Ocho presos del 11-M, 146 reclusos por yihadismo
El n¨²mero de encarcelados por v¨ªnculos con el islamismo radical casi se cuadruplica en solo cinco a?os. El 72% milita en el ISIS
Saed El Harrak sali¨® de prisi¨®n el pasado 25 de octubre de 2017. Condenado a 12 a?os de c¨¢rcel por su relaci¨®n con la c¨¦lula yihadista que cometi¨® los atentados del 11 de marzo de 2004 en Madrid, durante todo ese tiempo permaneci¨® recluido en primer grado penitenciario, un duro r¨¦gimen penitenciario de vida que le oblig¨® a permanecer durante toda la condena en su celda con tan solo cuatro o cinco horas diarias de salida al patio. Al abandonar aquel d¨ªa la prisi¨®n de Mansilla, en Le¨®n, la polic¨ªa estaba a la puerta esper¨¢ndole para proceder a su expulsi¨®n de Espa?a rumbo a su pa¨ªs de origen, Marruecos. Tras su excarcelaci¨®n, solo ocho de los 18 condenados por el Tribunal Supremo por la masacre de Atocha permanecen en prisi¨®n cuando se cumplen 14 a?os de los mismos. Son una m¨ªnima parte de los 146 reclusos por yihadismo ¡ªdiez de ellos mujeres¡ª que est¨¢n encarcelados en la actualidad, seg¨²n los ¨²ltimos datos del Ministerio del Interior a los que ha tenido acceso EL PA?S.
Los ocho presos por el 11-M son Hassan El Haski, Rachid Aglif, alias El Conejo, Mohamed Bouharrat, Abdemaljid Bouchar (bautizado en su d¨ªa por la polic¨ªa como El Gamo tras escapar de una primera detenci¨®n a la carrera), Jos¨¦ Emilio Su¨¢rez Trashorras, Jamal Zougam, Otman El Gnaoui y Antonio Toro. A este ¨²ltimo, el Tribunal Supremo le impuso una pena de cuatro a?os por su implicaci¨®n en los atentados que ya ha cumplido. Sin embargo, permanecer¨¢ en la prisi¨®n de Boxe (Lugo) hasta 2022 despu¨¦s de que en 2009 la justicia acordara acumular las condenas que le hab¨ªan impuesto los diversos tribunales, principalmente por tr¨¢fico de drogas.
En primero de los ocho condenados por el 11-M que abandonar¨¢ la prisi¨®n ser¨¢ El Haski. La excarcelaci¨®n del que fue acusado de ser uno de los cabecillas del Grupo Isl¨¢mico Combatiente Marroqu¨ª (GICM) ¡ªaunque en el juicio solo se pudo probar que estaba al corriente de los preparativos de los atentados¡ª est¨¢ fijada para el 3 de junio de 2019. En la actualidad ocupa una celda en la c¨¢rcel de Villena (Alicante). Tres a?os despu¨¦s les tocar¨¢ salir de prisi¨®n a Aglif, Bouharrat y Toro. Est¨¢ previsto que el primero, recluido en la prisi¨®n de Castell¨®n, lo haga el 1 de abril de 2022. El segundo, que cumple condena en la de Valladolid, el 30 de octubre.
Para el 12 de septiembre de 2023 est¨¢ prevista la excarcelaci¨®n de Bouchar, actualmente recluido en la prisi¨®n de Teixeiro (A Coru?a). Los tres ¨²ltimos ¡ªel minero Su¨¢rez Trashorras y los considerados autores materiales de la masacre Zougam y El Ganoui¡ª lo har¨¢n en 2044. Los tres recibieron las mayores penas, todas ellas de miles de a?os de prisi¨®n, aunque la ley solo permite el cumplimiento efectivo de 40 a?os de prisi¨®n. Zougam est¨¢ en la c¨¢rcel de Teixeiro. Su¨¢rez Trashorras, cuya salida de la c¨¢rcel est¨¢ prevista para el 3 de marzo de ese a?o, cumple la pena en segundo grado penitenciario en la prisi¨®n pontevedresa de A Lama. All¨ª est¨¢ tambi¨¦n El Ganoui.
