Un juez investiga el encierro de cuatro presos durante d¨ªas en una celda sin agua corriente

El titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucci¨®n 2 de Palencia, Jes¨²s Manuel Gonz¨¢lez Villar, est¨¢ investigando las condiciones en las que entre abril y mayo del a?o pasado fueron recluidos cuatro presos en una celda sin agua corriente de la c¨¢rcel de Due?as (Palencia). El magistrado abri¨® diligencias previas el pasado 25 de septiembre y envi¨® un exhorto a su compa?era del Juzgado de Vigilancia Penitenciaria para que le remita las pesquisas que ella hubiera realizado por estos mismos hechos tras recibir la queja de la familia de uno de los internos afectados.

Tambi¨¦n ha enviado a la Secretar¨ªa General de Instituciones Penitenciarias, dependiente del Ministerio del Interior, un requerimiento de informaci¨®n para que aporte los expedientes de los cuatro reclusos as¨ª como los libros de servicios de la c¨¢rcel de aquellos d¨ªas, donde se anotan las incidencias. Seg¨²n fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Castillo y Le¨®n, pese a tiempo transcurrido, esta ¨²ltima documentaci¨®n a¨²n no ha llegado al juzgado. En el auto de apertura de diligencias, al que ha tenido acceso EL PA?S, el magistrado no especificaba el delito que investiga ni concreta "las personas que en ellos han intervenido".

El origen de la investigaci¨®n est¨¢ en la denuncia que el pasado 11 de julio present¨® el sindicato ACAIP -el mayoritario entre los funcionarios de prisiones- sobre las supuestas irregularidades en la utilizaci¨®n como "celda de observaci¨®n" de la n¨²mero 61 del m¨®dulo de ingresos de la prisi¨®n palentina. En el escrito, el sindicato detallaba que en la misma eran recluidos aquellos presos de los que se sospechaba que, tras mantener un vis a vis con familiares o volver de un permiso, pod¨ªan portan droga en su organismo. El objetivo era que la expulsasen para incaut¨¢rsela y evitar que traficasen con ella o la consumieran. Para ello, la celda hab¨ªa sufrido importantes modificaciones en su mobiliario. As¨ª, los desag¨¹es de la ducha y el lavabo est¨¢n cegados; no cuenta con agua corriente; tiene dos c¨¢maras de vigilancia; la ventana est¨¢ cubierta con una rejilla para impedir que se pueda lanzar ning¨²n objeto al exterior; y permanece iluminada incluso durante las horas nocturnas.

Todo ello, para evitar que el recluso que sea ingresado en ella se pueda desprender o intente ocultar de nuevo la droga una vez que la haya expulsado de su organismo. De hecho, el inodoro de la celda est¨¢ comunicado con el de otra celda para que las heces puedan ser recogidas y as¨ª detectar la posible presencia del estupefaciente. Siempre seg¨²n la denuncia del sindicato, cuatro presos fueron internados de manera individual en esta celda sin agua corriente durante seis d¨ªas cada uno en la primera mitad de este a?o.

El primero, Nasri Z., entre el 1 y 6 de marzo. Los tres primeros d¨ªas, destaca el escrito de ACAIP, este recluso estuvo en aislamiento en total, sin poder salir al patio ni ducharse. A partir del cuarto d¨ªa, se le autoriz¨® a pasear en el exterior sin la compa?¨ªa de otros presos durante una hora y a asearse. El segundo reo, Samy S., fue alojado en la celda 61 entre los d¨ªas 5 y 11 de abril, tiempo en el que protagoniz¨® "conductas auto lesivas" al propinarse un cabezazo contra la pared. El tercer interno, Jes¨²s H., pas¨® en la misma celda entre el 21 y el 26 del mismo mes. El ¨²ltimo d¨ªa, supuestamente intent¨® ahorcarse. El ¨²ltimo preso, Aritz S. S., permaneci¨® en el habit¨¢culo entre el 18 y 23 de mayo. En ese tiempo, tuvo que ser asistido en dos ocasiones de urgencia por los servicios m¨¦dicos del centro. En la primera ocasi¨®n por "un fuerte dolor en el pecho". La segunda, por un intento de autolesi¨®n "supuestamente trag¨¢ndose unas cuchillas", seg¨²n un escrito interno del centro que la denuncia aport¨® como documentaci¨®n.

El sindicato considera que las condiciones en las que todos estos presos estuvieron recluidos en dicha celda suponen "un rigor innecesario" ya que se les someti¨® a "sufrimiento f¨ªsico o mental" que "vulnera gravemente los derechos b¨¢sicos" de lo interno. La denuncia cataloga todo ello como delitos de torturas. De todo ello, ACAIP considera responsables tanto al director de la prisi¨®n ¡ªque fue quien dict¨® en 2015 una nota interna en la que se ordenaban dichos encierros¡ª como al m¨¢ximo responsable de Instituciones Penitenciarias, ?ngel Yuste.

Cuando se conoci¨® las caracter¨ªsticas de la celda el pasado mes de junio, fuentes oficiales de Instituciones Penitenciarias aseguraron a EL PA?S que hab¨ªa otras similares en todas las c¨¢rceles desde hace tiempo con id¨¦ntico fin. Estas mismas fuentes recalcaron que la situaci¨®n vivida en la prisi¨®n palentina hab¨ªa sido fruto de la actitud de los presos y aseguraron que "si hubieran colaborado y se hubieran sometido al examen radiogr¨¢fico para localizar o descartar la presencia de sustancias estupefacientes en su organismo, no hubieran pasado por la celda". Tambi¨¦n a?adieron que, tras la queja de uno de los reclusos ¡ªel que hab¨ªa permanecido recluido entre el 18 y el 23 de mayo¡ª un juez hab¨ªa avalado la decisi¨®n de la direcci¨®n del centro. "Es la mejor manera de evitar la entrada de droga en la c¨¢rcel", defienden desde entonces.