨®n, en pleno proceso de separaci¨®n mat¨® a sus hijos Ruth (seis a?os) y Jos¨¦ (dos a?os) y calcin¨® sus cuerpos en 2011 en C¨®rdoba; Margarita Dopico (44 a?os), cuyo esposo, Jos¨¦ Luis Deus, mat¨® a su hijo de 14 meses y prendi¨® fuego al coche con el ni?o dentro hace seis a?os en Betanzos (Galicia); Gemma Cuesta (37 a?os), cuya pareja, Jonathan Moya, se llev¨® a su hija Miriam de 16 meses tras una discusi¨®n, la mat¨® de un golpe en la cabeza y arroj¨® su cuerpo a una balsa de Abrucena (Granada); B¨¢rbara Garc¨ªa, que perdi¨® a sus dos hijas, Amets y Sara (de siete y nueve a?os) porque su padre, Jos¨¦ Ignacio Bilbao, las mat¨® a golpes en 2014 durante una visita en Soto del Barco (Asturias), luego se tir¨® por el viaducto de la Concha de Artedo; y la ¨²ltima en unirse al grupo ha sido Yulia Lantukh, cuyo marido, el ingeniero de telecomunicaciones sevillano Sergio Oliva, acuchillo a sus dos hijos (Miguel ?ngel, de cinco a?os, y Leonardo, de cuatro) el pasado mes de febrero en Aurich (Alemania) tras saber que su mujer quer¨ªa dejarle. Aunque por distintas circunstancias, tambi¨¦n forma parte del grupo Mar¨ªa Cham¨®n, la madre de Laura del Hoyo, de 24 a?os, a quien asesin¨® Sergio Morate junto a su exnovia, Marina Okarynska el verano de 2015.
Retirar la custodia a los maltratadores y seguimientos
La fiscal del Supremo de la sala contra la Violencia sobre la Mujer, Pilar Mart¨ªn-N¨¢jera, recuerda que ¡°para que los ¨®rganos judiciales den una respuesta m¨¢s contundente frente a una denuncia, adoptando medidas para alejar al menor del investigado, mediante la suspensi¨®n de la patria potestad y del r¨¦gimen de visitas, seg¨²n cada caso, o al menos se establezcan medidas de supervisi¨®n para garantizar su seguridad, se requieren medios adecuados como los puntos de encuentros familiares y personal especializado¡±. Por otra parte, desde el grupo socialista del Congreso se est¨¢ impulsando la creaci¨®n de una Comisi¨®n de Seguimiento que permita evaluar los avances en los acuerdos del Pacto de Estado en materia de violencia de g¨¦nero. ¡°Es una manera de agilizar las medidas acordadas en el pacto y que esto empiece a andar¡±, se?ala la diputada ?ngeles ?lvarez. De hecho, esta semana presentaron ya un escrito a la Mesa del Congreso firmado por todos los grupos pol¨ªticos a excepci¨®n del Partido Popular (PP) que ha presentado el suyo propio por un desacuerdo de forma.
Ruth Ortiz se ha convertido sin querer en el s¨ªmbolo de la lucha de estas mujeres doblemente maltratadas, primero por sus maridos y despu¨¦s por un sistema que ni siquiera las reconoc¨ªa como v¨ªctimas de violencia. Eso cambi¨® el pasado 22 de septiembre, cuando gracias a sus quejas canalizadas a trav¨¦s del grupo socialista, el Congreso aprob¨® que fuesen incluidas como tales. Sin embargo, hasta entonces, fue una lucha casi en solitario, en la que ese peque?o grupo de WhastApp, surgido de la b¨²squeda de unas y otras en busca de consuelo, ha servido para paliar las carencias de un sistema que fue incapaz de proteger a sus hijos y de articular despu¨¦s coberturas para que pudieran seguir viviendo con las brutales consecuencias de esa p¨¦rdida.
¡°Ante un divorcio o separaci¨®n que no sea de com¨²n acuerdo debe haber una figura que solo vele por los hijos y los escuche, tienen que escuchar a los hijos¡±, dice Ortiz. ¡°Hay periodos de transici¨®n hasta el juicio ¡ªsi lo hay¡ª en los que no existe control alguno¡±, denuncia. ¡°No hay una protecci¨®n espec¨ªfica para los menores, por eso en el momento en que hay una mujer maltratada con hijos hay que alejarlos de la violencia, en centros, con familiares o como sea, y durante un tiempo las visitas de ambos progenitores deben estar supervisadas¡±, propone. Pero lo tiene claro: "Un padre maltratador no es un buen padre, no le va a traer nada bueno a sus hijos y no merece nada".
Un abanico de medidas sin medios
En Espa?a 840.000 hijos e hijas de mujeres maltratadas sufren cada a?o las consecuencias de la violencia de g¨¦nero al vivir en el hogar donde se produce. Las encuestas de Sanidad indican que el 6,2% de los ni?os y ni?as de Espa?a padecen la violencia de manera directa (540.000) y que en la ¨²ltima d¨¦cada el n¨²mero de menores muertos por causa de la violencia contra su madre ascienden a 44 (entre cuatro meses y 16 a?os), seg¨²n se recog¨ªa en un informe de la subcomisi¨®n del Pacto de Estado contra la Violencia de G¨¦nero firmado por todos los grupos parlamentarios.
En principio, la ley prev¨¦ un abanico de medidas para proteger a los menores, seg¨²n recueda la fiscal para la violencia de g¨¦nero, Pilar Mart¨ªn-N¨¢jera. Ley org¨¢nica (2015), Convenio de Estambul ratificado por Espa?a en 2014, la ley procesal que regula las ¨®rdenes de protecci¨®n, el C¨®digo Civil... Pero la fiscal concluye: ¡°Para que puedan adoptarse esas medidas de protecci¨®n y llevarse a cabo se necesita dotar de equipos especializados en menores y en violencia de g¨¦nero a los ¨®rganos judiciales¡±.
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