Ambos son dos de los ocho reclusos vinculados al terrorismo yihadista que permanecen en dicho centro penitenciario, uno de los 27 en los que el Ministerio del Interior ha dispersado a los 146 encarcelados por tener v¨ªnculos con el yihadismo. La prisi¨®n que ten¨ªa m¨¢s de estos terroristas a finales de 2017 ¡ª¨²ltimos datos disponibles sobre dicha distribuci¨®n¡ª era el Puerto I (C¨¢diz), con 15 internos. Le segu¨ªan la de Mansilla (Le¨®n), con 12, y las de Valencia, Albolote (Granada) y Sevilla II, con nueve cada una. Estas cinco c¨¢rceles acumulan casi un tercio de todos los presos encarcelados por yihadismo.
Las estad¨ªsticas de Interior reflejan que desde 2012 a la actualidad, el n¨²mero de internos casi se ha cuadruplicado. As¨ª, de los 41 existentes a comienzos de ese periodo se ha pasado a los 146 de la actualidad. Un n¨²mero que lleg¨® a ser mayor a finales del pasado mes de octubre, cuando se lleg¨® a 151. Un fuerte aumento que fue especialmente significativo a partir de 2015, a?o en el que se produjo la reforma del C¨®digo Penal que incluy¨® el castigo penal a quienes se adiestran o adoctrinan de manera aut¨®noma, sin necesidad de una organizaci¨®n, para perpetrar actos de terrorismo. As¨ª, de los 51 existentes a comienzo de aquel a?o, se pas¨® 12 meses despu¨¦s a 93. A finales de 2016 ya eran 126 presos. El ¨²ltimo recuento de Instituciones Penitenciarias referido a la primera semana de marzo suma 20 reclusos m¨¢s a esta ¨²ltima cifra. Dos terceras partes est¨¢n en situaci¨®n preventiva, mientras que el resto cumple ya condena.
Por nacionalidades, la inmensa mayor¨ªa son marroqu¨ªes (72) y espa?oles (57). Tambi¨¦n abrumador es el porcentaje de los que est¨¢n vinculados al Estado Isl¨¢mico (ISIS en sus siglas en ingl¨¦s). 95 hombres y las 10 mujeres pertenecen a esta organizaci¨®n terrorista, mientras que a 40 se les considera encuadrados en Al Qaeda, y existe un interno que milita en el Grupo Isl¨¢mico Armado (GIA), de origen argelino. Desde la primera detenci¨®n de terroristas del ISIS en Espa?a ¡ªproducida en junio de 2013 en Ceuta en la Operaci¨®n Cesto¡ª, esta organizaci¨®n terrorista ha desplazado a la organizaci¨®n que fund¨® Osama bin Laden hasta convertirse en el principal grupo terrorista implantado en Espa?a. En las c¨¢rceles ese fen¨®meno se confirm¨® en 2015, cuando por primera vez su n¨²mero de presos super¨® a los de Al Qaeda.
Todos los presos yihadistas son sometidos a un exhaustivo control por parte Instituciones Penitenciarias para evitar que propaguen su radicalismo en prisi¨®n. Una vigilancia que en los ¨²ltimos a?os Interior ha extendido a otros 120 reclusos musulmanes que, si bien no ingresaron en la c¨¢rcel por terrorismo sino por otros delitos menores, durante su estancia en prisi¨®n han dado muestras de radicalizaci¨®n. Fuentes penitenciarias manejan la cifra de cerca de 40 clasificados ya como ¡°captadores¡± de otros presos y m¨¢s de 80 que han mostrado los primeros s¨ªntomas de extremismo religioso.
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