La liberaci¨®n de Puigdemont abre grietas entre Espa?a y Alemania

El caso de Puigdemont y su ¨²ltimo episodio con la excarcelaci¨®n del expresidente catal¨¢n por orden de un juez alem¨¢n ha abierto serias grietas entre dos Gobiernos que presum¨ªan de muy amigos, el de Mariano Rajoy y el de Angela Merkel. En el Ejecutivo espa?ol no se oculta el enorme malestar con esa decisi¨®n judicial que trastoca toda su estrategia frente a los pr¨®fugos del independentismo, por un lado, y con el inesperado desmarque de la ministra de Justicia de Alemania, la socialdem¨®crata Katarina Barley, que considera ¡°absolutamente correcta¡± y ¡°esperada¡± esa conflictiva decisi¨®n judicial.

Desconcierto, primero, por la r¨¢pida y sorpresiva resoluci¨®n judicial de la Audiencia Territorial del land de Schleswig-Holstein, descartando la petici¨®n de extradici¨®n por un delito de rebeli¨®n contra el expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, y enfado notable despu¨¦s cuando se conocieron las declaraciones de la ministra ni m¨¢s ni menos que de Justicia al diario S¨¹ddeutsche Zeitung. El Gobierno de Rajoy lleva meses basando su estrategia frente al proceso separatista en movimientos judiciales en Espa?a y en toda Europa, ante el aluvi¨®n de pol¨ªticos independentistas catalanes fugados en distintos pa¨ªses que pretend¨ªan escapar de los procedimientos judiciales abiertos en territorio nacional. El primer y gran argumento para contrarrestar los intentos de internacionalizar el proceso independentista se centraba en que no hab¨ªan logrado el apoyo de ning¨²n pa¨ªs, ninguna instituci¨®n y ning¨²n socio.

Rajoy lleg¨® a esgrimir, el pasado martes en Argel, que Europa no pod¨ªa limitarse solo a un gran espacio econ¨®mico y mercantil sino que se fundamentaba en unos valores morales, democr¨¢ticos y de derecho comunes. Las ¨²ltimas actuaciones judiciales esta misma semana en B¨¦lgica, Alemania y Escocia, dejando en libertad a varios de esos pr¨®fugos independentistas, han supuesto todo un rev¨¦s a esa ¨²nica bala jugada por el Ejecutivo de Rajoy.

En la tarde del viernes se le pregunt¨® espec¨ªficamente al ministro de Exteriores, Alfonso Dastis, si no har¨ªa falta una labor de pedagog¨ªa pol¨ªtica e institucional para explicar por toda Europa el momento cr¨ªtico que se vive en Espa?a con respecto a Catalu?a, m¨¢s all¨¢ de esperar a ver qu¨¦ hacen diversos jueces. Dijo que no. Que hab¨ªa que creer en la separaci¨®n de poderes, en la independencia judicial y que ese era el sentido de la euroorden cuando se cre¨® hace ya 16 a?os. Fue el argumentario que repiti¨® luego el ministro portavoz, ??igo M¨¦ndez de Vigo, y este s¨¢bado en Sevilla el titular de Justicia, Rafael Catal¨¢, y todos los que hablaron en p¨²blico en nombre del Gobierno espa?ol.

En privado el malestar con la judicatura alemana era total, el cuestionamiento del funcionamiento actual de las euro¨®rdenes era evidente y se palpaba el desconcierto con respecto al Gabinete de concentraci¨®n formado por Angela Merkel. En las manifestaciones se intent¨® compaginar el rechazo a las declaraciones ¡°desafortunadas¡± de su ministra de Justicia, seg¨²n recalc¨® Dastis, con la idea de que ¡°entrar a cimentar decisiones de los jueces¡± por parte del Ejecutivo alem¨¢n ¡°no parece lo m¨¢s apropiado en estos momentos¡±.

La ministra Katarina Barley ha llegado a afirmar que la decisi¨®n de los jueces de Schleswig-Holstein era ¡°absolutamente correcta¡± y ha apuntado incluso que si ahora el Supremo espa?ol no justificaba otro delito contra Puigdemont, el expresident pasar¨ªa a ser ¡°un hombre libre en un pa¨ªs libre, es decir, en Alemania¡± y habr¨ªa que empezar a plantearse ¡°hablar tambi¨¦n de los componentes pol¨ªticos¡± del caso. Todo un mazazo a las tesis espa?olas.

La portavoz de Merkel

Para evidenciar que el Gobierno espa?ol considera este pol¨¦mico asunto del caso de Puigdemont solo un contencioso jur¨ªdico entre un juez alem¨¢n y el Tribunal Supremo espa?ol el mandato que se fij¨® fue decir que no hac¨ªa falta establecer contactos pol¨ªticos bilaterales ni al m¨¢s alto nivel ni en los siguientes. Rajoy asegur¨® que no hab¨ªa hablado con Merkel y que no pensaba hacerlo, aunque luego en La Moncloa precisaron que seguramente la llamar¨ªa pero solo para darle el p¨¦same por el atropello m¨²ltiple en Alemania. Dastis asegur¨® que no llamar¨ªa a su hom¨®logo Heiko Maas y lo mismo ratific¨® el ministro Catal¨¢ con la pol¨¦mica Barley.

Desde el Gobierno de Merkel, su viceportavoz, Ulrike Demmer, s¨ª precis¨® en rueda de prensa: ¡°No hay nada nuevo que se pueda decir sobre el tema, se trata de un caso que est¨¢ en manos de la Justicia y que no afecta a las relaciones entre los dos Gobiernos¡±. Pero se reafirm¨® que el equipo de Merkel se mantiene en el concepto de que el conflicto catal¨¢n debe resolverse de acuerdo con la Constituci¨®n y las leyes espa?olas.

El ministro Catal¨¢ ha apuntado en Sevilla, durante la convenci¨®n del PP, que su hom¨®loga alemana deber¨ªa respetar todas las decisiones judiciales del caso, tanto las de los jueces alemanes, las del Supremo espa?ol y tambi¨¦n las de la Fiscal¨ªa germana, que respald¨® la petici¨®n de extradici¨®n y que supone que ahora lo har¨¢ de nuevo en su informe final tras conocer la resoluci¨®n de la Audiencia de Schleswig.