Todos contra Ciudadanos

Albert Rivera y Ciudadanos son la falange aut¨¦ntica. O eso dijo el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, cuya agresividad hacia la formaci¨®n naranja reprocha el cuestionamiento del Cupo vasco y explora los l¨ªmites de una campa?a anti-Ciudadanos a la que se han adherido los restantes partidos. Y no porque se hayan coordinado, sino porque la proyecci¨®n electoral que otorgan las encuestas al partido de Rivera ¡ªsegunda fuerza en Catalu?a y medalla de bronce en el Parlamento nacional¡ª lo convierten en una amenaza.

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Fernando de P¨¢ramo, secretario de Comunicaci¨®n de Ciudadanos, no tiene dudas: ¡°Hemos puesto nerviosos a todos porque hemos sacado a la luz los tab¨²es de los que nadie habla. El Cupo vasco es insolidario e injusto. Y el adoctrinamiento en Catalu?a es un problema que requiere soluciones. Sabemos que gran parte de la opini¨®n p¨²blica comparte nuestras inquietudes¡±, dijo a EL PA?S.

Arrecia el acoso a Ciudadanos desde todos los acuartelamientos. Pablo Iglesias persiste en la caricatura del candidato del Ibex, aunque el l¨ªder de Podemos ha logrado sumar otros actores a la ¡°conspiraci¨®n¡±. Pedro S¨¢nchez declaraba hace unos d¨ªas que Ciudadanos es la media naranja del PP. Y hasta Alfonso Alonso, l¨ªder de los populares en Euskadi, sosten¨ªa que la campa?a de Ciudadanos contra el Concierto respond¨ªa al ¨¦nfasis de un ¡°nacionalismo espa?ol¡± y al estupor de un ¡°movimiento contra los vascos¡±. Podr¨ªa entenderse as¨ª la precariedad electoral de Ciudadanos en Euskadi, en Navarra y hasta en Galicia, pero su posicionamiento antinacionalista y la paternidad de la f¨®rmula que ha descongestionado la crisis ¡ªart¨ªculo 155 como transici¨®n a las elecciones¡ª lo han convertido en fuerza hegem¨®nica del constitucionalismo en el umbral de los comicios catalanes. Ciudadanos est¨¢ en el lugar oportuno con el discurso adecuado. Y aglutina el 21-D sus mejores recursos: el partido naci¨® en Catalu?a, tiene una candidata al alza (In¨¦s Arrimadas) y demuestra que su presidente, por m¨¢s se?as natural de Barcelona, no es tan imprescindible como antes.

He aqu¨ª una de las novedades de la madurez de Ciudadanos, a decir de los expertos demosc¨®picos. La otra consiste en que Ciudadanos ya no se expondr¨ªa tanto a la volatilidad de su voto. ¡°Observamos casi una lealtad del 90%¡±, reconocen los analistas de Metroscopia. ¡°Y la clave no es tanto que Ciudadanos ocupe un espacio pol¨ªtico, sino que ha comprendido cu¨¢les son los tiempos. Hay una demanda no satisfecha de reformismo. La indignaci¨®n ya no es la corriente. La clave es la oxigenaci¨®n. Ciudadanos no es la marca blanca del PP, sino la marca limpia del PP¡±.

Ya se ocupa Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar de enfatizar el matiz. Y de convertir a Rivera en una especie de hijo pr¨®digo, aunque semejante patrocinio a?ade argumentos simb¨®licos al supuesto proceso de conservadurismo. ?Ocurre as¨ª? ¡°Es un fen¨®meno curioso¡±, explica el polit¨®logo V¨ªctor Lapuente. ¡°Los l¨ªderes de Ciudadanos se esfuerzan en aparecer como una opci¨®n de centro, herederos de Macron en Espa?a, pero en las encuestas vemos una derechizaci¨®n del electorado. Falta saber si es coyuntural ¡ªahora pesa m¨¢s la dimensi¨®n territorial, donde la formaci¨®n encaja m¨¢s con los votantes de la derecha¡ª o bien si es una cuesti¨®n estructural. Todav¨ªa no sabemos si ser¨¢n los hijos de Macron (como ellos desean) o los hijos de Aznar (como otros parecen desear)¡±.

Discrepa De P¨¢ramo de las etiquetas. Y reniega de que Ciudadanos pretenda recentralizar Espa?a: ¡°El modelo territorial tiene que ser equilibrado. El nacionalismo no puede ser un pretexto para consolidar los privilegios. Si nuestro discurso est¨¢ ganando adeptos es porque tenemos un discurso claro y de victoria. En Catalu?a aspiramos a todo¡±.

La ¨²ltima encuesta de Metroscopia sit¨²a a Ciudadanos en el segundo puesto (25,3%), muy cerca de ERC (26,5%), pero no ser¨ªa la primera vez que los sondeos inflan las expectativas. Estar¨ªa Ciudadanos en su momento crucial de madurez. Especialmente si los comicios catalanes sirven de trampol¨ªn a las mayores ambiciones nacionales. Ciudadanos se percibe como competidor directo.

¡°No creo que haya una campa?a para defenestrar a Ciudadanos, como tampoco hubo una campa?a para entronizarlos¡±, explica Lapuente. ¡°Hay una connivencia de intereses de partidos dispares para atacar un partido que est¨¢ liderando el debate en varias cuestiones. Los partidos est¨¢n desconcertados con la doble novedad: un enmarque diferente de las viejas cuestiones y su atrevimiento con algunos asuntos que parec¨ªan intocables, como el Cupo vasco¡±.