Caso La Manada: Los actores secundarios de un juicio en diferido
El proceso judicial a La Manada ha sido una especie de plat¨® de televisi¨®n, donde unos han querido aprovechar los focos y otros han tratado de pasar inadvertidos
El juicio a La Manada, como se autodenominaban los cinco supuestos violadores de una chica de 18 a?os en los Sanfermines de 2016, ha tenido una amplia trastienda. Pese a desarrollarse a puerta cerrada, ha sido retransmitido en diferido d¨ªa a d¨ªa hasta que este martes qued¨® visto para sentencia. Los focos y las c¨¢maras han atra¨ªdo a unos y espantado a otros. Expertos e inexpertos en causas de agresi¨®n sexual han nutrido un procedimiento por el que han pasado m¨¢s de 60 testigos.
El instructor. Edilberto Esteban fue el primer magistrado que escuch¨® a la v¨ªctima. Lo hizo el 8 de julio, solo un d¨ªa despu¨¦s de la supuesta violaci¨®n. Sobre su investigaci¨®n gira toda la causa y fue quien decidi¨® enviar a los acusados a prisi¨®n, tras negarse a declarar, y quien calific¨® los hechos de "violaci¨®n m¨²ltiple". En su auto subray¨® que el relato de la v¨ªctima fue "muy claro en cuanto a la mec¨¢nica utilizada" por La Manada e insisti¨® en que la "obligaron a entrar y a realizarle felaciones" antes de penetrarla. La defensa lo ha criticado mucho por no permitir que el v¨ªdeo grabado saliera de su despacho y dificultar as¨ª la labor de los peritos.
El ponente. La redacci¨®n de la sentencia queda en manos de Jos¨¦ Francisco Cobo S¨¢enz, presidente de la sala segunda de la Audiencia y ponente. Un magistrado experimentado, propuesto en 2008 por el Parlamento navarro ¡ªavalado por los socialistas¡ª para ocupar una plaza del Constitucional. Un profesional "riguroso", seg¨²n fuentes jur¨ªdicas, que en 2003 ya se enfrent¨® a un trascendente caso de violencia machista, el asesinato de Alicia Ar¨ªstegui. Cobo conden¨® al agresor a 22 a?os, describi¨® el crimen como una "barbarie" y destac¨® la "frialdad" del acusado
Una mujer en el tribunal. Raquel Fernandino es la ¨²nica mujer de la sala. Aterriz¨® en la Audiencia en 2015, tras pasar una d¨¦cada en un juzgado de instrucci¨®n de Madrid, donde abord¨® causas medi¨¢ticas: imput¨® a Google por recoger datos privados con sus coches de Street View; rechaz¨® dos querellas contra Juan Carlos Monedero (Podemos) por supuesto fraude fiscal; y aparc¨® durante meses una investigaci¨®n contra Miguel Blesa por los sobresueldos irregulares en Caja Madrid.
"Imaginate una carta con la palabra 'violaci¨®n"
El 7 de julio de 2016, el mismo d¨ªa de los hechos, tras ser identificados por la Polic¨ªa Foral en la plaza de Toros de Pamplona ¡ªy poco antes de ser detenidos por la Polic¨ªa Municipal¡ª, los miembros de La Manada mantienen una conversaci¨®n en las inmediaciones de su coche, mientras se comen unos bocadillos, que escuchan varios polic¨ªas nacionales de paisano, seg¨²n consta en el sumario.
Boza: "Ya sabemos todos por qu¨¦ estamos aqu¨ª y la polic¨ªa tambi¨¦n y yo s¨¦ lo que he hecho y estoy muy tranquilo".
Guerrero: "Es una movida que te llegue una carta a casa en esos t¨¦rminos".
Prenda: "Imag¨ªnate yo, que vivo con mi madre, que es mayor, que me llegue una carta a casa con la palabra 'violaci¨®n". "Hemos estado con una chica, pero en ning¨²n momento se la ha forzado a nada y ha accedido voluntariamente a ir con nosotros". "Yo ya he dicho lo que ten¨ªa que decir y no voy a hablar m¨¢s porque la voy a liar".
El tercer mazo. Ricardo Javier Gonz¨¢lez completa la terna de magistrados. Ejerci¨® como juez en Bilbao antes de desembarcar en 2001 en la Audiencia, donde ha sido ponente en m¨²ltiples juicios de violencia sexual. Tambi¨¦n presidi¨® la junta electoral provincial de Navarra en las elecciones generales de 2015.
