Haciendo lobby: as¨ª funcionan los grupos de presi¨®n en Espa?a
Lobbies espa?oles explican su actividad y c¨®mo influencian al poder pol¨ªtico. Expertos y exaltos cargos p¨²blicos piden mayor transparencia. Una docena de grupos aglutinan el mayor poder de presi¨®n
Hasta hace poco, a los pol¨ªticos espa?oles, no les interesaban los videojuegos. El sector no figuraba en sus agendas ni acud¨ªan a eventos o actos relacionados con videoconsolas. ¡°Lo asociaban a algo de ni?os, no ten¨ªan informaci¨®n ni conocimiento¡±, explica Jos¨¦ Mar¨ªa Moreno, director general de la Asociaci¨®n Espa?ola de Videojuegos (AEVI). Ignoraban, en consecuencia, que la de los videojuegos es una industria que factura m¨¢s dinero que el cine y la m¨²sica juntas y que da empleo a 8.000 personas en Espa?a. ?C¨®mo hac¨¦rselo saber? ?C¨®mo conseguir la atenci¨®n y el apoyo de la Administraci¨®n? Haciendo lobby, claro.
AEVI, con el asesoramiento de la consultora Llorente y Cuenca, arranc¨® una estrategia de informaci¨®n, contactos, reuniones y comunicaci¨®n que culminaron hace unos d¨ªas con un encuentro entre el propio Jos¨¦ Mar¨ªa Moreno y el ministro de Energ¨ªa y Turismo, ?lvaro Nadal. El sector logr¨®, adem¨¢s, entrar en el Plan 2020 de Cultura, formar una Mesa Interministerial, figurar en los programas electorales de todos los partidos, contar en sus ferias y congresos con la presencia de altos cargos pol¨ªticos y acudir al Parlament catal¨¢n y la Asamblea de Madrid.
El lobby sigue en marcha: ya se estudia c¨®mo rebajar la presi¨®n fiscal sobre el sector y hay un plan de impulso por parte del Gobierno para alzar a la industria del videojuego al nivel de sus vecinos europeos. Del desconocimiento al poder.
Al ritmo del lobby
La palabra lobby, en Espa?a, genera una primera reacci¨®n de rechazo. Persiste la idea de algo turbio, il¨ªcito. ¡°Cuando se habla de lobby se tiende a asociar a algo oscuro, por la literatura que hay sobre este asunto. Pero en realidad se trata de colectivos que defienden sus intereses e intentan influenciar en la toma de decisiones. Grupos de empresas, de industrias, pero tambi¨¦n ecologistas, cazadores, amas de casa¡ Las personas se organizan y tratan de lograr sus objetivos¡±. Lo explica un lobby. En concreto, un portavoz del gabinete de comunicaci¨®n de UNESA, la Asociaci¨®n Espa?ola de la Industria El¨¦ctrica, uno de los grupos de influencia con mayor poder en Espa?a.
Lo que entendemos como lobby es una asociaci¨®n o grupo que a¨²na a diversas empresas u organizaciones de un mismo sector. Esta uni¨®n hace la fuerza. Y la fuerza, hoy en d¨ªa, tiene que ver con la capacidad de influir en las administraciones para que las leyes, normas o regulaciones beneficien al sector en cuesti¨®n.
Para lograrlo, los lobbies necesitan convencer al pol¨ªtico de turno y a la opini¨®n p¨²blica de que su beneficio coincide con el beneficio del conjunto de la econom¨ªa y sociedad espa?ola. Aunque no siempre sea estrictamente verdad.
¡°Los lobbies intentan diluir regulaciones. Que las leyes sean m¨¢s abiertas, m¨¢s permisivas o m¨¢s interpretables. Que no haya sanciones con respecto a algunas cosas¡±, explica Crist¨®bal Herrera, director de Lobby de Llorente y Cuenca.
Javier Rojo, exdiputado, exministro y expresidente del Senado, representa el otro lado de la negociaci¨®n. ¡°Los lobbies est¨¢n por todas partes. Ellos suelen negar que son lobbies, pero est¨¢n siempre en el entorno de las Administraciones y el poder. Muchas de las cosas que han pasado en nuestro pa¨ªs son consecuencia de la influencia, del lobby¡±.
Manuel Villoria, catedr¨¢tico de Ciencia Pol¨ªtica por la Universidad Rey Juan Carlos y fundador de Transparencia Internacional Espa?a va m¨¢s all¨¢: ¡°La toma de decisiones pol¨ªticas en nuestro pa¨ªs est¨¢ absolutamente influenciada por los grandes grupos econ¨®micos, por los lobbies. Los lobbies marcan la agenda econ¨®mica en Espa?a en gran medida¡±.
