Astronom¨ªa y vino para seducir a la Unesco
El Priorat, en el sur de Catalu?a, y Risco Ca¨ªdo, en Gran Canaria, optan a ser reconocidos como patrimonio mundial
Una melod¨ªa se desparrama por las piedras del acantilado de Siurana, un pueblo milenario del Priorat, en Tarragona. Pertenece a Alone, del m¨²sico Llu¨ªs Capdevila (Falset, 1981), que ¨¦l mismo ejecuta al borde del risco con un piano de cola subido a pulso. ?l y su equipo desaf¨ªan el v¨¦rtigo para captar la magia del paraje rojizo en un videoclip. Su objetivo es dar a conocer un territorio ¡ªformado por Priorat, Montsant y Siurana, reconocido por sus vinos¡ª que este a?o ha sido seleccionado por el Consejo de Patrimonio Hist¨®rico, dependiente del Ministerio de Cultura, como candidato a ser designado patrimonio mundial. No ser¨¢ el ¨²nico en Espa?a. El templo aborigen de Risco Ca¨ªdo y su entorno sagrado, en Gran Canaria, tambi¨¦n ser¨¢ presentado a la Unesco para que decida si lo incluye entre las 45 candidaturas que estudiar¨¢ hasta 2019.
Por ese exhaustivo proceso, que ya han superado 46 regiones -Espa?a es el tercer pa¨ªs con m¨¢s regiones en la lista, tras Italia y China-, acaba de pasar el yacimiento arqueol¨®gico de Medina Azahara, la ciudad califal cordobesa, nominada en 2017 y visitada recientemente por el evaluador. "Creemos que qued¨® satisfecho", apunta Luis Lafuente, presidente del Consejo de Patrimonio Hist¨®rico. El fallo se anunciar¨¢ en junio pr¨®ximo. Poco antes la Unesco decidir¨¢ si Priorat y Risco Ca¨ªdo entran en esa din¨¢mica burocr¨¢tica. "Est¨¢n muy bien preparadas", asegura Lafuente. Si no lo logran, podr¨¢n intentarlo el pr¨®ximo a?o.
"El Priorat es un ejemplo de la relaci¨®n entre los habitantes y su territorio mediante una agricultura milenaria", apunta Roser Vernet, coordinadora de Prioritat, asociaci¨®n que impulsa la candidatura catalana.
Este paisaje agrario al sur de Catalu?a, en declive durante d¨¦cadas, del que Labordeta dec¨ªa que "produce la sensaci¨®n de estar salvaguardado al tiempo, en duro combate entre la supervivencia y el abandono", ha cambiado gracias a la recuperaci¨®n del sector vin¨ªcola. En 1989, las bodegas se contaban con los dedos de una mano; hoy son m¨¢s de un centenar las que elaboran artesanalmente vinos apreciados en todo el mundo.
"El reconocimiento ayudar¨ªa a preservar este paisaje mediterr¨¢neo de los abusos industriales o urban¨ªsticos", apunta. Algo que aportar¨ªa valor al sector vitivin¨ªcola que estimula la econom¨ªa de esta regi¨®n, que cuenta con unos 9.500 habitantes y 500 kil¨®metros cuadrados.
Otra industria, la del turismo, pondr¨ªa en peligro la conservaci¨®n del entorno de Risco Ca¨ªdo, al noroeste de Gran Canaria, que comprende una cuarta parte del territorio de la isla. "Es un yacimiento con una c¨²pula de m¨¢s de cinco metros excavada en la roca por una cultura norteafricana que desconoc¨ªa el metal", apunta Jos¨¦ de Le¨®n, arque¨®logo e impulsor de la candidatura del Risco. "La manera en que se filtra la luz para marcar las estaciones demuestra un conocimiento de la astronom¨ªa y la geometr¨ªa al nivel de las civilizaciones de la isla de Pascua o Haw¨¢i", contin¨²a. Por eso apuesta por que la Unesco la reconozca. "Proponemos un turismo sostenible", completa.
Cuanto m¨¢s elaboradas est¨¦n las candidatura, m¨¢s oportunidades tendr¨¢n de resultar seleccionadas. El apoyo de la sociedad es clave y en ambas ha sido masivo. El v¨ªdeo de Capdevila es una muestra de ello. "Propuse a bodegas y entidades la posibilidad de colaborar", apostilla el m¨²sico. Con esa ayuda, pudo grabar el v¨ªdeo que muestra un fragmento de esa tierra que aspira a ser reconocida como ¨²nica por toda la humanidad
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Rodaje en las alturas
Llu¨ªs Capdevila ha pasado los ¨²ltimos a?os en Nueva York con una beca Fullbright y un doctorado en la Universidad de Stony Brook, en Long Island. Tambi¨¦n ha aprovechado para descubrir la vida cultural y espiritual de la urbe. "En los dos ¨²ltimos a?os tocaba una media de veinticinco noches al mes y trabajaba como organista en una iglesia afroamericana del Bronx", explica este licenciado en Derecho que ha aprendido piano casi por su cuenta con profesores particulares.
A su periplo neoyorquino le sigui¨® el lanzamiento de su primer ¨¢lbum, Di¨¢spora, al que pertenece la pieza que interpreta al piano en medio de la naturaleza tarraconense, a unos 700 metros de altura. Subir el instrumento hasta Siurana no fue f¨¢cil. "Hab¨ªa que llevarlo como los romanos, a peso entre varias personas a lo largo de cien metros de terreno abrupto", detalla. Ninguna marca quer¨ªa alquilarle un piano para colocarlo al borde del acantilado. "Todos me solicitaron im¨¢genes de d¨®nde iba e inmediatamente me dijeron que ni hablar, excepto DaMusics, una empresa de Tarragona que accedi¨® porque me conoc¨ªan", explica.
Al grabar en directo, el piano necesitaba ser templado. ¡°Contact¨¦ con mi afinador de conciertos, Dimitri Edo, para que lo pusiera a punto. Estuvo m¨¢s de tres horas dado que, a la intemperie, la afinaci¨®n no se consolidaba¡±, recuerda. El sonido tambi¨¦n supuso un reto. ¡°Quer¨ªamos captar el sonido ambiente, que era casi tan importante como la m¨²sica, pero el viento supon¨ªa un obst¨¢culo. El ingeniero de sonido David Casamitjana que ten¨ªa que permanecer oculto entre los arbustos para que no se le viera, hizo un gran trabajo¡±, a?ade el int¨¦rprete. Finalmente, en tan solo tres tomas Capdevila y su equipo recopilaron todo el material que necesitaban. Tuvieron suerte. ¡°Est¨¢bamos limitados por los minutos de luz tenue que nos daba la puesta de sol. Nos lo jugamos todo en una hora¡±, a?ade. ¡°Se trataba de improvisar en contacto con la naturaleza e intent¨¦ ser lo m¨¢s natural en aquellas condiciones, tocando al borde del precipicio¡±.
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