El pasado terrorista que se escond¨ªa en un bar latino de Ventas
Mar¨ªa se convirti¨® en Marian al llegar a Espa?a desde Per¨², donde fue miembro de Sendero Luminoso y acusada de tres asesinatos. La polic¨ªa la detuvo en Madrid la semana pasada


A los 37 a?os Mar¨ªa Hilda P¨¦rez Zamora pas¨® a llamarse Marian Hilda P¨¦rez Zambrano. Esa leve modificaci¨®n en su nombre la ha mantenido oculta en Espa?a durante m¨¢s de diez a?os. Hasta que el viernes pasado fue detenida en su casa de Madrid con una Orden Internacional de Detenci¨®n (OID) por un delito de terrorismo emitida desde Per¨², donde est¨¢ acusada de haber matado a dos polic¨ªas y a un civil en 1990. Por aquel entonces era todav¨ªa una guerrillera de Sendero Luminoso.
Cuando los polic¨ªas de la Unidad Adscrita a los Juzgados de Plaza de Castilla llamaron a su puerta y preguntaron por Mar¨ªa, Marian comenz¨® a desaparecer. Y, con ella, la vida construida a lo largo de toda una d¨¦cada en Espa?a. Su marido, su hijo, sus dos hijas, su nieta, a la que ella misma llevaba al colegio cada ma?ana. Y el bar, Puerto Bah¨ªa, el local que mont¨® en una calle cercana a la plaza de toros de Las Ventas de Madrid y que hoy sigue siendo el negocio familiar, aunque lo pusiera a nombre de su hija.
¡°Ella era el alma de ese sitio, un bar de copas con car¨¢cter latino¡±, asegura uno de los investigadores que la ha seguido en los ¨²ltimos tiempos, hasta no tener dudas de que era ella. Hasta asegurarse de que ese NIE con el nombre de Marian, expedido en Espa?a con motivo de una reagrupaci¨®n familiar ¡ªsu marido vino antes que ella y se puso a trabajar en una f¨¢brica¡ª, se correspond¨ªa realmente con una carta de identidad peruana a nombre de Mar¨ªa Hilda P¨¦rez Zamora.
Consecuencias de un ¡®sendero¡¯ violento

Las acciones violentas del grupo Sendero Luminoso comenzar¨®n en el Per¨² de los a?os ochenta y continuaron hasta 1992. Despu¨¦s tuvo solo algunas intervenciones espor¨¢dicas. El Partido Comunista del Per¨²-Sendero Luminoso (PCP-SL) ¡ªcomo se llamaba¡ª devino en un grupo terrorista de ideolog¨ªa marxista, leninista y mao¨ªsta que supuestamente promov¨ªa una revoluci¨®n liderada por el campesinado.
Es considerada una organizaci¨®n terrorista por el Estado del Per¨², adem¨¢s de la Uni¨®n Europea y Canad¨¢. Figura tambi¨¦n en la lista de organizaciones terroristas extranjeras del Departamento de Estado de Estados Unidos.
De acuerdo con la Comisi¨®n de la Verdad y Reconciliaci¨®n, encargada de elaborar un informe sobre la violencia armada interna en Per¨², Sendero Luminoso provoc¨® durante el conflicto armado peruano (1980-2000) la muerte de entre 31.331 y 37.840 personas. Durante los a?os de actividad terrorista lleg¨® a tomar el control de algunas ciudades.
Ya, en 2011, fue detenida por agentes de la Comisar¨ªa General de Informaci¨®n (CGI) de la Polic¨ªa Nacional pero consigui¨® esquivar a la justicia espa?ola precisamente por la confusi¨®n en los nombres.
Entonces, aseguran fuentes policiales, llegaron a cotejar sus huellas y se determin¨® que ambas identidades correspond¨ªan a la misma persona. Pero en aquel momento no hab¨ªa Orden Internacional de Detenci¨®n y extradici¨®n. El juez solo estableci¨® medidas cautelares, que ella incumpli¨® y pas¨® a estar en busca y captura, aseguran las mismas fuentes. Pero el asunto entr¨® en una especie de limbo judicial, y qued¨® pendiente de una nueva reclamaci¨®n internacional que finalmente lleg¨® y se ha hecho efectiva ahora.
