¡°?Soldado Vequia, ven aqu¨ª a la derecha de tu amo!¡±
Un caso de 'mobbing' en el Ej¨¦rcito acaba con el procesamiento del sargento presuntamente acosador y el despido de la v¨ªctima
En la compa?¨ªa de Transmisiones la Brigada Canarias, con base en Las Palmas, le llamaban Vequia, traslaci¨®n fon¨¦tica de vieja en italiano. Cuando hac¨ªan marchas o estaban en formaci¨®n, el sargento le gritaba: "?Vequ¨ªa, ven aqu¨ª a la derecha de tu amo!" o "?Vequia, ven a la derecha de pap¨¢!". Todos los soldados le re¨ªan la broma.
El superior ridiculizaba su forma de andar. ¡°Cuando andas parece que esqu¨ªas, tienes el cuerpo raro, est¨¢s mal hecho. ?Con ese cuerpo eras capaz de follarte a tu novia?¡±, se burlaba. Una vez le oblig¨® a mostrarle la foto que ten¨ªa de ella en la pantalla de inicio del m¨®vil. ¡°Las t¨ªas que se hacen fotos tirando besos parecen putillas¡±, le espet¨®.
En la compa?¨ªa, todo el mundo le segu¨ªa el juego al sargento. Cuando alguno comet¨ªa un fallo grave dec¨ªan ¡°no seas¡¡± y a?ad¨ªan el nombre del soldado. O ¡°no hagas gansadas¡±. Pero en vez de la palabra ganso usaban su apellido. ¡°Eres una porquer¨ªa. Me da verguenza que lleves el mismo uniforme que yo¡±, le repet¨ªa otro suboficial.
El rap de la compa?¨ªa de transmisiones
¡°Vequia ven aqu¨ª a la derecha de tu amo/ es el terror de la compa?¨ªa/ no le mandan na porque nadie se f¨ªa/ tiene su tonter¨ªa/ no has visto c¨®mo anda/ parece que esqu¨ªa...¡± Un rap, compuesto por dos de sus compa?eros (puede escucharse pinchando el v¨ªdeo), sirvi¨® para generalizar las burlas contra el soldado. Incluso, algunos pon¨ªan la canci¨®n en la radio de sus veh¨ªculos.
Los autores le grabaron sin que ¨¦l lo supiera e introdujeron su voz en la grabaci¨®n ("son cosas que pasan, son cosas que hago..."). Cuando les amenaz¨® con quejarse a los mandos, le contestaron que no pod¨ªa dar parte porque la hab¨ªan compuesto por orden del sargento. Seg¨²n el auto judicial, fue el mando quien sugiri¨® que hicieran una canci¨®n sobre Vequia pero, cuando estaba en Afganist¨¢n, llam¨® malhumorado pensando que tambi¨¦n a ¨¦l le hab¨ªan grabado sin saberlo mientras pronunciaba la famosa primera frase de la canci¨®n. En realidad fue un soldado quien imit¨® su voz en el rap.
Sacaron copias de su invitaci¨®n de boda y las hicieron circular por el cuartel, mof¨¢ndose de que ten¨ªa faltas de ortograf¨ªa y del sitio ¡°cutre¡± donde iba a celebrarse el banquete.
M¨¢s de una vez, en presencia de sus compa?eros, el sargento le orden¨® ponerse firmes y, si no le gustaba c¨®mo lo hac¨ªa, le daba golpes con el pu?o cerrado en el pecho. Pechazos lo llamaba.
El soldado se quej¨® a los mandos de que ¡°no le hac¨ªan ninguna gracia las cosas que le dec¨ªan¡± y pidi¨® ¡°por favor si pod¨ªan evitarlo, porque se sent¨ªa muy mal¡±. Un psic¨®logo le diagnostic¨® ¡°trastorno de adaptaci¨®n¡±.
¡°El sargento lo ten¨ªa enfilado. Hac¨ªa comentarios ridiculiz¨¢ndolo para provocar la risa del personal. ?l nunca dec¨ªa nada. Yo creo que hab¨ªa interiorizado ese papel. Estaba completamente intimidado¡±, recuerda un cabo. ¡°Se quejaba poco y nunca p¨²blicamente. Si yo hubiera recibido ese trato, no habr¨ªa aguantado tanto, habr¨ªa cogido la baja psicol¨®gica¡±, explica otro soldado.
El cabo escribi¨® un informe en el que se?alaba que, ¡°si bien es cierto que cuando se incorpor¨® a la unidad necesit¨® un tiempo de adaptaci¨®n, a partir de esa fecha, se le prejuzg¨®, no se le trataba igual que a los otros y no se le permit¨ªa rendir como a los dem¨¢s, le afectaban los prejuicios de mandos y compa?eros que llegaron a desmotivarlo¡±.
¡°Se le buscaba el m¨¢s m¨ªnimo fallo para sancionarlo (fue arrestado en numerosas ocasiones). Por m¨¢s que mostrara inter¨¦s, no se le valoraba porque ya ten¨ªa un 'nombre'. A ra¨ªz de las primeras sanciones, el soldado intent¨® cambiar de actitud y aun as¨ª se le segu¨ªa tratando de la misma manera¡±, a?ad¨ªa.
El informe del cabo, quien hac¨ªa constar que ¡°no le une ning¨²n tipo de parentesco o amistad [con el soldado] que vaya m¨¢s all¨¢ del compa?erismo propio de miembros de las Fuerzas Armadas¡±, no le sirvi¨® de nada.
En noviembre de 2014, tras m¨¢s de cinco a?os en el Ej¨¦rcito, el Ministerio de Defensa decidi¨® no renovarle el compromiso, por considerarlo "no id¨®neo". Ya se lo advirti¨® un suboficial: ¡°Estar¨ªa mejor trabajando en un Mc Donald's¡±.
Defensa se bas¨® en que acumulaba ocho faltas disciplinarias leves y una grave; 132 d¨ªas de baja m¨¦dica y tres IPEC (Informe Personal de Calificaci¨®n) consecutivos negativos.
El soldado ha recurrido su expulsi¨®n ante la Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Madrid. Su abogado, Antonio Su¨¢rez-Vald¨¦s, alega que 70 d¨ªas de baja corresponden a una descarga el¨¦ctrica que sufri¨® cuando se le orden¨® realizar una reparaci¨®n para la que no estaba capacitado, siendo en todo caso su absentismo inferior al 10%; que sus arrestos son fruto del mobbing que sufri¨® por parte de su jefe y tampoco tiene dos faltas graves no canceladas como dice la normativa; y que los resultados de los IPEC han sido falseados.
La demanda por despido a¨²n no se ha resuelto, pero el juez militar de Las Palmas proces¨® el pasado d¨ªa 17 al sargento por abusar de su autoridad y tratar de manera vejatoria e inhumana a un inferior. Seg¨²n el auto, el soldado fue v¨ªctima de un acoso que ¡°atenta a la dignidad y derecho de cualquier persona¡± y nunca ¡°deb¨ªa haberlo soportado¡±.
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