El precedente jur¨ªdico que desmont¨® la rebeli¨®n
El juicio a un activista ecologista que organiz¨® protestas contra el aeropuerto de Fr¨¢ncfort sirve de base en Alemania para el caso Puigdemont
El 23 de noviembre de 1983, el tribunal Supremo alem¨¢n dict¨® una sentencia que 35 a?os despu¨¦s se ha convertido en el precedente clave para la liberaci¨®n bajo fianza de Puigdemont en Alemania. Se trata de un caso que poco o nada tiene que ver con el proceso secesionista de Catalu?a, pero que los jueces alemanes de Schleswig-Holstein han considerado ¡°no solo comparable, sino en muchos aspectos id¨¦ntico¡±, seg¨²n la resoluci¨®n del tribunal.
La decisi¨®n del tribunal de Schleswig-Holstein no es el ¨²ltimo paso. El caso Puigdemont est¨¢ debe a¨²n superar varias etapas judiciales en Alemania y podr¨ªa todav¨ªa sufrir grandes vuelcos. Pero de momento, los tres jueces que juzgan el caso de Schleswig-Holstein han considerado ¡°inadmisible¡± el delito de rebeli¨®n, por el que Puigdemont est¨¢ procesado en Espa?a. Y lo han hecho en base a aquella sentencia de los a?os ochenta, en la que se juzgaba a un activista ecologista que lider¨® violentas protestas con el objetivo de paralizar la ampliaci¨®n del aeropuerto de Fr¨¢ncfort.
Rupert von Plottnitz fue el abogado que defendi¨® en los ochenta a aquel activista y se muestra sorprendido de la relevancia que ha tomado ahora ese caso. ¡°No es frecuente que este caso sirva de precedente en un caso tan importante¡±, explica por tel¨¦fono desde el estado de Hesse, donde tuvo lugar el juicio. ¡°Son circunstancias muy diferentes, pero la cuesti¨®n de la violencia es similar¡±, a?ade.
En el sistema alem¨¢n, los precedentes jur¨ªdicos no son vinculantes, pero s¨ª sirven para ayudar en la interpretaci¨®n. ¡°Ha habido muy pocos casos de alta traici¨®n que puedan servir de referencia [¡] pero en los casos que analizan el concepto de violencia, la jurisprudencia del Supremo del aeropuerto es un referente bastante utilizado¡±, explica el abogado Nikolaos Gazeas, experto en la ley de extradici¨®n.
Corr¨ªan los a?os ochenta y los planes para la construcci¨®n de una nueva pista de aterrizaje amenazaban una zona de bosques cercana. En seguida se cre¨® una plataforma ciudadana en contra de la nueva infraestructura y Alexander Schubart, el acusado, fue elegido uno de sus cabecillas. El 14 de noviembre de 1981, unas 100.000 personas acudieron a una manifestaci¨®n en contra del aeropuerto en Wiesbaden y se recogieron m¨¢s del doble de firmas para pedir un refer¨¦ndum sobre la ampliaci¨®n, seg¨²n consta en la exposici¨®n de los hechos de la sentencia del Supremo. En una de sus intervenciones, Schubart, micr¨®fono en mano, llam¨® a los activistas a acudir al aeropuerto al d¨ªa siguiente y a manifestarse de forma no violenta si el Gobierno regional no atend¨ªa a sus peticiones de que se aprobara una moratoria.
Miles de personas se presentaron en el aeropuerto de Fr¨¢ncfort, donde se estallaron choques violentos entre la polic¨ªa y los manifestantes. Barricadas ardieron, se cort¨® el tr¨¢fico de acceso al aeropuerto Se pidieron refuerzos policiales de otros Estados federados y varios agentes resultaron heridos. Solo en la zona de la terminal los destrozos ascendieron a 83.000 marcos alemanes y 120.000 viajeros se vieron afectados por los disturbios.
A Schubart, que no estaba presente en el lugar de los actos, se le acus¨® de tratar de coaccionar a los ¨®rganos constitucionales y de perturbar el orden p¨²blico (art. 105 y 125 del c¨®digo penal alem¨¢n). El tribunal explica en la sentencia que el primero de esos art¨ªculos debe ser interpretado a la luz del concepto de violencia en la ¡°alta traici¨®n¡±, el delito equiparable al de rebeli¨®n en Alemania, y por el que est¨¢ procesado Puigdemont.
Aquella decisi¨®n establece que ¡°no es necesario que el acusado cometa la violencia de forma material¡± y que basta con que la ¡°ordene¡±, incluso si como Schubart, ni siquiera estuviera presente en el lugar de los hechos. Tambi¨¦n en el caso Puigdemont, el tribunal de Schleswig-Holstein consider¨® que ¡°los actos violentos que tuvieron lugar el d¨ªa de la votaci¨®n se pueden atribuir al acusado en cuanto a iniciador y defensor de la celebraci¨®n del refer¨¦ndum¡±.
Pero el Supremo alem¨¢n tambi¨¦n argumenta que ¡°los disturbios solo se considerar¨¢n violencia de conformidad con lo establecido en el art¨ªculo 105 del C¨®digo Penal si la presi¨®n ejercida por ellos alcanza tal grado que un Gobierno responsable se vea forzado a capitular ante las exigencias de los perpetradores de la violencia, con el fin de evitar males mayores para la comunidad o los ciudadanos individuales¡±. Esa frase que aparece en la sentencia del caso Schubart es id¨¦ntica a la que aparece en la resoluci¨®n de Schleswig-Holstein, que argumenta la ausencia de violencia en el sentido del delito de alta traici¨®n alem¨¢n en el caso de Puigdemont.
Von Plottnitz considera ¡°razonable¡± que se vincule la rebeli¨®n con la intensidad de la violencia y cree que en su caso, ¡°era evidente que eran uso cargos muy elevados teniendo en cuenta la naturaleza del delito. Pero en cualquier caso, cree que lo relevante de ese caso fue que el tribunal decidi¨® que las amenazas y las llamadas a la manifestaci¨®n de Schubart bastaron para ser considerado violencia¡±.
En el caso del aeropuerto, el Supremo alem¨¢n decidi¨® revocar la decisi¨®n del tribunal regional que hab¨ªa condenado al activista a dos a?os de prisi¨®n, rebajando la pena a ocho meses por perturbaci¨®n del orden p¨²blico.
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