La otra mafia de la costa de Galicia
Grupos de mariscadores furtivos mueven cada a?o toneladas de producto ilegal. Lo venden a restaurantes, lonjas y depuradoras. "Son peores que los narcos", dice el vigilante de una cofrad¨ªa
¡°El chal¨¦ que tengo en la playa lo pagu¨¦ con el dinero de las navajas¡±. Lo dice Ram¨®n, el nombre ficticio de uno de los mariscadores furtivos m¨¢s importantes de Galicia. Afirma haber llegado a capturar 140 kilos de navajas en una sola noche. Naci¨®, creci¨® y vive en las R¨ªas Baixas, donde charla en la terraza de un bar mientras la lluvia golpea contra el toldo. ¡°Empec¨¦ a ir al marisco furtivo a los 8 a?os. Soy hijo de marinero, tuve que ponerme a trabajar en el mar desde ni?o¡±. Lo que pasa que Ram¨®n eligi¨® hacerlo sin licencia: pesca y vende de forma ilegal. Es un furtivo.
Adem¨¢s de navajas, captura vieiras y n¨¦coras. Lo hace buceando a pulm¨®n o con botella. ¡°Mientras yo bajo, un coche vigila los alrededores y otra persona espera en la superficie. Solemos sacar unos 60 kilos en unas 4 o 5 horas. He llegado a estar hasta 6 horas bajando a pulm¨®n¡±.
A mediados de los 90 el marisco furtivo le dio millones de pesetas. Se compr¨® un chal¨¦, un piso en A Coru?a y otro en Santiago de Compostela. ¡°La clave est¨¢ en tener cabeza. Yo voy mirando por el retrovisor como un loco, si veo el mismo coche tres veces me escapo y suelo bucear por las noches, a las 3 de la ma?ana. Vamos cuatro o cinco personas. Estamos organizados¡±.
Tan organizados que la Guardia Civil y el Servizo de Gardacostas de la Xunta de Galicia protagonizan desde hace a?os un combate, a veces demasiado literal, contra lo que comienza a perfilarse como una mafia. La otra mafia de la costa gallega.
¡°Iguali?os que los contrabandistas¡±
Seg¨²n datos de la Conseller¨ªa do Mar de la Xunta de Galicia, en el a?o 2016 se decomisaron 73.140 kilos de marisco ilegal en la Comunidad. El a?o pasado la cifra creci¨® hasta los 175.074 kilos.
¡°En Galicia tenemos un problema, hay que admitirlo, pero yo insisto en que no es una situaci¨®n dram¨¢tica¡±. Lo dice Lino Sexto, subdirector general del Servizo de Gardacostas de la Xunta. ¡°Hemos mejorado en un problema que aqu¨ª es muy viejo y contra el que es muy dif¨ªcil luchar¡±. El furtivismo solo es delito desde la reforma legal de 2015, en la que se recogen hasta penas de prisi¨®n. Ning¨²n furtivo ha acabo nunca entre rejas. ¡°Les compensa pagar la multa, algunos se sienten intocables¡±, dice Lino.
En Mux¨ªa, un pueblo pesquero de la Costa da Morte, Moncho do Pesco, percebeiro jubilado, cuenta que los furtivos aparecen con planeadoras de potentes motores y, buceando, ¡°limpian las rocas que quedan bajo el mar. Se llevan el 50% del producto. Pueden sacar 6.000 euros en una noche y salen un tercio de las noches del a?o. Haz n¨²meros¡±.
Llegan por mar y tierra, se colocan para vigilar en puntos estrat¨¦gicos, a veces armados con palos y estacas, y salen cargados con cajas de percebes, seg¨²n explica Moncho. ¡°Como los contrabandistas, iguali?os¡±.