"Los lobbies intentamos diluir regulaciones. Que las leyes sean m¨¢s abiertas, m¨¢s permisivas o m¨¢s interpretables. Que no haya sanciones con respecto a algunas cosas"
La vacuna de la varicela sirve como ejemplo reciente. El informe ¡®Una evaluaci¨®n del lobby en Espa?a¡¯ explica que el Sistema Nacional de Salud decidi¨® incorporar la vacuna en su calendario oficial para aplicarla en los adolescentes que no hubiesen padecido la enfermedad en la infancia. La vacuna fue aprobada por la Agencia Europea del Medicamento para ni?os y adultos, pero su uso en Espa?a est¨¢ sujeto a la ficha t¨¦cnica de la Agencia Espa?ola de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) que indica que se aplicar¨¢ seg¨²n las recomendaciones de las autoridades sanitarias. La empresa productora no comparti¨® la decisi¨®n de las autoridades sanitarias y se puso en marcha para lograr la mayor venta posible en farmacias y la promoci¨®n de su aplicaci¨®n a ni?os peque?os. El resultado: la empresa consigui¨® un ¨¦xito de ventas. Mientras en Francia con 820.000 nacidos por a?o se utilizan 58.000 dosis y en Reino Unido con 805.000 nacidos, 17.000 dosis, en Espa?a, con 405.000 nacidos, se utilizan 360.000 dosis al a?o.
Falta de regulaci¨®n y de transparencia
Uno de los factores que m¨¢s desconfianza generan es que ni los lobbies ni su actividad est¨¢n regulados en Espa?a. S¨ª lo est¨¢n en lo que a la UE se refiere. Tambi¨¦n en Reino Unido y Estados Unidos. En estos casos las agendas de los pol¨ªticos son p¨²blicas y accesibles: deben dar cuenta de con qui¨¦n, cu¨¢ndo y cu¨¢nto tiempo se han reunido.
¡°En Estados Unidos est¨¢ regulado hasta el coste de una comida que un congresista puede emplear en una reuni¨®n, los regalos, el tiempo de la reuni¨®n¡¡±, explica Antonio Camu?as presidente de Global Strategies.
¡°En Espa?a no nos enteramos de qu¨¦ reuniones tiene un diputado. No hay registro de reuniones. No estamos haciendo nada anormal, pero si no hay transparencia, la gente duda. Ser¨ªa bueno que hubiese un registro ¨²nico¡±, explica el lobista Crist¨®bal Herrera. ¡°Creo que entre nuestros pol¨ªticos hay un miedo a que se publiquen las agendas y se haga un uso electoralista de sus reuniones¡±, a?ade. Ocurri¨® en 2014 cuando Arias Ca?ete fue investido comisario de Cambio Clim¨¢tico y Energ¨ªa de la UE. Su agenda revel¨® muchas m¨¢s reuniones con empresas que con ONG, algo que gener¨® incomprensi¨®n y cr¨ªticas.
En nuestro pa¨ªs hay un registro de lobbies enmarcado en Comisi¨®n Nacional de Mercados y Competencia (CNMC), pero es voluntario. ¡°Se apunta quien quiere. Hay unos 450, pero tenemos m¨¢s lobbies en Espa?a. Solo hay que ver qui¨¦n compone la CEOE¡±, dice Manuel Villoria.
Existen, adem¨¢s, dos iniciativas para regular la actividad. Una es la Reforma del Reglamento del Congreso, impulsada por el PP y la otra la Ley ?mnibus contra la corrupci¨®n de Ciudadanos. ¡°?Pero por qu¨¦ las actividades de lobby tienen que ser controladas mediante una ley anticorrupci¨®n? ?Qu¨¦ imagen nos deja esto?¡±, se pregunta Crist¨®bal Herrera. Ambas, en cualquier caso, est¨¢n paradas.
?Qui¨¦nes son?
AEB (banca), ANFAC (automoci¨®n), UNESA (compa?¨ªas el¨¦ctricas), Sedigas (sector del gas) o FEHR (hosteler¨ªa) son algunos de los lobbies m¨¢s influyentes y poderosos de Espa?a. Junto a ellos est¨¢n los lobbies internacionales que tienen intereses en nuestro pa¨ªs, como puede ser Amazon, Facebook, Cabify o Airbnb.
Estos grandes grupos tratan de hacer ver que su beneficio es el beneficio de todos. ¡°Lo hacen con estrategias y sutileza¡±, explica Manuel Villoria, de Transparencia Internacional. ¡°Se financian estudios o investigaciones, se dan subvenciones, se celebran congresos¡¡±. Adelta, la Asociaci¨®n Espa?ola del Tabaco, organiza un premio period¨ªstico dotado con 10.000 euros cuya convocatoria -rezan textualmente las bases- ¡°tiene por objeto premiar a aquellos profesionales del periodismo que, a juicio del jurado, destaquen en dar a conocer la importancia del sector del tabaco para la econom¨ªa espa?ola¡±.
