El Chicle, del trapicheo de drogas y la violaci¨®n al asesinato
Hijo de un marinero retirado, pas¨® dos a?os en la c¨¢rcel por tr¨¢fico de drogas y fue denunciado por violaci¨®n por su cu?ada hace 12 a?os
Jos¨¦ Enrique Abu¨ªn Gey, conocido como El Chicle, de 41 a?os, naci¨® y se cri¨® en el municipio coru?¨¦s de?Rianxo, donde sigue viviendo y donde, seg¨²n su confesi¨®n, mat¨® a Diana Quer y arroj¨® su cad¨¢ver a un aljibe.?A su familia se la conoce por el apodo de Os Lanch¨®s. El padre es marinero retirado y la madre trabaj¨® en una f¨¢brica de conservas. Ambos viven y tienen otras tres hijas.?Casado y padre de una hija de ocho a?os, el historial policial del hombre, de 1,80 y amante del running, constan media docena de antecedentes, el m¨¢s grave una violaci¨®n a su cu?ada.?
En su d¨ªa fue investigado por la Guardia Civil en el marco del caso Diana Quer, como tantos otros delincuentes de los bajos fondos de la comarca gallega de O Barbanza.?El autor confeso del crimen, que se describe en una red social como ¡°estudiado en la vida y en el trabajo diario¡±, fue denunciado por la hermana de su mujer en 2005, que lo acus¨® de haberla violado. Sin embargo, la v¨ªctima no colabor¨® en la investigaci¨®n, no ra?tific¨® la acusaci¨®n y fue absuelto. En 2007 fue detenido como miembro del clan de Os Fanchos, una tupida red de narcotraficantes erradicada entre A Pobra do Carami?al y Vilagarc¨ªa de Arousa, seg¨²n fuentes de la investigaci¨®n. Fueron detenidas 12 personas e incautados 20 kilos de coca¨ªna.
Tras este arresto, el principal sospechoso por la desaparici¨®n de Diana Quer estuvo dos a?os entre rejas, un historial que ¨¦l no ocultaba entre sus conocidos. All¨ª aprendi¨® el oficio de carpintero de barco que, tras abandonar la c¨¢rcel, le permiti¨® trabajar en un astillero de Rianxo. En la actualidad, segu¨ªa trapicheando seg¨²n los investigadores, aunque tambi¨¦n trabajaba de forma intermitente en una conservera de mejillones.
Abu¨ªn Gey, que compart¨ªa fotos en sus redes sociales participando en competiciones deportivas, vive?en el lugar de Outeiro de la parroquia de Tarago?a, en Rianxo, el lugar donde se perdi¨® el rastro del m¨®vil de Diana Quer aquella madrugada del 22 de agosto de 2016. Es tambi¨¦n la zona en la que un mariscador encontr¨® el iPhone de la joven meses despu¨¦s de su desaparici¨®n, sumergido en la r¨ªa. Y tambi¨¦n, el lugar donde se ha encontrado el cad¨¢ver.?
El cuerpo estaba en un pozo de una nave industrial abandonada en la parroquia de Asados, en el mismo municipio de Rianxo, a cinco kil¨®metros del lugar donde se le perdi¨® la pista al m¨®vil de la chica y de Outeiro. El Chicle conoc¨ªa bien la nave, en desuso desde hace cinco o seis a?os tras haber albergado una f¨¢brica de gaseosas primero y una tienda de muebles despu¨¦s, ya que la casa de sus padres est¨¢ a apenas unos metros.?
Cuando se perdi¨® el rastro de la joven, Abu¨ªn Gey trabajaba en una empresa de congelados junto a su mujer, Rosario Rodr¨ªguez, quien ha sido su pareja durante unos 15 a?os y que en un primero momento encubri¨® a su pareja. Ambos se conocieron siendo ella una adolescente y quienes los han tratado aseguran que El Chicle "la tiene dominada". Sin embargo, ayer por la tarde cambi¨® su versi¨®n sobre lo sucedido la noche de la desaparici¨®n de Diana y pas¨® de sostener que estuvo con su marido a reconocer que este se march¨® de casa solo. Tras quedarse sin coartada, confes¨® el crimen y condujo a los agentes al pozo.?
El Chicle siempre estuvo en el punto de mira de los agentes de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil (UCO). Respond¨ªa al patr¨®n de b¨²squeda inicial: personas de la comarca con antecedentes por agresiones sexuales y drogas. Pero fue el posicionamiento de un m¨®vil, hasta ahora desvinculado del sospechoso, lo que hizo que comenzaran a encajar las piezas. La vinculaci¨®n con el detenido de ese tel¨¦fono, hasta entonces sin usuario conocido, sirvi¨® para se?alar ¡°ya con pruebas contundentes¡± a El Chicle en el sitio y en la hora en la que dijo que no estaba.
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