A los jabal¨ªes no les gusta el f¨²tbol
Un equipo gallego se queda sin campo por los reiterados ataques de los cerdos bravos
El otro d¨ªa cuando iba al gimnasio, a¨²n a pleno sol, una vecina de Caz¨¢s, en el ayuntamiento lucense de Xermade, se cruz¨® con una familia de cerdos bravos. Cont¨® 14 de diferentes tallas. Iban en fila, solemnes e impasibles como en una procesi¨®n. La manada transitaba a menos de 500 metros del desdichado campo de f¨²tbol vecinal, clausurado por impracticable despu¨¦s de amanecer destrozado por los jabal¨ªes un par de veces en el ¨²ltimo medio mes. La Sociedad Deportiva Caz¨¢s, un club de Tercera Auton¨®mica que atraviesa una de sus peores rachas en cuanto a resultados, se ha quedado sin terreno de juego por imperativo animal. As¨ª que el hoy en d¨ªa colista le ha pedido ayuda al vecino pueblo de Mom¨¢n, con un equipo de veteranos, que le ha prestado por tiempo indefinido sus instalaciones. Porque en la pr¨®xima jornada liguera, al Caz¨¢s le toca jugar en casa contra el l¨ªder del grupo Lugo Norte, el Cervo-Sargadelos, y hay que poner toda la carne en el asador, despu¨¦s de una temporada que los jugadores definen como "aciaga" y de la rotunda derrota del anterior partido, 5-0, contra el Goiriz.
Pero la goleada m¨¢s estrepitosa de todas ha sido la de los jabal¨ªes. Una paliza imposible de remontar hasta que cesen las heladas y la primavera permita trabajar la tierra y sembrar hierba en condiciones de nuevo. El Caz¨¢s necesita usar el campo ajeno hasta el final de la liga, y mientras tanto el vecindario reclama a las autoridades responsables que pongan fin a una veda de caza que ya dura dos a?os y autoricen "alguna batida". "Esto cada vez se parece m¨¢s al Serengueti, aqu¨ª vamos a acabar todos vestidos con taparrabos en un aut¨¦ntico safari", bromea Dar¨ªo Pernas, fundador de la sociedad deportiva y padre del capit¨¢n del equipo, Efr¨¦n, sobre la supuesta hiperpoblaci¨®n de "jabal¨ªes y lobos" que experimenta la zona.
Nadie sabe a ciencia cierta qu¨¦ es lo que hay en el terreno de juego que tanto atrae a los puercos salvajes. Tanto el alcalde, Roberto Garc¨ªa (PSdeG-PSOE), como algunos vecinos comentan que puede ser el abono que se ech¨® en alg¨²n momento para alimentar la hierba del campo. Otros creen que son las lombrices de tierra, que tambi¨¦n abundaban. Efr¨¦n Pernas opina que ni lo uno ni lo otro, "porque gusanos hubo, pero ¨²ltimamente ya no hab¨ªa". Sea el que sea el apetitoso manjar, lo cierto es que el recinto est¨¢ minado por los topos y taladrado por el hocico, las patas y el ahinco devorador de los jabal¨ªes, que adem¨¢s ya no tienen en el monte mucho que echarse al est¨®mago, porque "las casta?as y las bellotas se acabaron".
Tras la primera incursi¨®n de la manada, el Caz¨¢s rellen¨® como pudo los socavones de 15 cent¨ªmetros de profundidad con arena. Despu¨¦s, los propios jugadores orinaron por las bandas siguiendo una creencia "de toda la vida" que prosperaba por la comarca. Se supone que el olor humano espanta a estos mam¨ªferos artiod¨¢ctilos, y que "tanto la orina como el pelo" de persona les hace huir como de la peste. "Tendremos que ir a pedir a una peluquer¨ªa", comenta Dar¨ªo Pernas, "porque la primera alternativa no funcion¨®, y a los dos d¨ªas de atacar volvieron". Los vecinos creen que los jabal¨ªes de Xermade se saben tan "intocables", por eso de la larga veda, que "le han perdido el miedo al hombre".
Aunque el terreno es propiedad del club, construido e inaugurado un a?o despu¨¦s del Mundial que tuvo Espa?a ("el 25 de julio de 1983, d¨ªa de la Patria Galega") por los habitantes de Caz¨¢s, actualmente est¨¢ cedido al Ayuntamiento y "es responsabilidad municipal el mantenerlo", advierte Pernas. El problema es que el de Xermade es un consistorio modesto, con cinco campos de f¨²tbol y cuatro equipos de Primera, Segunda y Tercera Auton¨®mica para dar alegr¨ªas o disgustos a una poblaci¨®n de tan solo 1.943 habitantes y escasos recursos. Hace tiempo que es patente el deterioro de la tela met¨¢lica que rodea el campo, y los jabal¨ªes, ahora, se cuelan por los agujeros. "El alcalde se ha comprometido a vallarlo de nuevo", comenta el capit¨¢n, "pero hay poco presupuesto, y convendr¨ªa levantar adem¨¢s unas filas de bloques de cemento para que los jabal¨ªes no puedan escarbar y entrar por debajo". En estos d¨ªas de desesperaci¨®n, seg¨²n Dar¨ªo Pernas alg¨²n socio propuso "cercarlo todo con un pastor el¨¦ctrico", pero la idea no prosper¨®.
"Lo m¨¢s caro" va a ser renovar el terreno, y para eso, de momento, "no hay dinero", lamenta Efr¨¦n Pernas. Para tratar de recaudar fondos, el Caz¨¢s SD quiere organizar un partido solidario contra "un equipo con mas tir¨®n, masculino o femenino", que se brinde a echarles una mano. Lanza su ruego a los cuatro vientos, que es precisamente el top¨®nimo (Catro Ventos) de ese ventilado alto donde los vecinos construyeron hace tres d¨¦cadas y media su terreno de juego uniendo peque?as parcelas cedidas por algunos. Desde entonces, estos amantes del balompi¨¦ han tratado de cuidar aquello lo mejor que han podido. Hace dos temporadas, la propia plantilla del club se encarg¨® de las ¨²ltimas obras de acondicionamiento, con 24 voluntariosos jugadores que adem¨¢s de asumir los gastos pusieron "sus manos, sus aperos y sus tractores".
"Ya que nos va tan mal esta temporada y hay tanta desilusi¨®n, a ver si al menos nos toca la Loter¨ªa de Navidad", clama el capit¨¢n: "La gente est¨¢ desmoralizada, nos dicen que no estamos haciendo mal juego, pero los goles no acaban de entrar, y a¨²n encima nos pasa esto de los jabal¨ªes". "El f¨²tbol modesto pasa muchas penurias", recalca, "menos mal que hay compa?eros que no pierden el humor". Inspirado por el desastre, uno de ellos ha ideado la nueva mascota de la sociedad deportiva: un sonriente jabal¨ª vestido con la camiseta roja del Caz¨¢s. "Si no puedes con el enemigo, ¨²nete a ¨¦l", concluye el pen¨²ltimo tuit con el que el equipo hizo p¨²blico el fichaje de este suido galaico: "Despu¨¦s de unas duras negociaciones tenemos cerrado el ¨²nico refuerzo invernal del club".
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