El PP trata de minimizar el da?o del ¡®caso Cifuentes¡¯

Cristina Cifuentes a¨²n no ha dado pistas p¨²blicas sobre si tiene decidido dar un paso atr¨¢s y presentar su dimisi¨®n como presidenta de la Comunidad de Madrid. S¨ª ha trasladado a personas de su confianza diversas reflexiones sobre su futuro. Si finalmente deja el cargo institucional como presidenta del Gobierno madrile?o, dejar¨ªa tambi¨¦n el liderazgo del Partido Popular en Madrid, por lo que una gestora se har¨ªa cargo de la organizaci¨®n hasta un pr¨®ximo congreso.

Mientras, el PP se somete al desgaste que supone tener al frente de una de las instituciones que pueden marcar el futuro pol¨ªtico, no solo en Madrid sino en toda Espa?a, a una dirigente que, esto s¨ª es pr¨¢cticamente seguro, no repetir¨¢ como candidata tras el esc¨¢ndalo por las irregularidades en su m¨¢ster de la Universidad Rey Juan Carlos.

Fuentes regionales del partido e interlocutores de la direcci¨®n nacional que conocen las cavilaciones de Cifuentes ¡ªsin que signifique que haya decidido llevarlas a la pr¨¢ctica¡ª apuntan a que la presidenta ¡°ha trasladado que, si deja una responsabilidad, tambi¨¦n dejar¨¢ la otra¡±. ¡°Pero sin prejuzgar que lo vaya a hacer, sino que una decisi¨®n llevar¨¢ a la siguiente¡±, recalcan estos interlocutores. De esta manera, al menos, y pese al da?o que la pol¨¦mica ha provocado en la imagen de los populares, no se producir¨ªa una bicefalia que podr¨ªa mermar aun m¨¢s el potencial electoral del PP en Madrid.

El precedente de Aguirre

El precedente madrile?o, que se dio con la bicefalia de Cifuentes como presidenta de la Comunidad y Esperanza Aguirre al frente del partido, dist¨® mucho de ser pac¨ªfico y sirve ahora de experiencia para tratar de evitarla. Si algo teme el PP nacional es que las tensiones generadas por el caso Cifuentesentre el PP de Madrid y la c¨²pula nacional vuelvan a reproducir el pulso que vivieron las dos organizaciones cuando Esperanza Aguirre lideraba la estructura regional.

¡°Si dimite como presidenta, no puede seguir como l¨ªder regional¡±, se?alaron fuentes de la c¨²pula nacional con total desapasionamiento y mucho sentido pr¨¢ctico y pol¨ªtico. Estos mismos interlocutores reconocen que Cristina Cifuentes lleg¨® a la presidencia del partido con un apoyo y reconocimiento casi total: el 93% de los compromisarios la apoyaron en el congreso de 2017.

Madrid no es una organizaci¨®n cualquiera del PP. Desde esa regi¨®n se trat¨® de disputar el liderazgo a Mariano Rajoy y Cifuentes ha vuelto a estar entre los dirigentes susceptibles de sustituir al presidente del Gobierno si este decidiera no presentarse a las pr¨®ximas elecciones.

El futuro de Cifuentes est¨¢ en manos de Rajoy; la presidenta dijo que dimitir¨ªa si ¨¦l se lo ped¨ªa, a sabiendas de que no es propio del presidente del Gobierno hacerlo. Pero los consejeros del propio Rajoy consideran que sus representantes madrile?os han gestionado p¨¦simamente el caso del m¨¢ster. Les acusan de no haber proporcionado datos suficientes como para que G¨¦nova pudiera armar una estrategia que detuviera la pol¨¦mica. Siguen sin entender la raz¨®n por la que no aceptaron la comisi¨®n de investigaci¨®n propuesta por Ciudadanos (¡°es lo que se les pidi¨®¡±, recalca un interlocutor), que hubiera permitido a ambas partes ganar tiempo. Ahora se arriesgan a una moci¨®n de censura mientras Ciudadanos va escalando posiciones y recolecta los frutos del desgaste. La direcci¨®n nacional a¨²n conf¨ªa en que Cifuentes d¨¦ un paso atr¨¢s.