El discurso ¨ªntegro de Felipe VI
Consulte el texto completo del mensaje de Navidad del Rey de este 2017
Buenas noches,
Me dirijo a todos vosotros para felicitaros la Navidad y transmitiros junto a la Reina, la Princesa de Asturias y la Infanta Sof¨ªa nuestros mejores deseos para el a?o 2018.
Y os agradezco que en esta noche de encuentro de familias y de seres queridos, me permit¨¢is acompa?aros unos minutos para compartir con vosotros algunas reflexiones cuando estamos ya a punto de terminar el a?o.
2017 ha sido en Espa?a, sin duda, un a?o dif¨ªcil para nuestra vida en com¨²n; un a?o marcado, sobre todo, por la situaci¨®n en Catalu?a, a la que luego me referir¨¦.
Pero tambi¨¦n ha sido un a?o en el que hemos comprobado el compromiso muy sentido, firme y sincero de los espa?oles con la Espa?a democr¨¢tica que juntos hemos construido.
Porque lo largo de los ¨²ltimos 40 a?os, hemos conseguido hacer realidad un pa¨ªs nuevo y moderno, un pa¨ªs entre los m¨¢s avanzados del mundo:
Hemos asentado definitivamente la democracia, incluso superando hace d¨¦cadas un intento de involuci¨®n de nuestras libertades y derechos. Somos una parte esencial de una Uni¨®n Europea con la que compartimos objetivos y una misma visi¨®n del mundo.
Frente al terrorismo hemos conseguido hacer prevalecer la vida, la dignidad y la libertad de las personas con la fuerza de nuestras convicciones democr¨¢ticas.
Y hemos llevado a cabo, en fin, la transformaci¨®n m¨¢s profunda de nuestra historia en muchos ¨¢mbitos de nuestra vida: en educaci¨®n y en cultura, en sanidad y en servicios sociales, en infraestructuras y en comunicaciones, o en defensa y seguridad ciudadana.
En definitiva, a lo largo de todos estos a?os de convivencia democr¨¢tica, los derechos y libertades, el progreso y la modernizaci¨®n de Espa?a, y tambi¨¦n su proyecci¨®n y relevancia internacional, han ido de la mano.
Y todo ese gran cambio, todo ese gran salto sin precedentes en nuestra historia, ha sido posible gracias a una Espa?a abierta y solidaria, no encerrada en s¨ª misma; una Espa?a que reconoce y respeta nuestras diferencias, nuestra pluralidad y nuestra diversidad, con un esp¨ªritu integrador; una Espa?a inspirada en una irrenunciable voluntad de concordia.
En el camino que hemos recorrido, desde luego, hay que reconocer que no todo han sido aciertos; que persisten situaciones dif¨ªciles y complejas que hay que corregir, y que requieren de un compromiso de toda la sociedad para superarlas.
A pesar de todo ello, el balance tan positivo de todos estos a?os es innegable. Tenemos que apreciarlo y valorarlo. Merece la pena y nos lo merecemos como pa¨ªs y como sociedad.
Porque la historia de la Espa?a que juntos hemos construido es la historia de un gran triunfo de todos los espa?oles. Una Espa?a a la que no debemos renunciar, que debe ilusionar y motivarnos, y que debemos seguir construyendo, mejor¨¢ndola, actualiz¨¢ndola, sobre la base s¨®lida de los principios democr¨¢ticos y los valores c¨ªvicos de respeto y de di¨¢logo que fundamentan nuestra convivencia.
Unos principios y valores que, como hemos comprobado incluso en este a?o 2017, est¨¢n profundamente arraigados en nuestra sociedad, en la vida diaria de nuestros ciudadanos, y tienen ra¨ªces muy hondas en las conciencias y en los sentimientos de los espa?oles. Mucho m¨¢s de lo que nos pod¨ªamos imaginar.
Espa?a es hoy una democracia madura, donde cualquier ciudadano puede pensar, defender y contrastar, libre y democr¨¢ticamente, sus opiniones y sus ideas; pero no imponer las ideas propias frente a los derechos de los dem¨¢s.
Respetar y preservar los principios y valores de nuestro Estado social y democr¨¢tico de Derecho es imprescindible para garantizar una convivencia que asegure ¡°la libertad, la igualdad, la justicia y el pluralismo pol¨ªtico¡±, tal y como se?ala nuestra Constituci¨®n. Porque cuando estos principios b¨¢sicos se quiebran, la convivencia primero se deteriora y luego se hace inviable.
Hace unos d¨ªas, los ciudadanos de Catalu?a han votado para elegir a sus representantes en el Parlament, que ahora deben afrontar los problemas que afectan a todos los catalanes, respetando la pluralidad y pensando con responsabilidad en el bien com¨²n de todos.
El camino no puede llevar de nuevo al enfrentamiento o a la exclusi¨®n, que ¨Ccomo sabemos ya¨C solo generan discordia, incertidumbre, des¨¢nimo y empobrecimiento moral, c¨ªvico y ¨Cpor supuesto¨C econ¨®mico de toda una sociedad.
