Tragedia anunciada en As Catedrais
Los cient¨ªficos advierten de que solo la restricci¨®n de las visitas a esta playa gallega puede prevenir otra desgracia
¡°Cada a?o pasan por la playa de As Catedrais cientos de miles de personas. Que haya habido solo una baja es una enorme fortuna, pero no tiene por qu¨¦ mantenerse¡±. Las palabras del prestigioso ge¨®logo Juan Ram¨®n Vidal Roman¨ª suenan especialmente inquietantes tras la muerte de una turista esta Semana Santa por el impacto de una roca mientras contemplaba, junto a cientos de visitantes, una de las m¨¢s grandes maravillas labradas por el mar en la costa gallega. Vidal Roman¨ª es el autor del informe oficial de hace solo seis meses que ya advert¨ªa a la Xunta del peligro de desprendimientos en este arenal de Ribadeo (Lugo), sobre todo despu¨¦s de d¨ªas de intensa lluvia como los que precedieron a la desgracia del pasado 31 de marzo. ¡°La gente est¨¢ acelerando la destrucci¨®n del acantilado¡±, lamenta el experto. ¡°Hay quien hasta se sube a los arcos para hacerse fotos, los chicos saltan de unas pe?as a otras¡ Pone los pelos de punta¡±.
La construcci¨®n de esta catedral marina, ¨²nica en la Europa continental, la firman un tr¨ªo de arquitectos que nunca decretan el final de las obras. Las olas, el viento y las mareas que labraron los arcos y grutas de As Catedrais hace 135.000 a?os siguen trabajando desde entonces, pero no es su irrefrenable erosi¨®n la que compromete ahora la pervivencia del monumento.
¡°Los visitantes son el riesgo m¨¢s grande. Hay un efecto llamada y la cosa se ha desmadrado¡±, lamenta Vidal Roman¨ª, director del Instituto Universitario de Xeolox¨ªa Isidro Parga Pondal y catedr¨¢tico de Geodin¨¢mica de la Universidad de A Coru?a. Para conservar este delicado paraje, en el que solo se restringe el acceso en Semana Santa y verano con un tope de 4.812 personas al d¨ªa, reclama a las Administraciones un sistema de vigilancia permanente, que se faciliten cascos protectores para entrar en las cuevas donde falleci¨® la turista y que se imponga una franja de separaci¨®n de los taludes del acantilado.
El Gobierno de Alberto N¨²?ez Feij¨®o, responsable de este espacio protegido, sostiene que "nada ni nadie hubiera podido evitar" el siniestro mortal y esgrime que el turista que visita la zona en temporada alta ¡°acepta¡± expresamente los riesgos cuando obtiene la autorizaci¨®n para bajar a la playa. Tras las cr¨ªticas recibidas por la muerte de una joven de 25 a?os, la Conseller¨ªa de Medio Ambiente ha encargado a ingenieros de caminos de la Universidad de A Coru?a un estudio geot¨¦cnico para analizar el ¡°estado actual¡± del monumento. Solo despu¨¦s, apunta la Xunta, ¡°se podr¨¢n establecer las medidas de gesti¨®n que garanticen la conservaci¨®n del monumento natural y su uso¡±. Pero no es seguro que se haga.
Sobre las recomendaciones recogidas en el ¨²ltimo informe oficial en el que Vidal Roman¨ª alerta de los desprendimientos, fuentes del departamento que dirige Beatriz Mato inciden tambi¨¦n en que, como consecuencia de este documento, ¡°se reforz¨® la comunicaci¨®n sobre los posibles riesgos¡±. ¡°En la propia web de reservas¡±, se?ala Medio Ambiente, ¡°ya se advierte de forma expresa que el visitante conoce y acepta los riesgos derivados de la visita¡±.
Hay m¨¢s voces cient¨ªficas que claman contra los supuestos excesos de la Xunta en As Catedrais, algunas tristemente premonitorias. Augusto P¨¦rez Alberti, catedr¨¢tico Geograf¨ªa F¨ªsica de la Universidade de Santiago, advirti¨® en enero a trav¨¦s de Twitter de la "inestabilidad" de las formaciones geol¨®gicas y de la posibilidad de que aconteciese una "desgracia". La Sociedade Galega de Historia Natural (SGHN), que tambi¨¦n alert¨® a la Administraci¨®n auton¨®mica de las ca¨ªdas de piedras antes del accidente mortal, pide que se restrinja la afluencia a la playa y se proh¨ªba transitar por la parte superior de los acantilados. "La promoci¨®n de este espacio ha sido abusiva y se ha facilitado una llegada masiva de gente que es incompatible con la conservaci¨®n del monumento y de los h¨¢bitats de inter¨¦s europeo que all¨ª hay", explica Seraf¨ªn Gonz¨¢lez, presidente de la SGHN e investigador del CSIC.
El Gobierno gallego defiende el actual cupo de visitantes porque se determin¨® ¡°de acuerdo con criterios ambientales¡± y ¡°actualmente no se cuenta con ning¨²n informe que apunte que la cifra sea excesiva¡±. Sin embargo, el Plan Especial de Protecci¨®n da Praia das Catedrais elaborado recientemente por el Ayuntamiento de Ribadeo concluye que el ¡°progresivo¡± aumento de visitantes ¡°supera ampliamente su capacidad de carga ecol¨®gica¡±. ¡°El continuo pisado erosiona amplias ¨¢reas de los acantilados¡± y ¡°el descontrol en el uso p¨²blico" provoca que los turistas "deambulen por ¨¢reas inestables, con riesgo para su integridad f¨ªsica y para las personas que se puedan encontrar en la playa¡±, dictamina el documento.