Los P¨¦rez Zamora provienen de una familia humilde de Cajamarca, una ciudad en la zona monta?osa del norte de Per¨². All¨ª fueron entrenados en t¨¦cnicas de guerrilla en los a?os ochenta Mar¨ªa y sus hermanos, como tantos campesinos. Una de sus hermanas muri¨® en uno de los enfrentamientos armados que mantuvieron con la polic¨ªa, seg¨²n los investigadores; Su otro hermano sigue a¨²n hoy en prisi¨®n por participar en algunos de los atentados.
Ella, bajita, con pelo oscura y media melena, aparece en las fotos de los archivos policiales portando un fusil de asalto Kalashnikov y haciendo pr¨¢cticas de tiro con otros guerrilleros de Sendero Luminoso en las monta?as. A sus 47 a?os, asentada en Madrid y con el aspecto completamente cambiado ¡ªpelo muy corto y tintado¡ª, hab¨ªa roto por completo con aquel pasado terrorista, que se hizo de golpe presente cuando los polic¨ªas llamaron a la puerta de su casa hace unos d¨ªas. Un domicilio cercano al bar que regenta la familia, en un barrio muy popular madrile?o, que cada vez tiene m¨¢s sabor latino.
¡°No quer¨ªa salir de su casa¡±, cuentan los investigadores. Sab¨ªa que cruzar ese umbral era adentrarse en un t¨²nel del tiempo que la conducir¨ªa r¨¢pidamente hasta Per¨² mediante una orden de extradici¨®n que, esta vez s¨ª, hab¨ªa sido tramitada por las autoridades peruanas y que ya ha sido aprobada por el Consejo de Ministros, aseguran las mismas fuentes.
Mientras sus hijas y su marido contin¨²an con el bar abierto, ofreciendo tamales y empanadillas, Mar¨ªa permanece ¡°en prisi¨®n preventiva, pero su regreso a Per¨² es inminente, en los pr¨®ximos d¨ªas¡±, seg¨²n se?alan fuentes del caso.
Tras ser arrestada, ya en dependencias policiales, y custodiada por agentes de la Comisar¨ªa General de Informaci¨®n, Marian volv¨ªa a ser Mar¨ªa. Habl¨® con calma de aquellos tiempos olvidados, de la pobreza de su familia, de las escasas salidas que hab¨ªa para los j¨®venes de su regi¨®n, confes¨® sus temores y sus miedos a volver a un pa¨ªs, el suyo, que ya no conoc¨ªa ni probablemente reconocer¨ªa. Hab¨ªa roto por completo con su pasado. Sin embargo, ¡°era muy consciente de que pasar¨ªa el resto de su vida entre rejas¡±, se?alan los agentes que la acompa?aron.
Atr¨¢s quedar¨¢n las tardes y noches en el Puerto Bah¨ªa, al ritmo de reguet¨®n y con el sonido de las dos mesas de billar que flanquean el local al fondo.
Este fin de semana sus hijas y su marido hac¨ªan turnos en el bar. ¡°La vida es dura¡±, dec¨ªa ¨¦l, que contaba que otros tres hermanos suyos ¡ª¡°somos una familia de diez¡±¡ª tambi¨¦n hab¨ªan venido a vivir a Madrid. ¡°No s¨¦ nada de ella, no s¨¦ que va a pasar¡±, respond¨ªa con cierto gesto de resignaci¨®n al ser preguntado por Marian.
Sus hijas, veintea?eras, controlaban la barra, la caja y la atenci¨®n a los clientes, sin mostrar demasiadas ganas de conversaci¨®n. Un local convertido en punto de encuentro de lo que parec¨ªa ser gente conocida del barrio, la mayor¨ªa de ellos inmigrantes j¨®venes latinoam¨¦ricanos, algunos ¡ªcomo una de las hijas de Mar¨ªa¡ª ya con hijos peque?os. Toda una gran familia, crecida y ampliada en lo que era el Madrid castizo, y aparentemente ajena a los vaivenes del pasado.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
