El l¨ªder de los obispos condena la declaraci¨®n de independencia y avala el art¨ªculo 155
¡°Los acontecimientos en Catalu?a nos preocupan en medida creciente¡±, dice el cardenal Bl¨¢zquez ante el plenario de la CEE
"Si alguien dudaba, hoy se acaba la acusaci¨®n de equidistancia ante el problema catal¨¢n. Los obispos estamos donde debemos estar". Con esta contundencia entraba esta ma?ana al sal¨®n de plenos de la Conferencia Episcopal Espa?ola (CEE) uno de sus miembros m¨¢s notables y respetados. No quiso que se use su nombre pese a hablar ante varios periodistas. "Escuchad atentos a quien tiene nuestra voz", dijo euf¨®rico. Cinco minutos despu¨¦s, el l¨ªder episcopal, cardenal arzobispo de Valladolid Ricardo Bl¨¢zquez, se expresaba, esta vez sin tapujos, contra el proceso independentista y en favor de la aplicaci¨®n del art¨ªculo 155 de la Constituci¨®n en un largo p¨¢rrafo de su discurso de apertura de la asamblea de oto?o del episcopado. Dijo Bl¨¢zquez: "Al comenzar la asamblea plenaria quiero hacerme eco de los sentimientos que la situaci¨®n actual suscita en nosotros. Desde hace alg¨²n tiempo el desarrollo de los acontecimientos en Catalu?a nos preocupaba en medida creciente; y nos entristeci¨® la Declaraci¨®n Unilateral de Independencia (DUI) del d¨ªa 27 del pasado mes de octubre. Significaba la ruptura del orden constitucional que los espa?oles nos hemos dado hace cuarenta a?os". El apartado de esta parte de su discurso llevaba este t¨ªtulo: "Participando en las preocupaciones y esperanzas".
En palabras del cardenal presidente de la CEE, los obispos juzgan "que la Declaraci¨®n de ruptura es un hecho grave y perturbador de la convivencia, que va m¨¢s all¨¢ de las discrepancias entre las formaciones pol¨ªticas". Concluy¨® Bl¨¢zquez: "La Constituci¨®n se gest¨®, redact¨® y fue aprobada en las urnas, como fruto del consenso entre todos. Los espa?oles en aquellos a?os pasamos de la incertidumbre ante el futuro a la satisfacci¨®n porque el deseo ampliamente compartido de reconciliaci¨®n se hab¨ªa traducido en una regulaci¨®n fundamental de nuestra convivencia. La ruptura reciente nos ha entristecido y preocupado, ya que la Constituci¨®n hab¨ªa nacido con la aspiraci¨®n de configurar para las generaciones presentes y futuras un marco general de libertad y respeto en el que cab¨ªamos todos. Es comprensible que el paso del tiempo y la vitalidad de la sociedad fuera mostrando la conveniencia de reformar o a?adir aspectos nuevos en la Constituci¨®n para que siempre sea actual, pero ella misma indicaba los procedimientos para introducir los cambios oportunos".
No son pocos los obispos a los que las palabras de su presidente habr¨¢n disgustado. En sus di¨®cesis, se?aladamente en Barcelona, Solsona, Girona y Seo de Urgell, un buen n¨²mero de sacerdotes, algunos con mando eclesi¨¢stico, abrieron sus iglesias para que se pudiera votar o hacer el recuento de votos en el refer¨¦ndum ilegal del pasado 1 de octubre, traficaron con urnas de espaldas a la polic¨ªa e hicieron repicar las campanas de sus iglesias. Hubo prelados que anunciaron incluso que acudir¨ªan a votar, afirmativamente por supuesto. Esta ma?ana, el cardenal presidente de la CEE les ha avinagrado el desayuno. Dijo al plenario: "La Iglesia, que colabor¨® eficazmente en la Transici¨®n pol¨ªtica, aunque no siempre sea reconocido, desea continuar cumpliendo su misi¨®n de reconciliaci¨®n y pacificaci¨®n. El ministerio de los obispos y presb¨ªteros est¨¢ al servicio de la comuni¨®n eclesial; y, por ello, tambi¨¦n de la convivencia pac¨ªfica de los ciudadanos. Nuestra renuncia a la militancia pol¨ªtica favorece que nadie se considere extra?o a la comunidad cristiana por opciones leg¨ªtimas".
