El macabro car¨¢cter del ex polic¨ªa local maltratador
Manuel Lebr¨®n retuvo a sus hijos hasta ser detenido en Sevilla, pero antes hab¨ªa anunciado su muerte
¡°Insistentes y reiteradas cuchilladas a los agentes¡± con una hoja de 17 cent¨ªmetros, dos disparos con heridas en la propia mano y pierna en un enfrentamiento con la Guardia Civil, un aviso falso sobre la aparici¨®n de ni?os muertos, un intento de atropello a un polic¨ªa, maltratos y vejaciones a su expareja y amenazas a un concejal. A pesar de sus andanzas, el ex polic¨ªa local de Alcal¨¢ de Guada¨ªra Manuel Lebr¨®n ¡ªcon trastorno ansioso depresivo y consumo habitual de alcohol diagnosticado¡ª no pis¨® la c¨¢rcel hasta esta semana.
Sin embargo, hace ya cinco a?os que sus jefes le abrieron un expediente de expulsi¨®n pero ni la evaluaci¨®n de tres m¨¦dicos, ni sus constantes episodios violentos, ni una condena firme de la Audiencia de Sevilla por malos tratos habituales desde el pasado julio, lograron su ingreso en la c¨¢rcel. Una incomunicaci¨®n entre jueces y fiscales que estuvo a punto de evocar el caso Bret¨®n tras amenazar con matar a sus propios hijos. Mientras tanto, como oficial Lebr¨®n lideraba un grupo de 15 agentes mientras amedrentaba con su pistola en las ri?as vecinales, pegaba a un menor en plena calle y disparaba al aire sin necesidad alguna.
¡°No estaba capacitado mentalmente y all¨¢ donde iba ense?aba la pistola, pero los tiempos judiciales a veces no acompa?an¡±, resumen fuentes policiales, que subrayan c¨®mo Lebr¨®n aprovech¨® como astuto abogado todas las grietas del sistema para mantener su salario y puesto durante el ¨²ltimo lustro. Hoy d¨ªa est¨¢ retirado gracias a una jubilaci¨®n forzosa revisable pendiente de examen m¨¦dico, despu¨¦s de impedir que se culminara su expediente de expulsi¨®n. A partir de ahora, los procesos pendientes acumular¨¢n probablemente condenas y a?os de c¨¢rcel.
Los testimonios de las personas que han lidiado con Lebr¨®n trazan un perfil psicol¨®gico depresivo, de gran inteligencia ¡ªse licenci¨® en Derecho con varias matr¨ªculas de honor¡ª y obsesionado con dominar a familiares y amigos. La juez Irene de Alarc¨®n abund¨® este jueves en su complejo car¨¢cter en el auto de prisi¨®n: ¡°Una especial inquina hacia los agentes de polic¨ªa (¡) su padre cree que la intenci¨®n de su hijo es hacerle un pulso a la justicia al tener una idea obsesiva de que est¨¢ sufriendo una persecuci¨®n por las instituciones¡±. En el ¨²ltimo a?o, el ex polic¨ªa local ha sido detenido en varias ocasiones ¡ªsiempre con resistencia¡ª por ¨®rdenes de b¨²squeda y captura al desatender las citaciones de los jueces. En una ocasi¨®n se dio a la fuga e intent¨® atropellar a un agente antes de ser arrestado. Siempre sal¨ªa en libertad con cargos.
Las vidas de sus dos hijos de nueve y 10 a?os se salvaron in extremis el pasado martes cuando tres polic¨ªas detuvieron a Lebr¨®n por sustracci¨®n ilegal de menores despu¨¦s de utilizarles ¡°como parapeto y escudo humano¡±, seg¨²n la juez. El d¨ªa antes, en plena b¨²squeda desesperada por parte de su expareja y su familia envi¨® un mensaje telef¨®nico a su cu?ada: ¡°Se han encontrado dos cad¨¢veres de ni?os en Mairena¡±. Antes hab¨ªa intentado fotografiar a los menores ¡°manchados de sangre simulando que estaban muertos¡± para torturar a la madre, seg¨²n alert¨® el fiscal del caso a la magistrada. Esta resumi¨® con acritud: ¡°Los ni?os manifestaron a su madre creer que su padre los iba a matar¡±.
La protecci¨®n de los ni?os v¨ªctimas de violencia machista, en el aire
Al margen del car¨¢cter tan violento del ex polic¨ªa local Manuel Lebr¨®n y su condena previa a dos a?os y 10 meses de prisi¨®n por violencia machista, el caso ha despertado inter¨¦s porque como padre disfrutaba del r¨¦gimen de visitas para ver a sus hijos. Ello a pesar de que los partidos pol¨ªticos acordaron el verano pasado prohibir a los padres condenados tener a su cargo a los menores.
La ministra de Sanidad, Dolors Montserrat, prometi¨® la semana pasada priorizar 26 medidas de las 200 del Pacto de Estado contra la violencia de g¨¦nero, entre ellas suspender el r¨¦gimen de visitas cuando los ni?os presencien actos de violencia machista. En 2017, siete ni?os murieron a manos de sus padres. Preguntado al respecto, un portavoz de Sanidad declin¨® fijar una fecha para implantar esta medida y atajar el problema.
Los jueces pueden acogerse a los art¨ªculos 65 y 66 de la Ley contra la Violencia de G¨¦nero para suspender la patria potestad y las visitas, pero apenas los aplican y optan por respetar el derecho al padre maltratador para ver a sus hijos. ¡°No se pone en el centro a los hijos y hay que priorizar su inter¨¦s superior y que el maltratador no est¨¦ en el centro¡±, censura Elena Laporta, abogada de la asociaci¨®n Women?s link.
