El bloque de la Constituci¨®n roza el triunfo en Catalu?a

Ciudadanos afronta la recta final de la campa?a electoral catalana como principal dique de contenci¨®n del independentismo y se acerca a las elecciones del 21 de diciembre en condiciones de ganar tanto en n¨²mero votos como en esca?os. El panorama electoral catal¨¢n dibuja, por primera vez, un bloque de partidos constitucionalistas que supera en votos (44,9%) a las formaciones independentistas (43,8%). Los secesionistas, sin embargo, suman m¨¢s esca?os, aunque ni un bloque ni el otro alcanza la mayor¨ªa absoluta. Los comunes, el partido de Xavier Dom¨¨nech y la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, refuerzan su papel como ¨¢rbitro de la situaci¨®n; todo ello en un escenario marcado por un nivel r¨¦cord de participaci¨®n, que alcanzar¨¢ entre el 81 y el 82%.

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A medida que se acercan las elecciones del 21-D se observa con mayor claridad que ser¨¢ necesaria una suma de hasta cuatro partidos para fraguar un bloque que sume 68 diputados, la cifra que fija el umbral de la mayor¨ªa absoluta en el Parlamento de Catalu?a.

El sondeo de Metroscopia para EL PA?S, otorga la victoria a Ciudadanos con el 25,2% de los votos y entre 35 o 36 esca?os, diez m¨¢s que en la actual legislatura. La formaci¨®n de In¨¦s Arrimadas capitaliza de esta forma la mayor parte del voto de protesta por cinco a?os de proceso independentista que ha acabado con la autonom¨ªa intervenida, el expresidente Carles Puigdemont huido en Bruselas y buena parte de sus exconsejeros en prisi¨®n preventiva.

Esquerra Republicana llega a la recta final con signos de flaqueza interna y en segunda posici¨®n. Encabeza el voto independentista por primera vez en unas elecciones auton¨®micas pero se queda lejos de las expectativas que ten¨ªa hace apenas seis meses. El partido de Oriol Junqueras y Marta Rovira suma el 23,1% de los votos y 33 esca?os.

El bloque de la Constituci¨®n roza el triunfo en Catalu?a

El PDeCAT, los antiguos socios de los republicanos en la coalici¨®n Junts pel S¨ª y que hoy se presentan bajo la marca Junts per Catalu?a, llega desfondado a la cita electoral. La lista de Carles Puigdemont frena su remontada y se queda con 22 diputados y el 14,3% de los sufragios. De esta manera, Esquerra Republicana se hace con buena parte del legado electoral de Junts pel S¨ª y Puigdemont no consigue rentabilizar electoralmente su estrategia de fuga a la capital belga.

Los socialistas quedan en cuarta posici¨®n, abandonan la ca¨ªda de los ¨²ltimos a?os y remontan hasta conseguir 20 esca?os, cuatro m¨¢s de los que tienen en la actualidad. La remontada, que les permite recolectar el 14,3% de los votos, no les permite, sin embargo, liderar el bloque contrario a la independencia, que queda holgadamente en manos de Ciudadanos.

Catalu?a en Com¨², referente de Podemos en Catalu?a, se mantiene como quinta fuerza m¨¢s votada. Aspira a ejercer de bisagra entre los dos bloques, pero la existencia de vetos cruzados entre varias formaciones complica mucho la formaci¨®n de cualquier mayor¨ªa de gobierno. Los comunes de Xavier Dom¨¨nech y Ada Colau logran el 9,3% de los votos subiendo ligeramente respecto a los comicios de 2015 y manteniendo sus 11 esca?os.

En la cola de los partidos m¨¢s votados quedan, por este orden, la CUP y el Partido Popular. Los antisistema que han condicionado la legislatura catalana y la han abocado a la v¨ªa independentista unilateral seguir¨ªan conservando el 6,4% de los votos y ocho de los diez diputados que consiguieron en 2015. En el caso del PP, cae hasta la ¨²ltima posici¨®n tras ceder espacio pol¨ªtico a Ciudadanos. Los de Mariano Rajoy y Xavier Garc¨ªa Albiol se quedan con el 5,4% de los votos y solo conservan entre cinco y seis de los 11 esca?os que lograron en 2015, que ya fue su peor resultado de la historia en Catalu?a.

Con estos resultados Catalu?a se enfrenta a una situaci¨®n de muy dif¨ªcil gobernabilidad. Si se mantiene la actual din¨¢mica de bloques entre independentistas y constitucionalistas, ni uno ni otro podr¨¢n gobernar. Los independentistas consiguen 63 diputados, cinco menos de los necesarios para alcanzar la mayor¨ªa absoluta. Los constitucionalistas se quedan con 61. Tanto en un caso como en el otro necesitar¨ªan un cuarto partido, Catalunya en Com¨², que insiste en que no piensa apoyar ni un Gobierno que siga defendiendo la independencia unilateral ni uno con el PP o Ciudadanos.

Ante esta situaci¨®n comienzan a o¨ªrse voces en Catalu?a que alertan de la posibilidad de un bloqueo y de que tengan que repetirse las elecciones. Los partidos est¨¢n combatiendo estos mensajes con las llamadas de ¨²ltima hora al ¡°voto ¨²til¡± y a aquellas personas que no suelen ir a votar en unas elecciones auton¨®micas. Estos mensajes parten del supuesto que los independentistas ya acudieron masivamente a votar en 2015 y elevaron la participaci¨®n hasta el 75%. Todo o casi todo lo que pase de este nivel de participaci¨®n ser¨ªa pues voto de los constitucionalistas que, en aquel momento se abstuvieron en mayor n¨²mero.

Participaci¨®n r¨¦cord

El sondeo de Metroscopia estima una participaci¨®n de entre el 81% y el 82%, que ser¨ªa la m¨¢s elevada de todas las elecciones (auton¨®micas o generales) celebradas en Catalu?a en la actual democracia. Superar¨ªa incluso el 80,8% registrado en las elecciones generales de 1982. Este dato pone de manifiesto la intensa movilizaci¨®n actual de la ciudadan¨ªa catalana. Los partidos constitucionalistas constataron la creciente movilizaci¨®n de sus simpatizantes especialmente a ra¨ªz de las multitudinarias manifestaciones contra la independencia que se celebraron en Barcelona en octubre. Entienden estas formaciones que aquellas manifestaciones sirvieron para romper el silencio de la parte de la sociedad no independentista. La batalla ahora de Ciudadanos, el PSC y el Partido Popular es disputarse ese segmento de voto.

El constitucionalismo tambi¨¦n ha detectado que se expande el ¨¢mbito geogr¨¢fico que les es propicio. Ya no solo la ciudad de Barcelona y su conurbaci¨®n se decantan mayoritariamente por partidos no independentistas. Las provincias menos pobladas, sobrerrepresentadas a la hora de atribuir los esca?os, tambi¨¦n registran un auge de Ciudadanos. En Girona, donde el partido de In¨¦s Arrimadas solo logr¨® dos diputados en 2015 ahora puede alcanzar los cuatro. En Tarragona pasar¨ªa de cuatro a seis. E incluso Lleida, feudo hist¨®rico de los convergentes, experimentar¨ªa un aumento del voto a Ciudadanos. El PP es quien m¨¢s perjudicado sale de este incremento, pero tambi¨¦n los partidos independentistas.