La ¡°bola de luz¡± que llev¨® a Diana Quer

"Al principio, durante dos o tres semanas, estuvimos sin saber para qu¨¦ investigaci¨®n est¨¢bamos trabajando", recuerda Marcos P¨¦rez, portavoz de la empresa en la que un d¨ªa de la primavera pasada recal¨® la Guardia Civil buscando desesperadamente una prueba tangible contra el fantasma del hombre que se hab¨ªa llevado a Diana Quer. Los ingenieros de ISV Consultores y Reconstructores de Accidentes, con sede en el municipio pontevedr¨¦s de O Porri?o, pr¨®ximo a Vigo, est¨¢n habituados a recibir encargos policiales y a dar respuestas que parecen salidas de una pel¨ªcula de ciencia ficci¨®n sin que los investigadores les den demasiados detalles acerca del caso. Esta vez ten¨ªan que lograr el "retrato robot" de un veh¨ªculo. Y solo ten¨ªan fotos, y m¨¢s tarde breves secuencias de v¨ªdeo, de unos fogonazos que circulaban en lo m¨¢s oscuro de una noche de verano sobre un tramo concreto de la AG-11, la Autov¨ªa do Barbanza, por donde se sab¨ªa que hab¨ªa viajado el m¨®vil de la joven madrile?a antes de perderse su rastro.

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Manuel S¨¢nchez Corb¨ª, coronel jefe de la UCO (Unidad Central Operativa), defin¨ªa esas im¨¢genes en la rueda de prensa del pasado martes 2 como "bolas de luz" que empezaron a cribar en una tarea "frustrante". Hasta que un mariscador cosech¨® entre berberechos el iPhone 6 blanco de la muchacha bajo el puente de la autov¨ªa, eso era lo ¨²nico con lo que contaban los agentes. Infinidad de bolas de luz, estrellas fugaces del asfalto recogidas por 40 c¨¢maras de seguridad y control de tr¨¢fico. Solo con el tiempo (al cruzarse con el posicionamiento de los tel¨¦fonos m¨®viles de la v¨ªctima y de su supuesto verdugo y al recuperarse parte de la informaci¨®n del terminal rescatado del fango de la r¨ªa) se logr¨® reducir una lista de 3.000 veh¨ªculos a una partida de cartas con tan solo tres. Los naipes eran un autom¨®vil con remolque que jam¨¢s pudo identificarse, otro que s¨ª se hizo pero que se investig¨® y se descart¨® y el que m¨¢s tarde se supo que era el Alfa Romeo gris plata de Jos¨¦ Enrique Abu¨ªn. "Los radares est¨¢n pensados para retratar perfectamente las matr¨ªculas, pero las c¨¢maras de las autov¨ªas no tienen resoluci¨®n. Su funci¨®n es contar coches, prever embotellamientos... nada m¨¢s", explica Marcos P¨¦rez mientras se prepara para marchar a Murcia a reconstruir el incendio de un veh¨ªculo.

Su misi¨®n en la investigaci¨®n de A Pobra era traducir unos pocos fotogramas planos capturados por tres c¨¢maras, donde solo se ve¨ªan los halos de luz de unos faros, en el volumen de un coche, en una forma compatible con una marca y un modelo concretos. Para ello, de forma desinteresada, sin cobrar nada en el medio a?o que dur¨® su investigaci¨®n, tuvieron que trasladarse primero al escenario para reproducir en tres dimensiones los tramos de la AG-11 donde hab¨ªan sido tomadas las im¨¢genes. El trabajo de campo lo realizaron dos ingenieros de la empresa con la ayuda de una docena de guardias civiles que se encargaron durante dos jornadas a cortar alternativamente los carriles de la autov¨ªa en sentido Este, es decir, de A Pobra (donde veraneaba Diana Quer) a Rianxo (donde ocult¨® su cuerpo El Chicle).

Una vez recreado el paisaje en 3D, hab¨ªa que poner a circular virtualmente distintos tipos de autom¨®vil en ambos sentidos y recrear las luces, sombras y brillos que estos generaban al desplazarse sobre la escena indudable. El objetivo era lograr un volumen lo m¨¢s exacto posible de los coches investigados partiendo de reflejos, pero sobre todo de sus propias luces, de la altura y la distancia entre faros, "¨²nicas como el ADN para cada modelo". La Guardia Civil quer¨ªa llegar al conductor a trav¨¦s del retrato de su auto, que ya el pasado septiembre result¨® ser un Alfa Romeo 166, el mismo en el que Jos¨¦ Enrique Abu¨ªn Gey volvi¨® supuestamente a intentar el secuestro de una mujer joven en Boiro (A Coru?a) el d¨ªa de Navidad.

Cuanto menos precisa es una c¨¢mara de seguridad y m¨¢s corre un coche, menos fotogramas se pueden obtener de ella para analizar. En el caso Quer, los expertos de ISV se hallaban en el peor de los escenarios: noche cerrada y tiempo seco, porque creen que es probable que la lluvia, al generar brillos sobre la superficie escasamente iluminada por las farolas, quiz¨¢s les habr¨ªa hecho la tarea "m¨¢s f¨¢cil". La Guardia Civil lleg¨® a este grupo de profesionales porque la empresa, nacida a partir de un equipo de trabajo de la Universidad de Vigo, ya colaboraba con otros cuerpos y en 2014 hab¨ªa ayudado al juez de Violencia contra la Mujer de A Coru?a en la instrucci¨®n de un caso. Un hombre hab¨ªa arrojado del coche en marcha a su pareja en Pocomaco, un pol¨ªgono empresarial de la ciudad, y a ISV se le encomendaba recrear el tiempo y la manera en que la v¨ªctima mortal hab¨ªa sido arrastrada a partir del desgaste por rozadura impreso en su ropa.

Los responsables de las indagaciones que condujeron a El Chicle en la empresa de O Porri?o fueron Marcos P¨¦rez, ingeniero industrial, y su socio Jos¨¦ Antonio Sabucedo, experto universitario en investigaci¨®n y reconstrucci¨®n de siniestros. Dicen que en Espa?a "no debe de haber m¨¢s de cuatro o cinco" firmas que hagan este tipo de trabajos. Ellos, adem¨¢s, dan cursos de formaci¨®n para polic¨ªas, peritos e incluso estudiantes de criminal¨ªstica. Su maestro en la universidad fue Jos¨¦ Antonio Vil¨¢n, que dirig¨ªa el CIMA (Centro de Ingenier¨ªa Mec¨¢nica y Automoci¨®n) y era vicerrector de Transferencia del Conocimiento. Pero Vil¨¢n ya no puede trabajar por las grav¨ªsimas secuelas de un accidente, el atropello, mortal para dos amigos, de un grupo de ciclistas por un conductor de 87 a?os en el municipio pontevedr¨¦s de A Guarda en 2016.

Bajo la batuta de Vil¨¢n, los miembros de ISV empezaron un trabajo que ahora contin¨²an, desarrollando aplicaciones para la investigaci¨®n de accidentes que en el caso Quer no han necesitado emplear. "Quisimos utilizar programas de uso m¨¢s com¨²n y software libre que estuviera al alcance de todos para facilitar luego el trabajo de la Guardia Civil", comenta P¨¦rez. Al final, cuando los agentes de la UCO cruzaron sus datos con el retrato robot de ISV, Jos¨¦ Enrique Abu¨ªn se convirti¨® en ¨²nico sospechoso.