El s¨²per capo de la coca
Con m¨¢s de tres d¨¦cadas en el negocio, Sito Mi?anco solo arriesg¨® con grandes cargamentos que le costaron 20 a?os de prisi¨®n
Es el gran superviviente de la generaci¨®n de capos consagrados por el millonario negocio del contrabando de tabaco que surgi¨® en Galicia en la d¨¦cada de los setenta. Un obstinado Sito Mi?anco (que plant¨® el oficio de marinero por las planeadoras) y sus colegas tabaqueros, vieron entonces la oportunidad de ganar mucho m¨¢s con las drogas. Comenz¨® as¨ª una ¨¦poca de excesos y oportunidades en la que cada cual eligi¨® el tipo de fardo m¨¢s rentable ante la variedad de estupefacientes que ofrec¨ªa el supermercado internacional, un salt¨® que tambi¨¦n fue un im¨¢n para el crimen organizado de todo tipo.
Un impetuoso Jos¨¦ Ram¨®n Prado, audaz piloto de lanchas prototipo que ¨¦l mismo constru¨ªa en su astillero de Cambados, comenz¨® entonces una escalada que le llev¨® hasta Panam¨¢ para subir al p¨®dium del tr¨¢fico de coca¨ªna con treinta y pocos a?os. A principios de los a?os noventa Sito Mi?anco parec¨ªa programado para triunfar, code¨¢ndose con las ¨¦lites del cartel de Medell¨ªn que fund¨® el entonces todopoderoso Pablo Escobar, sus primeros proveedores, y logrando escapar de todas las escaramuzas judiciales que se preparaban contra ¨¦l como uno de los objetivos de la Operaci¨®n N¨¦cora.
Mientras la Audiencia Nacional ordenaba su detenci¨®n, Sito hac¨ªa caso omiso y ejerc¨ªa de capo internacional rodeado de lujos y guardaespaldas desde su residencia en la ciudad de Panam¨¢, donde controlaba la salida de los barcos nodriza desde el puerto franco de Col¨®n y ten¨ªa importantes aliados como el presidente Noriega al que lleg¨® a financiar su ¨²ltima campa?a electoral.
Pero en una de sus escapadas a Espa?a, cuando dirig¨ªa la distribuci¨®n de los ¨²ltimos fardos de un cargamento que hab¨ªa llegado a Madrid, Mi?anco ca¨ªa en su chal¨¦ de Pozuelo de Alarc¨®n con todo su equipo de colaboradores, incluido su jefe de prensa. Era el 19 de enero de 1991 y fue el broche policial de una persecuci¨®n ordenada por el entonces juez Baltasar Garz¨®n tras un intento de Sito de negociar su entrega a trav¨¦s de un alto mando de la Guardia Civil.
Durante su estancia en prisi¨®n, el nombre de Sito Mi?anco sal¨ªa constantemente en las investigaciones policiales cada vez que un cargamento de los grandes llegaba a Galicia o se capturaba en alta mar. La capacidad que se le atribu¨ªa al capo gallego para dirigir el negocio desde la sombra era enorme y adem¨¢s su reputaci¨®n era una garant¨ªa para los carteles colombianos frente a otras organizaciones gallegas que no contaban con la confianza de los proveedores a los que enga?aban cuando pod¨ªan.
As¨ª, un tozudo Mi?anco para los negocios enterr¨® otro largo par¨¦ntesis de su vida nada m¨¢s salir de prisi¨®n en libertad condicional. Sito volv¨ªa a caer en plena faena, dirigiendo desde su ordenador port¨¢til la traves¨ªa por el Atl¨¢ntico de un cargamento de cinco toneladas. Aquello fue pocos meses despu¨¦s de que en una entrevista jurase por sus hijas que nunca hab¨ªa tocado las drogas y que su detenci¨®n fue un complot tras denunciar ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo los pinchazos telef¨®nicos ordenados diez a?os antes por el entonces juez Garz¨®n para capturarle. La sentencia le dio finalmente la raz¨®n a Sito y conden¨® a Espa?a, pero el capo ya se preparaba para pasar otra d¨¦cada entre rejas.
En 2011, Prado Bugallo logr¨® los primeros permisos carcelarios y cuatro a?os despu¨¦s la Audiencia Nacional accedi¨® a concederle la condicional en un auto en el que consideraba oportuno el momento para que el interno ¡°se prepare para su vida en libertad¡±, aunque el juez de vigilancia penitenciario le impidi¨® regresar a Galicia y Sito escogi¨® Algeciras donde se busc¨® un sencillo contrato de trabajo como aparcacoches.
Desde entonces, su nombre tampoco ha dejado de sonar. Con dos causas abiertas por blanqueo de dinero (una de ellas ya cerrada), Sito ten¨ªa que saldar cuentas de su pasado m¨¢s remoto en torno a una antigua inmobiliaria en un juicio previsto para el 27 de febrero.
En tercer grado penitenciario y pendiente de un juicio por blanqueo que salpica a su familia, la polic¨ªa le ha arrestado por tercera vez. Supuestamente implicado en otro intento de introducir coca¨ªna en Espa?a, Mi?anco ha ca¨ªdo en otra macrooperaci¨®n junto a David P¨¦rez Lago, un aprendiz de jefe de narcotr¨¢fico y confidente confeso de la polic¨ªa. Con toda la repercusi¨®n medi¨¢tica que tanto ha odiado, Sito Mi?anco ha vuelto a subir al podio de supercapo del que, al parecer, nunca lleg¨® a bajarse
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