Un camino que, en cambio, s¨ª debe conducir a que la convivencia en el seno de la sociedad catalana ¨Ctan diversa y plural como es¨C recupere la serenidad, la estabilidad y el respeto mutuo; de manera que las ideas no distancien ni separen a las familias y a los amigos. Un camino que debe conducir tambi¨¦n a que renazca la confianza, el prestigio y la mejor imagen de Catalu?a; y a que se afirmen los valores que la han caracterizado siempre en su propia personalidad y le han dado los mejores momentos de su historia: su capacidad de liderazgo y de esfuerzo, su esp¨ªritu creativo y vocaci¨®n de apertura, su voluntad de compromiso, y su sentido de la responsabilidad.
Pero superar los problemas de convivencia que ha generado esta situaci¨®n no nos puede hacer olvidar, por supuesto, otras serias preocupaciones y desaf¨ªos de la sociedad espa?ola, que tambi¨¦n condicionan nuestro futuro y a los que me voy a referir muy brevemente:
Nuestra econom¨ªa y el empleo han mejorado sustancialmente, pero la creaci¨®n de puestos de trabajo estables tiene que ser siempre un objetivo esencial y prioritario. Como igualmente no puede caer en el olvido la obligaci¨®n y la responsabilidad de afrontar la desigualdad y las diferencias sociales, sobre todo tras las consecuencias generadas por la reciente crisis econ¨®mica, que tanto da?o ha hecho a no pocas familias, y ha afectado tanto al futuro de muchos j¨®venes.
El terrorismo yihadista sigue siendo una amenaza mundial y este a?o nosotros lo hemos sufrido directamente en Barcelona y Cambrils. Los espa?oles sabemos muy bien que solo desde la unidad democr¨¢tica, la firmeza del Estado de Derecho, y la eficacia de la cooperaci¨®n internacional, podremos vencerlo y derrotarlo. Y as¨ª lo haremos, teniendo siempre muy presentes el recuerdo y el respeto permanente a sus v¨ªctimas.
La corrupci¨®n se mantiene tambi¨¦n como una de las principales preocupaciones de la sociedad, que demanda que sigan tom¨¢ndose las medidas necesarias para su completa erradicaci¨®n y que los ciudadanos puedan confiar plenamente en la correcta administraci¨®n del dinero p¨²blico.
Por otra parte somos Europa, y Europa se encuentra en estos momentos en una encrucijada hist¨®rica. Espa?a debe recuperar su protagonismo en un proyecto europeo que ahora requiere una mayor vitalidad e impulso. Europa ¨Cy Espa?a con ella¨C tiene que hacer frente a unos retos que son globales y ante los que no cabe la debilidad o la divisi¨®n sino la fortaleza de la uni¨®n.
La defensa del medio ambiente y la lucha contra el cambio clim¨¢tico no son problemas menores ni secundarios por la dimensi¨®n y los riesgos que acarrean y que ya estamos sufriendo. Debemos ser muy conscientes de ello, e implicarnos todos mucho m¨¢s. Y Espa?a debe mantenerse firme en sus compromisos ante un problema que afecta a todo el planeta y que requiere soluciones no s¨®lo globales, sino verdaderamente urgentes.
Tenemos otras muchas preocupaciones ¨Cdesde luego¨C pero esta noche no quiero olvidarme de las mujeres que, en un silencio tantas veces impuesto por el miedo, sufren la violencia de g¨¦nero. Una lacra inadmisible que nos hiere en nuestros sentimientos m¨¢s?profundos y nos averg¨¹enza e indigna. Mantengamos la firmeza y el apoyo pol¨ªtico para ayudar y defender a las v¨ªctimas y concienciemos a toda la sociedad contra esa violencia, criminal y cobarde, que degrada nuestra convivencia.
2018 nos espera en unos d¨ªas y debemos seguir construyendo nuestro pa¨ªs, porque la historia no se detiene. Y no hemos llegado hasta aqu¨ª para temer al futuro sino para crearlo.
Y estoy seguro de que nadie desea una Espa?a paralizada o conformista, sino moderna y atractiva, que ilusione; una Espa?a serena, pero en movimiento y dispuesta a evolucionar y a adaptarse a los nuevos tiempos.
Sint¨¢monos, sin complejos, orgullosos de todo lo que hemos conseguido porque es m¨¦rito de todos; confiemos en lo que siempre nos ha unido, en lo que somos, tal y como somos, y sobre todo en lo que podemos alcanzar juntos con una fe firme en nuestras convicciones y en nuestras capacidades. Si seguimos por ese camino, si lo hacemos as¨ª, y con todas nuestras energ¨ªas, yo estoy convencido de que el a?o que viene ¨Cy los que vendr¨¢n despu¨¦s¨C ser¨¢n mucho mejores. Sin duda.
Ese es mi deseo para todos en esta noche tan especial.
Muchas gracias. Feliz Navidad, Eguberri on, Bon Nadal y Boas festas.
Buenas noches. Y Feliz y pr¨®spero a?o 2018.
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