Bl¨¢zquez tambi¨¦n se pronunci¨® sobre la aplicaci¨®n del art¨ªculo 155 de la Constituci¨®n. "Apoyamos el restablecimiento del orden constitucional, porque es un bien com¨²n. La normalizaci¨®n de la vida social y el correcto funcionamiento de las instituciones suponen y exigen el respeto de la ley, que regula nuestra convivencia. La normalizaci¨®n requiere, adem¨¢s, el esfuerzo de todos para que las relaciones sociales, eclesiales y familiares afectadas negativamente por estos hechos sean renovadas por el respeto a la libertad de todos, la mutua confianza y la concordia serena. La Iglesia por su misma naturaleza puede contribuir a la pacificaci¨®n personal y social, acentuando particularmente la solidaridad entre todos y la atenci¨®n a los pobres. Como suele decir el papa deseamos destruir muros y tender puentes".
Hace menos de dos meses, el pasado 27 de septiembre, la comisi¨®n permanente de la CEE, que forman cardenales, arzobispos y los obispos con m¨¢s peso entre los jerarcas espa?oles, hasta sumar 22 miembros, fue acusada en muchos medios de equidistancia ante el problema catal¨¢n pese a publicar entonces una llamada "Nota" expresando preocupaci¨®n y llamando al di¨¢logo. "En estos momentos graves, la verdadera soluci¨®n del conflicto pasa por el recurso al di¨¢logo desde la verdad y la b¨²squeda del bien com¨²n de todos, como se?ala la Doctrina Social de la Iglesia", dijeron. Entonces se buscaba la unanimidad ante el pronunciamiento. La hubo. Pero aquella actitud meliflua no sirvi¨® para aplacar a los eclesi¨¢sticos clara o veladamente independentistas. Al contrario. Muchos de sus mandos interpretaron lo dicho en la Casa de la Iglesia cat¨®lica en Madrid como una renuncia a entrar en el fondo del asunto, teniendo en cuenta que la apelaci¨®n al di¨¢logo era entonces un ejercicio condenado al fracaso e, incluso, de connivencia con la Generalitat.
La pol¨¦mica "Nota" advert¨ªa que la crisis se viv¨ªa "con gran preocupaci¨®n en el resto de Espa?a", pero dejaba el juicio final "a los deseos y sentimientos manifestados recientemente de forma conjunta por los obispos con sede en el territorio de Catalu?a, aut¨¦nticos representantes de sus di¨®cesis". No se hac¨ªa ninguna referencia (o advertencia) a los prelados y muchos de sus vicarios, adem¨¢s de cientos de sacerdotes, frailes y di¨¢conos, que se estaban expresando sin tapujos partidarios del derecho a decidir del pueblo catal¨¢n e, incluso, de la celebraci¨®n del refer¨¦ndum.
Esta asamblea de oto?o de la CEE tiene una agenda muy destacada, pero se sab¨ªa que Catalu?a iba a desplazarla del debate nacional. Entre otros temas, los obispos estudiar¨¢n "la situaci¨®n de la Pastoral Educativa en Espa?a" y un informe de la subcomisi¨®n para la familia y defensa de la vida "sobre Ideolog¨ªa de g¨¦nero y su traslaci¨®n a proyectos educativos". Se trata de temas en los que los obispos chocan con la mayor¨ªa de la sociedad, incluso ante sus fieles. Quiz¨¢s por eso, el cardenal Bl¨¢zquez subray¨® ayer el papel de su confesi¨®n en la Transici¨®n. "Dijo: "Su¨¢rez pidi¨® que se pusiera como epitafio en su sepulcro: 'La concordia fue posible'. Estamos convencidos de que tambi¨¦n hoy es posible la convivencia en la diversidad. Como entonces el di¨¢logo de los ciudadanos y en las instituciones ser¨¢ un impulso renovado para continuar construyendo una sociedad en paz, en libertad y en justicia".
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