La contundente fiscal. La voz de Elena Sarasate, de 53 a?os, traspas¨® esta semana las paredes de la sala de vistas. Apenas vari¨® su rotundo escrito de acusaci¨®n contra La Manada y us¨® su turno de conclusiones para mostrarse implacable. Dijo que violaron a la v¨ªctima en un clima de "violencia e intimidaci¨®n". Ejerci¨® como fiscal de menores hasta 2015 y ha impulsado varios casos de agresiones sexuales, como asaltos a prostitutas.
El abogado medi¨¢tico. Agust¨ªn Mart¨ªnez Becerra decidi¨® que su estrategia de defensa de tres de los cinco acusados pasar¨ªa por los plat¨®s. "Le he dicho a mi mujer que tenga dos micr¨®fonos listos para ma?ana. No s¨¦ qu¨¦ voy a hacer ahora, cuando llegue al juzgado y no me mire nadie", ha reconocido este mi¨¦rcoles, mientras viajaba de regreso a Sevilla. Ha llamado "imb¨¦ciles", "cerdos" y "lerdos" ¡ªentre otras lindezas¡ª a sus defendidos, "pero no son violadores". En eso bas¨® su defensa. De ¨¦l se ha dicho que es "deleznable" y "vergonzoso" por no tener reparo en interpretar la actitud de la v¨ªctima, aludiendo a su manera de sentarse, relacionarse, a sus gustos¡ con tal de cuestionarla. Tampoco se ha cortado al calificar el juicio de "pol¨ªtico": "Qui¨¦nes mejor que mis clientes para dar un escarmiento y limpiar la imagen sexista de una fiesta nacional como los Sanfermines". Se define como "feminista" y "de izquierdas. Con sus compa?eros de defensa, Jes¨²s P¨¦rez y Juan Canales, mantiene tensas relaciones. Entretanto, le ha dado tiempo hasta de crear una empresa, Lucky Star Emporium 77, de "servicios educativos, ocio y entretenimiento".
El cauto. Jes¨²s P¨¦rez es el abogado del acusado guardia civil (suspendido por el instituto armado). Reconoce que nunca antes ha llevado una causa de agresi¨®n sexual. Trat¨® de eximir a su defendido argumentando que solo hab¨ªa grabado los hechos y entregado su m¨®vil como prueba. Opt¨® por un perfil muy bajo, consciente de que "el juicio p¨²blico ya estaba hecho". Ahora ha amagado con pedir la nulidad del procedimiento por una vulneraci¨®n de la presunci¨®n de inocencia: "Todos los informes parten de una premisa falsa: que hubo agresi¨®n sexual. Por tanto, est¨¢n viciados".
El discreto. Tambi¨¦n de Sevilla y sin experiencia en este tipo de casos, Juan Canales defiende al militar (igualmente suspendido). Solo pas¨® a un primer plano por aportar el informe de un detective que investig¨® a la v¨ªctima. Ante el revuelo generado, lo retir¨®.?
El asistente. Jos¨¦ Javier Echeverr¨ªa, exconcejal de IU en Al ayuntamiento de Pamplona, abogado de oficio tard¨ªo y adscrito al Servicio de Atenci¨®n a la Mujer, ha acabado llev¨¢ndole la cartera a Mart¨ªnez Becerra. Se conocieron en un plat¨® de televisi¨®n. "Hab¨ªa seguido el caso muy de cerca, estaba convencido de la inocencia de los acusados y cuando me enter¨¦ de que el juicio iba a celebrarse a puerta cerrada le propuse a Agust¨ªn ser su asistente". Todos los medios le esperaban en los recesos de la vista.
Un abogado 'muy cercano'. Carlos Bacaicoa es el letrado de la v¨ªctima. Le toc¨® en el turno de oficio. Se da la funesta casualidad de que vive en el mismo bloque en el que se produjeron los hechos, en la calle Paulino Caballero, 5. Ha hablado lo justo, convencido de que "el juicio est¨¢ ganado". Busc¨® las c¨¢maras solo para decir que el v¨ªdeo de 96 segundos convertido en la principal prueba de cargo era "repugnante".
Los ojos de la Administraci¨®n. Victor Sarasa es el abogado penalista del Ayuntamiento de Pamplona. Ya fue acusaci¨®n particular en el procedimiento contra el m¨¦dico que asesin¨® a la enfermera Nagore Laffage en los sanfermines de 2008. Le condenaron a 12 a?os y medio de c¨¢rcel. Sali¨® a los nueve. Su compa?ero Ildefonso Sebasti¨¢n es el letrado del Gobierno navarro, y su presencia responde a la intenci¨®n del Ejecutivo de personarse en todos los procesos judiciales por agresiones sexuales.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.