M¨¢s que la Calzada del Gigante
As Catedrais se han convertido para la comarca de A Mari?a Lucense en un fen¨®meno tur¨ªstico inimaginable hace 35 a?os, cuando este prodigio geol¨®gico se conoc¨ªa por su nombre original de Augas Santas y solo los vecinos del lugar disfrutaban de ¨¦l. Ellos cuentan que su secreto empez¨® a resquebrajarse cuando un ilustre paisano de Ribadeo, Leopoldo Calvo Sotelo, se dio all¨ª un chapuz¨®n siendo presidente del Gobierno y en presencia de un fot¨®grafo que inmortaliz¨® el momento. Hoy el plan especial del Ayuntamiento de Ribadeo estima en casi 700.000 las personas que recorrieron este monumento natural en 2015, con los controles de acceso ya vigentes, una cifra que supera en 200.000 turistas la afluencia que recibe, por ejemplo, la Calzada del Gigante de Irlanda del Norte (The Giant¡¯s Causeway), una c¨¦lebre ruta de columnas de basalto de 60 millones de a?os de antig¨¹edad.
Antes de que se limitara el acceso en temporada alta a poco menos de 5.000 personas, una marea humana invad¨ªa sus acantilados al llegar las vacaciones. El Viernes Santo de 2014 la avalancha que pis¨® la playa durante la bajamar, el ¨²nico momento en el que el Cant¨¢brico destapa la catedral marina, super¨® las 20.000 personas. Y se elev¨® a 150.000 solo en la primera quincena de julio, seg¨²n datos oficiales recogidos en el plan de conservaci¨®n.
¡°El problema es que se ha descubierto la cueva del tesoro y la gente no parar¨¢ de entrar si no se le pone freno¡±, concluye Vidal Roman¨ª sobre el conflicto que supone limitar a¨²n m¨¢s las visitas en un polo de atracci¨®n tur¨ªstica de tal calibre. Mientras el alcalde de Ribadeo, Fernando Su¨¢rez Barcia (BNG), ha declinado responder a las preguntas de este peri¨®dico sobre el futuro de As Catedrais, la patronal hostelera rechaza nuevas restricciones. ¡°No se puede coartar la libertad que tiene la gente para visitar una playa¡±, defiende el presidente de la Asociaci¨®n de Hosteleros de Lugo, Chech¨¦ Real.
El representante de los empresarios tur¨ªsticos de Lugo s¨ª apoya que los t¨¦cnicos de la Xunta, Demarcaci¨®n de Costas y Ayuntamiento pacten medidas de protecci¨®n tanto para los visitantes como para el monumento. Y pide no caer en el alarmismo: "Lo ocurrido en Semana Santa es un accidente como el que se puede producir haciendo barranquismo o en un parque acu¨¢tico".
Los ge¨®logos le auguran entre uno y dos siglos de vida
¡°Se est¨¢ explotando solo un paisaje, pero hay un mont¨®n de procesos e historias que se podr¨ªan contar en As Catedrais y que generar¨ªan m¨¢s riqueza econ¨®mica y satisfacci¨®n a los visitantes¡±, apunta Manuel Monge, ge¨®logo del Servicio de la Reserva de la Biosfera de Urdaibai, en el Pa¨ªs Vasco. Buen conocedor de la milenaria historia de la Cornisa Cant¨¢brica, este t¨¦cnico observa la naturaleza con luces muy largas. El paso del tiempo en su mundo se mide en miles de a?os. Explica que la grandeza de As Catedrais estriba en que se trata de un monumento cambiante, labrado por una ¡°erosi¨®n especial¡± e imparable, en la que ¡°una parte del acantilado se mantiene gracias a sus rocas m¨¢s duras, mientras otras partes m¨¢s blandas se rompen¡±.
As Catedrais se deshace, pues, porque la naturaleza as¨ª lo quiere. Despu¨¦s de que un temporal derrumbase en 2017 la Ventana Azul de Malta, una formaci¨®n similar a las que abundan en Ribadeo, el ¨²ltimo informe oficial encargado por la Xunta sobre el monumento gallego le augura una esperanza de vida de entre 100 y 200 a?os. ¡°Yo no soy de la opini¨®n de que se deban estabilizar los arcos, la naturaleza debe seguir su curso creando otras formas¡±, defiende Monge.
El ge¨®logo s¨ª aboga por estudiar bien la geotecnia del lugar para localizar los puntos m¨¢s vulnerables y prevenir riesgos a los visitantes. Tambi¨¦n por ofrecer a los turistas un recorrido explicativo, que les desvele en toda su extensi¨®n los porqu¨¦s de esta reliquia geol¨®gica. Y, puestos a pedir, por combatir el cambio clim¨¢tico, que con un ascenso del nivel del mar de dos mil¨ªmetros al a?o en Ribadeo y el agravamiento de los temporales est¨¢ acortando la vida de As Catedrais.
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