Suso es vigilante costero en la Cofrad¨ªa de San Telmo de Pontevedra. Las cofrad¨ªas de pescadores en Galicia tienen la obligaci¨®n de organizar turnos de vigilancia para evitar el furtivismo. El compromiso no se cumple en muchas partes de la costa gallega y, donde se cumple, los vigilantes no tienen ninguna opci¨®n frente a los furtivos. ¡°Son una mafia. Apunta eso: una mafia¡±. Suso grita enfadado, mientras desata un cabo de su embarcaci¨®n en el puerto de Campelo. ¡°A m¨ª me quemaron el coche hace un mes y la semana pasada me rompieron los faros de otro. Ayer mismo me agredieron y me rompieron las gafas. Te voy a decir una cosa: ?son peores que los narcos!¡±, grita zanjando la conversaci¨®n.
¡°Estos grupos est¨¢n organizados, ganan mucho dinero y dejan claro lo que hacen. Tienen cochazos, pasean motos de gran cilindrada y se compran pisos".
En Galicia existen furtivos que apa?an unos cuantos kilos de centollas o n¨¦coras para subsistir. Pero, por encima de ellos, existen grupos que mueven miles de euros y venden toneladas de marisco, sobre todo almejas, vieiras y navajas, el producto que m¨¢s dinero genera por consumirse todo el a?o.
¡°Estos grupos est¨¢n organizados, ganan mucho dinero y dejan claro lo que hacen. Tienen cochazos, pasean motos de gran cilindrada y se compran pisos. Como si fueran narcos¡±, explica un mariscador legal y miembro de una cofrad¨ªa de la costa. ¡°De hecho, algunos los son. Compaginan el marisco con el tabaco y la droga. Mira ¡®Os Fanchos¡¯, el clan del tipo ese de Diana Quer. Esos le dan a todo. Pero es que no hace falta. Los grupos potentes de furtivos mueven m¨¢s dinero que los contrabandistas¡±.
¡°El problema es que la mayor¨ªa de gente sabe qui¨¦nes son¡±, dice Lino Sexto. ¡°El furtivismo est¨¢ tolerado, se acepta en Galicia. Esta gente no se esconde, al rev¨¦s, les gusta la ostentaci¨®n¡±. Hace cuatro d¨ªas, el temporal dej¨® varias playas de Fisterra cubiertas de vieiras. Los vecinos dieron buena cuenta de ellas. ¡°Hasta el alcalde dijo que eso era normal. ?Y eso que es bi¨®logo! No hay una conciencia del da?o que el furtivismo supone¡±, cuenta Lino.
Dice Moncho, en Mux¨ªa, que sabe perfectamente qui¨¦nes son los grupos de percebeiros ilegales. ¡°?Y qu¨¦ voy a hacer? ?Pelearme con ellos? Ese no es mi trabajo¡±. En la ciudad de A Coru?a, a d¨ªa de hoy, es normal ver a los furtivos vendiendo percebes por las calles de la ciudad. Lo venden todo en menos de una ma?ana.
La guerra
¡°Tuvimos muchos problemas en la r¨ªa de O Burgo [r¨ªa pegada a A Coru?a] hace unos a?os¡±, cuenta Enrique Rodr¨ªguez, de Operaciones del Servizo de Gardacostas. ¡°Varias familias cog¨ªan all¨ª almejas y usaban a ni?os como escudos contra nosotros. A m¨ª me abrieron una ceja de un golpe y tiempo atr¨¢s acabaron a tiros con la Guardia Civil¡±.
Javier -de nuevo nombre ficticio- es otro mariscador furtivo. No es como Ram¨®n, que mueve una gran cantidad de dinero y kilos de marisco. ¡°Yo lo hago porque tengo que ganarme el pan. Yo no hago nada malo, solo trabajar. ?Qu¨¦ me tienen a m¨ª que decir los Gardacostas? Los violentos son unos pocos, la mayor¨ªa somos honrados que solo queremos dar de comer a nuestra familia¡±.
