Una p¨¦rdida para Europa

Un gran europe¨ªsta y un gran humanista, con el que he compartido trabajo, ideas, pasiones y hasta cigarrillos, en las pausas entre reuniones de la Comisi¨®n Europea. Un pol¨ªtico del que todos podemos sentirnos orgullosos, m¨¢s all¨¢ de nuestro color pol¨ªtico. Su marcha es sin duda una p¨¦rdida no solo para Espa?a, sino tambi¨¦n para Europa, porque con ¨¦l se va tambi¨¦n un trozo de la historia de la construcci¨®n de esta nuestra Uni¨®n Europea, tanto querida y a veces injustamente criticada.

Europe¨ªsta sincero y convencido, Manuel confiaba en el proyecto europeo como la mejor herramienta para conseguir nuestro desarrollo. Para ¨¦l, Europa no solo ten¨ªa que ser un ¨¦xito en t¨¦rminos de prosperidad y de eficiencia, sino tambi¨¦n un proyecto con alma, humano y humanista, basado en valores como la igualdad y la solidaridad. De hecho, fue ¨¦l quien, bajo la presidencia de Delors, dio impulso a la creaci¨®n de ECHO, la oficina europea para la ayuda humanitaria, que luego yo misma contribu¨ª a reforzar durante mi mandato como comisaria europea. Tambi¨¦n fue uno de los art¨ªfices del programa Erasmus, sin duda uno de los logros m¨¢s evidentes y m¨¢s tangibles de la UE contribuyendo a sacar adelante las negociaciones desde su cargo de comisario europeo de Educaci¨®n, Empleo y Asuntos Sociales. Esta era su manera de entender Europa, una Europa solidaria y que mira hacia el futuro.

Le recuerdo con cari?o. Como un gran trabajador, un hombre serio y met¨®dico que, al conocerle mejor, desvelaba su gran coraz¨®n de hombre mediterr¨¢neo. Recuerdo que, en los a?os que compartimos en Bruselas, durante largas reuniones sol¨ªamos charlar en las pausas de trabajo. Me cont¨® un d¨ªa que hab¨ªa justo dejado de fumar. El d¨ªa siguiente me pidi¨® un cigarrillo, y as¨ª sigui¨® haci¨¦ndolo durante mucho tiempo. Y as¨ª, de charla en charla y de cigarrillo en cigarrillo, acabamos siendo muy buenos amigos. Lo echar¨¦ de menos.