En Espa?a existe un registro voluntario en el que hay unos 450 lobbies inscritos. En realidad son m¨¢s y su actividad sigue sin estar regulada
Pero la imagen es solo una de las batallas. La decisiva tiene lugar en los pasillos y despachos de las administraciones. Lo que los lobbies necesitan son reuniones y encuentros con pol¨ªticos que tomen decisiones para tratar de influenciarles.
¡°Se necesita elaborar rigurosamente la documentaci¨®n que demuestre que los intereses del sector coinciden con intereses m¨¢s amplios para la econom¨ªa o la sociedad. Que suponen un beneficio com¨²n¡±, explica Crist¨®bal Herrera. Para ello, muchos sectores acuden a mediadores lob¨ªsticos, consultaras de comunicaci¨®n o diplom¨¢ticos corporativos.
¡°Una asociaci¨®n o lobby nos llama para contactar con un pol¨ªtico¡±, explica Crist¨®bal Herrera, de la consultora Llorente y Cuenca. ¡°Yo soy un traductor. Yo traduzco el ¡®si se aprueba esa ley yo pierdo estos millones¡¯ a ¡®si se aprueba esta ley tenemos un problema de inter¨¦s general¡¯. Siempre respaldado por datos y un estudio serio y honesto¡±.
¡°Nosotros sabemos con qui¨¦n hay que hablar, en qu¨¦ momento, en qu¨¦ orden, qui¨¦n toma las decisiones y ayudamos a acceder a estas personas. Creamos los puentes hacia la Administraci¨®n y logramos que se cambien las cosas¡±, a?ade Crist¨®bal.
Desde UNESA completan: ¡°La administraci¨®n en Espa?a no es discrecional, tienes que hacer valer tus argumentos. Explicar las consecuencias, los porqu¨¦s, etc¨¦tera¡±.
Javier Rojo, exministro, protagoniz¨® decenas de reuniones con lobbies. ¡°He recibido presiones de muchos sectores. Todo es muy sutil, nadie llega avasallando. Tratan de convencerte, de hacerte ver que es bueno para la sociedad. Tambi¨¦n te comentan qu¨¦ enmiendas habr¨ªa que introducir o modificar. Pero el ciudadano no es consciente de nada de esto¡±.
Malas pr¨¢cticas
Insiste Javier Rojo en que detr¨¢s de la actividad del lobby en Espa?a no hay nada que huela mal. ¡°Hay transparencia casi al cien por cien¡±, afirma. Desde UNESA, el lobby de la electricidad, coinciden: ¡°Espa?a tiene uno de los ¨ªndices de transparencia m¨¢s elevados del mundo. Hoy en d¨ªa no hay campa?a de influencia que no se haga con luz y taqu¨ªgrafos. Cada vez m¨¢s en un debate p¨²blico. Hay m¨¢s literatura y m¨ªstica de lo que en realidad es. Tal vez antes ser¨ªa as¨ª, pero hace a?os que Espa?a y la UE no funcionan como las pel¨ªculas¡±.
Manuel Villoria, de Transparencia Internacional, se muestra algo m¨¢s cauto: ¡°Aunque cada vez menos, todav¨ªa existen pr¨¢cticas poco l¨ªcitas o ilegales: intercambio de favores, compensaciones y hasta sobornos indirectos, sutiles y puertas giratorias¡±, explica.
Tambi¨¦n Crist¨®bal Herrera admite que hay margen de mejora: ¡°Hay sectores que presionan casi hasta la amenaza. O directamente amenazan con cerrar f¨¢bricas. Eso todav¨ªa existe. De todas formas, el escenario ha cambiado mucho. La pol¨ªtica y la sociedad espa?ola han madurado mucho¡±. Y Manuel a?ade: ¡°hace no muchos a?os una llamada de ANFAC implicaba cambios inmediatos. Ahora no es as¨ª¡±.
No solo se trata de transparencia. Los canales de comunicaci¨®n y la visibilidad hoy en d¨ªa son accesibles a casi todos. De esta forma, los grandes lobbies siempre tienen su contrapeso. ¡°?Qui¨¦n tiene m¨¢s acceso a la Administraci¨®n?¡±, se preguntan en UNESA. ¡°?Las camareras de piso o la Asociaci¨®n Hotelera de Espa?a? Cabr¨ªa pensar que los hoteles, sin embargo, el otro d¨ªa Rajoy se reuni¨® con las camareras. Esto hace 25 a?os era impensable. Del mismo modo, las plataformas por las hipotecas les han ganado a los bancos. La transparencia y las tecnolog¨ªas de hoy hacen que los pol¨ªticos no puedan dar la espalda a los colectivos, aunque a priori no sean poderosos¡±.
Queda, sin embargo, camino por recorrer. A la necesidad de un registro y una regulaci¨®n de la actividad, se a?ade la demanda por una mayor transparencia en las Fundaciones de los partidos, lobbies en s¨ª mismos sobre los que sobrevuela la sombra de financiaciones a campa?as electorales. Todav¨ªa, pese a los avances, la palabra lobby hace levantar una ceja a la mayor¨ªa de los espa?oles.
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