Suiza deniega las extradiciones por actos ¡°con un car¨¢cter pol¨ªtico preponderante¡±

La decisi¨®n de la exportavoz de la CUP Anna Gabriel de instalarse en Suiza para escapar de la Justicia espa?ola, que la persigue por delitos de rebeli¨®n, sedici¨®n y malversaci¨®n de fondos por los actos que desembocaron en la declaraci¨®n de independencia de Catalu?a del pasado 27 de octubre, no es casual. Las leyes helv¨¦ticas obligan a denegar la extradici¨®n de supuestos delincuentes si el procedimiento de entrega se activa por ¡°un acto que, seg¨²n las concepciones suizas, reviste un car¨¢cter pol¨ªtico preponderante¡±. Sobre el car¨¢cter pol¨ªtico de la infracci¨®n decide el Tribunal Penal Federal, la m¨¢xima instancia judicial de la Confederaci¨®n.

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La normativa helv¨¦tica establece que la extradici¨®n se concede si por lo menos una de las infracciones que se imputan est¨¢ sancionada tanto en Suiza como en el pa¨ªs que reclama la entrega, en este caso Espa?a, si finalmente lo hace. El C¨®digo Penal suizo, en su art¨ªculo 265, castiga con ¡°una pena privativa de libertad de al menos un a?o¡± los actos tendentes a ¡°modificar por la violencia la Constituci¨®n o la Constituci¨®n de un cant¨®n¡±, a ¡°impedir por la violencia a las autoridades pol¨ªticas ejercer su poder¡±, o a ¡°separar por la violencia una parte del territorio suizo de la Confederaci¨®n¡±, entre otros.

Estas conductas encajan, con escasos matices, con los delitos de sedici¨®n y rebeli¨®n que contempla la legislaci¨®n espa?ola, y que se castigan, en los casos m¨¢s graves con hasta 30 a?os de prisi¨®n. La expresi¨®n suiza ¡°pena privativa de libertad de al menos un a?o¡± sustituy¨® en el a?o 2006 la m¨¢s concreta ¡°reclusi¨®n o encarcelamiento de uno a cinco a?os¡±.

En caso de que Espa?a, una vez que se verifique la huida de Anna Gabriel, reclamara a Suiza su extradici¨®n, las autoridades de ese pa¨ªs proceder¨ªan a su detenci¨®n, que puede quedar sin efecto si la Oficina Federal de Justicia, organismo encargado de la extradici¨®n, considera que no se sustraer¨¢ a la entrega si finalmente se decide o que no entorpecer¨¢ la instrucci¨®n o si presenta, de manera inmediata, una coartada que demuestre de forma concluyente su inocencia.

El recorrido judicial en Suiza tiene algunos puntos en com¨²n con la justicia de B¨¦lgica, pa¨ªs donde se refugia el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont y cuatro exconsejeros de su Gobierno, especialmente las v¨ªas de recurso y las instancias judiciales implicadas. La decisi¨®n de la Oficina Federal ¨Cequivalente al ministerio de Justicia- puede ser recurrida en apelaci¨®n ante el Tribunal Penal Federal en un plazo de 30 d¨ªas. Incluso la decisi¨®n de este organismo supremo de autorizar la extradici¨®n puede ser revisada si se trata de un caso ¡°particularmente importante¡±.

Sin embargo, la gran diferencia con B¨¦lgica, y con el resto de Estados de la Uni¨®n Europea, radica en el tipo de procedimiento de entrega. En los pa¨ªses de la UE rige la Orden Europea de Detenci¨®n y Entrega (OEDE), un sistema simplificado de reconocimiento de resoluciones penales entre Estados y que se lleva a cabo de juez a juez, sin intermediaci¨®n de los Gobiernos. Por el contrario, en el procedimiento cl¨¢sico de extradici¨®n, que es el que rige entre Espa?a y Suiza, el poder Ejecutivo tiene la ¨²ltima palabra sobre la entrega.

Las relaciones de extradici¨®n entre ambos pa¨ªses se regulan por el Convenio Europeo de Extradici¨®n, que establece que ¡°no se conceder¨¢ la extradici¨®n si el delito por el cual se solicita es considerado por la parte requerida como delito pol¨ªtico¡±. La legislaci¨®n suiza habla de actos que ¡°seg¨²n las concepciones suizas¡±, revisten ¡°un car¨¢cter pol¨ªtico preponderante¡±, y except¨²a actos de genocidio, cr¨ªmenes contra la humanidad, cr¨ªmenes de guerra y actos ¡°particularmente reprobables¡±. En marzo de 2017 la Oficina Federal de Justicia de Suiza autoriz¨® la entrega a Espa?a de Miren Nekane Txapartegi, condenada por colaboraci¨®n con ETA, y que aleg¨® ante las autoridades helv¨¦ticas que se la persegu¨ªa por motivos pol¨ªticos.

La entrega de la etarra Txapartegi se produjo despu¨¦s de que la Audiencia Nacional espa?ola rechazara, en mayo de 2013, extraditar a Suiza al inform¨¢tico franco-italiano Herv¨¦ Falciani, que en diciembre de 2008 se hizo con los datos de 130.000 clientes del banco privado HSBC con sede en Ginebra y colabor¨® con la justicia de varios pa¨ªses para detectar a miles de evasores fiscales. En ese caso, Espa?a consider¨® que no se daba el principio de doble incriminaci¨®n, esto es, que los delitos de los que se acusa a Falciani en Suiza no est¨¢n tipificados como tales en la legislaci¨®n espa?ola. Aunque esa negativa molest¨® a las autoridades suizas, lo cierto es que estas han seguido colaborando con Espa?a en materia judicial en los ¨²ltimos a?os facilitando datos bancarios en investigaciones de corrupci¨®n como el caso B¨¢rcenas o el caso P¨²nica.