La portavoz para Igualdad del PSOE en el Congreso, ?ngeles ?lvarez, es muy cr¨ªtica con el ritmo del Gobierno para cortar de ra¨ªz la violencia sobre los menores. ¡°Hay que ver qu¨¦ es lo urgente y el Gobierno incluye medidas que tienen que ver con la Ley 1/2004, pero las relativas al r¨¦gimen de visitas ata?e al C¨®digo Civil, que habr¨ªa que cambiarlo¡±.
A pesar de que el PP se sum¨® al Pacto contra la Violencia de G¨¦nero el pasado verano, ?lvarez le recrimina a los populares su nula sensibilidad con los ni?os v¨ªctimas de esta lacra. En la legislatura pasada, los socialistas propusieron que los ni?os hu¨¦rfanos por violencia machista ¡ªcon madre muerta y padre en la c¨¢rcel¡ª quedaran exentos del umbral acad¨¦mico para mantener la beca durante dos a?os. El PP se opuso y vot¨® en contra.
De car¨¢cter osado, el ex polic¨ªa local denunci¨® al entonces comisario de polic¨ªa de la ciudad sevillana y a la concejal de Seguridad ¨Csu jefa- por abuso de autoridad en un incidente con un menor con discapacidad. La juez archiv¨® su denuncia tras un r¨¢pido an¨¢lisis. En otra ocasi¨®n denunci¨® a nueve compa?eros del Cuerpo por no haber firmado un acta de declaraci¨®n de derechos. Tambi¨¦n este caso result¨® archivado. Incluso una junta local de seguridad trat¨® sus excesos. ¡°Esto no puede seguir as¨ª, va a haber una desgracia¡±, alert¨® un mando que exige anonimato. Lebr¨®n intimid¨® de tal manera a los funcionarios, seg¨²n este ex alto cargo, que el Ayuntamiento tuvo que requerir a la Junta andaluza que enviara un empleado p¨²blico ex profeso despu¨¦s de que todos los funcionarios municipales alegaran enemistad para evitar sancionarle y exponerse a sus represalias.
Lebr¨®n ya sufri¨® presuntamente malos tratos por parte de su padre, tambi¨¦n polic¨ªa local de la localidad sevillana, y hoy de baja por enfermedad. ¡°La primera vez que le conoc¨ªas era agradable y adem¨¢s guapote, pero luego le gustaba dominar y al ser polic¨ªa, los vecinos le ten¨ªan miedo. Enga?aba much¨ªsimo¡±, relata una vecina. ¡°Cog¨ªa unas borracheras tremendas, no se tomaba las pastillas antidepresivas y a veces se encerraba en el cuarto durante d¨ªas y solo sal¨ªa para comer¡±, apunta su expareja y v¨ªctima de maltrato, Sonia Barea. Durante los veranos de 2014, 2015 y 2016 el exagente pas¨® 42 d¨ªas seguidos con sus dos hijos. ¡°?l repet¨ªa que nos ten¨ªamos que ir siempre los cuatro juntos al cielo¡±, recuerda. En su perfil de WhatsApp hab¨ªa dejado escrito: ¡°Matar a un hijo es lo peor, pero ocultarlo quiz¨¢s lo sea m¨¢s¡±.
Barea relata a¨²n incr¨¦dula el calvario que vivi¨® como v¨ªctima de maltrato desde que decidi¨® separarse de Lebr¨®n. ¡°Siempre me ha encontrado [en dos casas de acogida] y utiliz¨® su placa para movilizar a la Guardia Civil de Granada y la Polic¨ªa Local de Armilla¡±. Los agentes acud¨ªan a su casa despu¨¦s de que Lebr¨®n les llamara diciendo que sus hijos estaban en peligro. ¡°Acudieron cuatro veces en dos semanas para alterar la vida familiar¡±, acusa Barea, que el pasado 19 de junio reflej¨® en su denuncia ante el Instituto Armado una supuesta connivencia policial con Lebr¨®n: ¡°Los agentes [de la Polic¨ªa Local] me dijeron que ten¨ªan ¨®rdenes de su superior en las que la patrulla de servicio ten¨ªa que personarse en su domicilio cada vez que Manuel efectuara llamadas¡±. ¡°No es normal lo que ha pasado con mi caso. La inacci¨®n del juzgado ha sido patente, con mi expareja 22 meses sin pagar una pensi¨®n alimentaria y con un sueldo de funcionario. ?l hasta se puso un pasamonta?as para rajar las ruedas de un coche con los ni?os delante. Les avis¨¦ de sus problemas mentales pero no me hicieron caso¡±, reitera. El abogado de su expareja, ?scar Mart¨ªnez, concluye: ¡°Era un sheriff, ha tenido un halo de miedo para la poblaci¨®n¡±.
A pesar de que el expediente para expulsarle se inici¨® en 2013, dos a?os despu¨¦s un tribunal m¨¦dico ¡ªformado por tres doctores¡ª dictamin¨® que a pesar de que padec¨ªa trastorno ansioso depresivo con consumo habitual de alcohol, Lebr¨®n ¡ªque no se present¨® al examen¡ª era apto para el servicio y por tanto no pod¨ªan avalar la retirada del arma. Poco despu¨¦s el exagente se enfrent¨® a la Guardia Civil en un bar de Chipiona (C¨¢diz) y se dispar¨® en una mano y una pierna, incidente tras el que por fin fue desarmado.
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