¡°?Para la oposici¨®n qu¨¦ me pongo?¡±
La carrera diplom¨¢tica sigue siendo con un 26% de mujeres y solo 11 embajadoras un coto dif¨ªcil para la igualdad
En la ¨²ltima promoci¨®n para la elitista carrera diplom¨¢tica, a la que entreg¨® sus diplomas el rey Felipe VI, aprobaron ocho mujeres del total de 19 aspirantes que superaron la dif¨ªcil oposici¨®n. Una divisi¨®n de sexos similar e inimaginable hace solo 15 a?os, cuando eran minor¨ªa, o impensable en 1971, cuando Mar¨ªa Rosa Boceta se convirti¨® en la primera en acceder a ese cuerpo tras la prohibici¨®n impuesta durante el franquismo y tras el caso de la pionera Margarita Salaverr¨ªa, durante la II Rep¨²blica en 1933. Pero a la actual presidenta del tribunal examinador a¨²n le sorprende que las j¨®venes candidatas actuales lleguen con tantos prejuicios y le pregunten: ¡°?Qu¨¦ me pongo para la oposici¨®n?, ?debo ir maquillada?¡±. O peor a¨²n: ¡°?Existe discriminaci¨®n de sexos para aprobar?¡±. El problema es que el d¨ªa de la prueba casi todas se presentan uniformadas: traje oscuro y camisola blanca. Como los hombres, que nunca preguntan por esos detalles.
En la carrera diplom¨¢tica, oficialmente, ni hay ni puede haber discriminaci¨®n pero el desequilibrio sigue siendo evidente. Entre los 907 diplom¨¢ticos existentes, a balance del pasado 5 de marzo, solo 237 son mujeres y los 670 restantes son hombres. Sin embargo, de las 5.535 personas que confirman la plantilla del Ministerio de Exteriores 2.770 son mujeres (el 50,05%). Entre el personal funcionario no diplom¨¢tico llegan al 56% y entre el laboral al 53%. En el Servicio de Acci¨®n Exterior hay otros 16 diplom¨¢ticos agentes temporales de los cuales 6 son mujeres. Hay 11 titulares de embajadas o de representaciones permanentes de Espa?a en el exterior y 14 jefas de misi¨®n en alguna de las 117 embajadas abiertas. La situaci¨®n est¨¢ mejorando con el tiempo, pero lentamente.
Helena Cosano, subdirectora de la Escuela Diplom¨¢tica y promotora de charlas en favor de la equiparaci¨®n, lo justifica en el eterno problema de la complicada conciliaci¨®n familiar para aceptar destinos en el extranjero. Era la excusa sempiterna. Cosano, de la cosecha diplom¨¢tica de 2004, les explica a las nuevas generaciones que esa dificultad es ahora igual para hombres y mujeres y las anima a dar el paso. Pero observa muchos temores. En ocasiones las alumnas a¨²n les plantean si puede ser inoportuno o contraproducente ir a los examenes ¡°demasiado monas¡±.
Los rescoldos del machismo en la carrera diplom¨¢tica no son una lacra ¨²nicamente de Espa?a, aunque los datos de integraci¨®n femenina sean especialmente pobres en comparaci¨®n con otros pa¨ªses de nuestro entorno. La propia Cosano se sorprendi¨®, en este sentido, en la noche de este 8 de marzo, el d¨ªa de la huelga, ante el ¨¦xito de la convocatoria organizada por la Asociaci¨®n Avenir (hispano francesa) con las 19 embajadoras extranjeras acreditadas en Espa?a. Acudieron m¨¢s de 400 personas y llenaron dos salas enormes del antiguo Club Financiero G¨¦nova de Madrid. Pero la mayor¨ªa de las embajadoras extranjeras que tomaron la palabra ofrecieron datos de acceso de la mujer en sus pa¨ªses a esos puestos mejores que los de Espa?a.
La representante de Hungr¨ªa, Eniko Gyori, la m¨¢s conservadora y contraria a las cuotas obligatorias, destac¨® que hace 20 a?os no ten¨ªan ninguna embajadora y ahora son el 17%. La de Costa Rica, Doris Osterlof, pudo presumir de que son m¨¢s mujeres que hombres en su cuerpo diplom¨¢tico. La argelina, Taous Feroukhi, enumer¨® beneficios de las cuotas y de su reforma constitucional de 2016 que han permitido cuatro generalas, un 32% de cargos electos reservados y un 25% de diplom¨¢ticas. La chipriota, Koula Sophianou, desmont¨® con datos propios el t¨®pico de que las mujeres no pueden trabajar entre ellas: en su oficina anterior en Nueva York eran cuatro f¨¦minas y un hombre y ahora en Madrid son seis mujeres y un var¨®n.
La senegalesa Julie Cisse¨¦, premiada en la primera edici¨®n de la Conferencia Internacional sobre Mujer y Diplomacia organizada por Avenir, lo enfatiz¨® en su discurso: ¡°Las circunstancias pueden ser diferentes pero los problemas de la mujer son los mismos¡±. Y abog¨® por m¨¢s unidad, educaci¨®n y valent¨ªa.
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