Uno de los colombianos liberados de la granja de Lugo: ¡°Llevaba una vida miserable¡±

Desde que llegaron a Espa?a, el ¨²ltimo trimestre del a?o pasado, llevaban una vida ¡°totalmente miserable¡±, entre ratas y desperdicios, con el nauseabundo olor de una granja de m¨¢s de 1.000 cerdos que tampoco, seg¨²n denuncian, eran criados en condiciones dignas. La pesadilla acab¨® cuando Jhon Henry Hincapi¨¦, uno de los tres hombres de nacionalidad colombiana captados en su pa¨ªs seg¨²n la polic¨ªa nacional bajo "enga?o" por una empresaria lucense que fue arrestada y est¨¢ en libertad con cargos, se atrevi¨® a denunciar al no poder soportar m¨¢s la extrema situaci¨®n. ?ngel Velle, el abogado de este inmigrante que el 19 de marzo formul¨® la denuncia ante la Brigada de Extranjer¨ªa de Lugo, explica que su cliente "sufri¨® la mordedura de un cerdo en una nalga y no lo llevaron al hospital. No lo llevaron a que recibiera atenci¨®n m¨¦dica y tampoco le daban medicamentos". El episodio sucedi¨® "sobre febrero o marzo", un momento en que "tuvieron problemas de salud" y solo contaban para aliviarse con "los pocos f¨¢rmacos que ellos hab¨ªan tra¨ªdo de Colombia¡±.

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Tanto Jhon Henry como los otros dos hombres de nacionalidad colombiana se encuentran en una situaci¨®n irregular ¡°pero acogidos a un estado legal de protecci¨®n, como posibles v¨ªctimas de trata de seres humanos¡±. Ahora disponen de tres meses para regularizar su estancia en Espa?a. El lunes pasado por la tarde, el Cuerpo Nacional de Polic¨ªa difundi¨® una nota de prensa en la que anunciaba la detenci¨®n de la due?a de la granja, llevada a cabo el mi¨¦rcoles de la semana anterior, y la liberaci¨®n de estas tres personas en la nave de porcino situada en el l¨ªmite entre los ayuntamientos lucenses de Sarria y Samos. Ahora la mujer, de unos 50 a?os, est¨¢ siendo investigada por tres presuntos delitos de trata de seres humanos y otro de explotaci¨®n laboral.

¡°La vida ah¨ª era miserable", describe el letrado de Hincapi¨¦. No ten¨ªan agua corriente, el agua ven¨ªa del r¨ªo y no era potable, Viv¨ªan entre ratas, con desperdicios y dorm¨ªan en un catre que era una espuma con hierros, en la cocina. Trabajaban entre 11 y 12 horas diarias, con un solo d¨ªa de descanso¡±. Adem¨¢s, a?ade el abogado lucenses, soportaban ¡°continuos insultos¡±. "Les pagaba 600 euros, no los 1.000 comprometidos", prosigue. Tambi¨¦n les abon¨® el billete de avi¨®n ¡°y una estancia en un hotel en Santiago" para simular supuestamente que entraban como turistas. Y luego "de sus sueldos les descontaba esa deuda, sobre 400 euros al mes, aunque el ¨²ltimo mes ya pretend¨ªa no pagar nada¡±, denuncia el representante legal de Jhon Henry Hincapi¨¦, que ahora planea personarse en la causa abierta contra la lucense en el juzgado de Sarria. En la granja, seg¨²n explican fuentes del entorno de la mujer detenida, se llevaba a cabo todo el proceso de la cr¨ªa de cerdos, "desde la inseminaci¨®n de las madres hasta el matadero".

La empresaria, que dispone de varias explotaciones porcinas adem¨¢s de la de Sarria, las otras en el municipio lucense de Carballedo, se puso en contacto telef¨®nico con Hincapi¨¦, de 44 a?os. ¡°El hab¨ªa estado hace a?os aqu¨ª, trabajando en Espa?a; conoci¨® gente que conservaba su n¨²mero de tel¨¦fono¡±, puntualiza el letrado. La ahora investigada ¡°se ve que tuvo conocimiento de que ¨¦l quer¨ªa regresar para trabajar y regularizar su situaci¨®n y entonces, a trav¨¦s de enga?os, se puso en contacto con ¨¦l proponi¨¦ndole un sueldo de 1.000 euros¡±. Adem¨¢s le dijo ¡°que iba a tener muy buenas condiciones, un buen trabajo, con posibilidades de mejorar econ¨®micamente, y que le iba a conseguir el permiso de residencia; lo que era imposible porque incumpl¨ªa los requisitos¡±, resume Velle. Su cliente la crey¨® ¡°y se vino para ac¨¢¡± con otros dos compatriotas. Todos provienen del departamento de Risaralda, en concreto de la capital, Pereira; de la ciudad de Santa Rosa de Cabal; y de Chinchin¨¢.

Seg¨²n Velle su cliente est¨¢ "fastidiado", porque "no pensaba que iba a estar en un situaci¨®n tan complicada¡±. ¡°Ahora se siente un poco animado porque ha salido de esto y se ve con el apoyo de las herramientas que tiene el estado de derecho¡±, comenta.