Espa?a es el cuarto pa¨ªs europeo con estancias en prisi¨®n m¨¢s largas

Espa?a tiene m¨¢s poblaci¨®n reclusa que la mayor¨ªa de sus vecinos europeos, y una vez encerrados, pasan m¨¢s tiempo entre rejas que en gran parte del continente. As¨ª lo indica un informe del Consejo de Europa publicado este martes. El estudio se?ala que la estancia media en prisi¨®n en Espa?a es de 21,9 meses, m¨¢s del doble que los 9,8 meses que cumplen de media en los 47 pa¨ªses que han remitido sus estad¨ªsticas a este organismo. Solo en Portugal, Ruman¨ªa y Azerbaiy¨¢n la privaci¨®n de libertad es m¨¢s larga. Los sucesivos endurecimientos de las leyes han contribuido a ello: Espa?a ha ido avanzando posiciones en dicha clasificaci¨®n, y la duraci¨®n del internamiento se ha duplicado en dos d¨¦cadas.

Los n¨²meros del Consejo de Europa sit¨²an a Espa?a en un plano m¨¢s estricto al de las principales econom¨ªas de la UE: en Italia la estancia media es de 13,7 meses, en Reino Unido de 9,1, en Francia de 8,5 y en Alemania de 8,2. Espa?a supera la media en todos los rangos de condenas mayores a tres a?os: las de m¨¢s de cinco a?os de duraci¨®n suponen la mitad del total, las de m¨¢s de 10 a?os una de cada cinco, y las de m¨¢s de 20 a?os, el 4,3% de las penas.

En pleno debate sobre la derogaci¨®n de la prisi¨®n permanente revisable, una especie de cadena perpetua por la cual el condenado solo puede recobrar la libertad si demuestra estar rehabilitado tras una serie de plazos (de al menos 25 a?os y de 28, 30 o 35 en algunos casos), Espa?a responde con un "no aplica" en la casilla de cadena perpetua. La explicaci¨®n est¨¢ en que no contempla oficialmente este tipo de penas, y en cualquier caso solo en una ocasi¨®n se ha aplicado una sentencia de prisi¨®n permanente revisable, en 2017, mientras que los datos facilitados por la instituci¨®n en este ¨¢mbito corresponden a septiembre de 2015.

El Consejo de Europa, con sede en Estrasburgo, vela por el cumplimiento de los derechos humanos en todo el continente, y trata de esbozar cada a?o un panorama sobre la situaci¨®n de las c¨¢rceles en Europa para instar a los Gobiernos a tomar medidas. En el caso de Espa?a, aunque su n¨²mero es decreciente desde el pico alcanzado en 2010, en septiembre de 2016 la poblaci¨®n reclusa todav¨ªa superaba la del conjunto de Europa, con 130,7 por cada 100.000 habitantes frente a los 127,2 del resto. En el lado positivo, Espa?a destaca en la baja ocupaci¨®n de sus c¨¢rceles: por cada 100 plazas disponibles, la Administraci¨®n aloja a 71,8 presos, frente a los 90,2 de su entorno. Hungr¨ªa, Macedonia, Chipre, Francia y B¨¦lgica son los que tienen m¨¢s problemas de d¨¦ficit de espacio por la sobrepoblaci¨®n carcelaria, muy superior al n¨²mero de plazas con que cuentan.

En Espa?a, la instituci¨®n constata que no existe masificaci¨®n: la tasa de encarcelados ha ca¨ªdo con fuerza en la ¨²ltima d¨¦cada ¡ªhay un 8,9% menos que diez a?os antes¡ª, y las cifras muestran que hay margen para albergar m¨¢s. En septiembre de 2016 el n¨²mero de celdas era de 53.508, pr¨¢cticamente las mismas que un a?o antes. Por aquel entonces hab¨ªa?60.687 presos, pero para acomodar a todos se han habilitado dos espacios en muchas de estas celdas individuales, de forma que las plazas disponibles han subido autom¨¢ticamente hasta las 84.478. La Administraci¨®n aprovecha que sus recintos tienen unas dimensiones en la horquilla alta del rango europeo (9,9 metros cuadrados) para albergar a m¨¢s de un recluso.

El cuestionario que el Consejo de Europa env¨ªa a los estados que pertenecen al organismo permite conocer m¨¢s a fondo el perfil de los presos. Su edad media en Espa?a es de 39 a?os, ligeramente superior a la europea (36,3). Un 7,6% son mujeres, tambi¨¦n por encima de la tasa continental (5,5%). Los delitos m¨¢s comunes por los que fueron condenados son el robo y el tr¨¢fico de drogas. Y la cuarta parte del total son extranjeros, por encima del 11,6% en Europa, donde pese a un leve repunte en 2016, su n¨²mero tiende a disminuir en el ¨²ltimo lustro. Su proporci¨®n oscila mucho seg¨²n el pa¨ªs, dado que guarda relaci¨®n con el porcentaje de inmigrantes de cada estado.

El gasto mensual por preso de las instituciones penitenciarias espa?olas fue de 1.970 euros en 2015. Espa?a, quinta econom¨ªa de entre los pa¨ªses que proporcionaron los datos, fue el quinto pa¨ªs que m¨¢s invirti¨® en el sistema de prisiones. Catalu?a, que tiene transferidas las competencias penitenciarias, dobl¨® la media nacional de gasto por interno, si bien el informe destaca otro dato relativo a esta comunidad m¨¢s negativo. La tasa de mortalidad en las c¨¢rceles catalanas super¨® en 2015 en m¨¢s del doble a las espa?olas con 59,3 fallecidos por cada 10.000 reclusos, solo por detr¨¢s de Armenia, Moldavia y Serbia.