El juez Llarena acusa a Puigdemont de corrupci¨®n ante Alemania para acelerar la entrega

La Orden Europea de Detenci¨®n enviada por el juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena a las autoridades alemanas para solicitar la entrega a Espa?a del expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont acusa a ¨¦ste de corrupci¨®n. As¨ª se refleja en el escrito remitido por el Supremo a la justicia germana al que ha tenido acceso EL PA?S, y en el que el juez Llarena marcha con una ¡®X¡¯ la casilla correspondiente a este "infracci¨®n" dentro de una lista de m¨¢s de treinta que permiten acelerar la puesta a disposici¨®n del pa¨ªs solicitante de los reclamados acusados por alguno de ellos. En esta relaci¨®n, acordada por los pa¨ªses de la UE, no figuran en su literalidad los delitos de rebeli¨®n y malversaci¨®n por los que el pol¨ªtico catal¨¢n fue procesado el pasado viernes, pero el magistrado considera que este ¨²ltimo es equiparable a la figura de "corrupci¨®n" que permite una entrega express.

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El documento de la euroorden arranca con un relato de una quincena de folios en el que el magistrado detalla los hechos por los que pide la detenci¨®n y traslado de Puigdemont a Espa?a, y en el que hace especial hincapi¨¦ en el n¨²mero de agentes de la Polic¨ªa Nacional y la Guardia Civil que result¨® heridos durante la celebraci¨®n del refer¨¦ndum ilegal del 1 de octubre para poner de relieve la existencia de violencia que justifica la petici¨®n de entrega por rebeli¨®n. En esa parte del documento, el juez concluye que en los sucesos investigados el expresident tuvo una participaci¨®n directa y que por ello ha sido acusado de los delitos de rebeli¨®n y de malversaci¨®n de caudales p¨²blicos, que son por los que fue procesado el pasado viernes.

Es en la segunda parte del documento en la que Llarena atribuye a Puigdemont corrupci¨®n al considerar que el delito de malversaci¨®n es asimilable, en Espa?a, a esta figura. Lo hace en el apartado final en el que se enumeran una treintena de infracciones acordadas por los estados de la UE que permiten acelerar la entrega del detenido si en el pa¨ªs solicitante est¨¢n castigadas con, al menos, tres a?os de prisi¨®n. En esa relaci¨®n se incluyen terrorismo, tr¨¢fico de armas, homicidio, violaci¨®n y trata de seres humanos. El estado reclamante ¨²nicamente debe marcar con una ¡®X¡¯ la casilla correspondiente. Ninguno de los de la lista concuerda literalmente con los delitos de rebeli¨®n y malversaci¨®n recogidos en el auto de procesamiento, por lo que el juez Llarena opta por se?alar la casilla de ¡°corrupci¨®n".

Fuentes jur¨ªdicas destacan la importancia de este detalle, al considerar que si Alemania acepta equiparar la malversaci¨®n con esta acusaci¨®n, la entrega se acelera. Si no lo hace, la justicia germana iniciar¨¢ un tr¨¢mite que se puede prolongar durante meses. Fuentes cercanas a la defensa de Puigdemont tildan de ¡°maniobra¡± el intento de equiparar el concepto de corrupci¨®n con el de malversaci¨®n para reclamar la entrega express del expresidente de la Generalitat y aseguran que intentar¨¢n que la justicia alemana la rechace. En este sentido, recuerdan que en noviembre ya ocurri¨® un episodio similar con la juez de la Audiencia Nacional, Carmen Lamela.

La magistrada fue entonces la primera que imput¨® a los exmiembros del Govern y la que dict¨® las primeras euro¨®rdenes de detenci¨®n, posteriormente suspendidas por el juez Llarena. En aquellas solicitudes de colaboraci¨®n a la justicia belga, Lamela tambi¨¦n se?al¨® la casilla de "corrupci¨®n" en el formulario remitido tras acusar?al pol¨ªtico catal¨¢n y a sus excompa?eros del ejecutivo huidos de los delitos de malversaci¨®n y prevaricaci¨®n, entre otros. Pese a ello, Bruselas desestim¨® activar entonces el tr¨¢mite autom¨¢tico de entrega e inici¨® el procedimiento ordinario, luego suspendido por el juez Llarena al retirar las euro¨®rdenes.