En el puerto de Mar¨ªn, al lado de la ciudad de Pontevedra, Enrique nos invita a embarcarnos en el Irm¨¢ns Garc¨ªa Nodal, uno de los buques de la Xunta en su lucha contra el furtivismo. Botando sobre las olas de la r¨ªa pontevedresa, Enrique explica que ¡°el Servizo cuenta con ocho bases operativas a lo largo de toda la costa¡±. Despu¨¦s a?ade: ¡°Entre ellos se la juegan mucho. Nos dan chivatazos todo el rato: oye, que estos van a salir esta noche, oye que este va sin licencia¡ Tenemos confidentes entre ellos¡±.
Lo llamativo, tal y como relata Ram¨®n, es que la informaci¨®n vuela de ida y vuelta. ¡°Yo s¨¦ las horas y los d¨ªas exactos en los que van a salir los Gardacostas. Tenemos gente dentro. No hay problema¡±, sonr¨ªe. Y, si aparecen, no los cogen: los furtivos tienen los motores m¨¢s potentes de la r¨ªa.
Los mejores restaurantes de A Coru?a
¡°El foco hay que ponerlo en las v¨ªas de comercializaci¨®n. Ah¨ª est¨¢ la clave¡±, afirma Lino Sexto. Las organizaciones de furtivos no encuentran ning¨²n problema para colocar su mercanc¨ªa. ¡°Yo lo vendo a los mejores restaurantes de A Coru?a y Santiago. Si te digo los nombres te echas las manos a la cabeza¡±, cuenta Ram¨®n. ¡°Les llevo lo que me piden, hacemos la factura a nombre de un compa?ero pescador legal y listo¡±.
El problema es que el marisco furtivo en Galicia tambi¨¦n se coloca en cultivos, viveros, depuradoras, cet¨¢reas y lonjas. ¡°Muchos furtivos tienen licencia de pescador y, si no, alguno del grupo la tiene. As¨ª que se vende y se coloca por todas partes. Ay, el d¨ªa que investiguen bien a fondo las depuradoras gallegas¡±, dice Ram¨®n, el mariscador furtivo.
Lo cuenta en un restaurante de las R¨ªas Baixas. Cuando termina la charla, se levanta y se?ala el acuario vac¨ªo donde tendr¨ªan que estar las piezas de marisco vivas. ¡°?Sabes por qu¨¦ est¨¢ esto vac¨ªo?¡±. Es el propio camarero quien responde: ¡°?Porque hace un mes que no nos traes nada!¡±. Todos r¨ªen.
La verdadera mafia
En una numerosa cofrad¨ªa de pescadores de la Costa da Morte nadie quiere hablar. Uno por uno los pescadores se niegan a conceder una entrevista cuando conocen que el tema a tratar es el furtivismo. Tras una decena de negativas, uno se acerca con susurros y la condici¨®n del anonimato: ¡°?Sabes por qu¨¦ nadie quiere hablar? Porque la mayor¨ªa de mariscadores y pescadores gallegos incumplen. Son tambi¨¦n furtivos¡±.
¡°?La mayor¨ªa?¡±, se pregunta Ram¨®n, el furtivo de las R¨ªas Baixas. ¡°Yo te digo que el 100%. Esa es la verdadera mafia¡±.
Se trata del llamado furtivismo interno. ¡°Supone el 95% de las incautaciones y del problema¡±, dice Lino Sexto. ¡°Hay un problema grave con las capturas, los tama?os y las vedas¡±. El pescador de la cofrad¨ªa de la Costa da Morte retoma: ¡°Aqu¨ª todos hacen trampas y cada uno va a lo suyo. No hay un compromiso, una uni¨®n. Lo t¨ªpico de Galicia. Entonces nadie denuncia a nadie y todos toleran porque nadie est¨¢ limpio¡±.
¡°No hay una verdadera conciencia del problema¡±, a?ade Lino. Y Ram¨®n, el furtivo, remata: ¡°Nunca se ha hecho nada en serio para que exista esta conciencia. Si de verdad se hiciesen las cosas bien, si se formara y educara a los mariscadores, esto se solucionaba en dos d¨ªas¡±.
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