La fiscal¨ªa afirma que el ataque a los guardias de Alsasua fue ¡°xenofobia y fascismo en estado puro¡±

El fiscal de la Audiencia Nacional Jos¨¦ Perals ha calificado este jueves la supuesta agresi¨®n multitudinaria a dos guardias civiles y a sus parejas en el bar Koxka de Alsasua (Navarra), el 15 de octubre de 2016, como un acto de ¡°xenofobia, racismo y fascismo en estado puro¡± que recuerda a ¡°lo peor de la naturaleza humana¡± y a ¡°las peores atrocidades en el siglo pasado¡±. Perals, en su alegato final en el juicio, ha solicitado al tribunal que condene a los ocho acusados a penas de entre 12 y 62 a?os de c¨¢rcel por delitos de lesiones y amenazas con car¨¢cter terrorista. El fiscal considera que, tras las declaraciones de acusados, testigos y peritos, hay ¡°prueba suficiente¡± de que el ataque no fue ni una ¡°trifulca¡± ni una ¡°pelea de bar¡±, como sostienen las defensas, sino que se trat¨® de ¡°una acci¨®n organizada, planificada y premeditada¡± cuyo fin era expulsar a la Guardia Civil del pueblo e ¡°infundir terror¡± en quienes no piensan como ellos.

Durante dos horas, Perals ha manifestado que en ¡°determinados territorios¡± del Pa¨ªs Vasco y Navarra ¡°a¨²n persiste una herencia de terror¡± que no se ha disipado tras el fin de la actividad armada declarada por ETA en octubre de 2011. El fiscal, citando una bater¨ªa de sentencias del Tribunal Supremo, ha expuesto que la banda terrorista no era una mera organizaci¨®n de pistoleros, sino un ¡°entramado complej¨ªsimo¡±, con un frente armado, otro institucional y otro de masas. En este ¨²ltimo frente de movilizaci¨®n popular ha ubicado Perals al movimiento Alde Hemendik (?fuera de aqu¨ª!) y su ep¨ªgono Ospa! (?Largo!), que buscan la expulsi¨®n de Euskadi y Navarra de las fuerzas de seguridad estatales, y al que est¨¢n vinculados varios de los acusados.

Los supuestos agresores, sostuvo Perals, actuaron aquella madrugada como ¡°supremacistas abertzales¡± que pretenden ¡°hacer valer su ley¡± e imponer ¡°qui¨¦n entra y qui¨¦n no¡± en Alsasua. Estas organizaciones, fagocitadas en su d¨ªa por ETA y que tras el fin de actividad de la banda han adoptado una apariencia de reivindicaci¨®n festiva, han impuesto en los pueblos lo que el fiscal ha calificado como el ¡°miedo de la Patria¡±, que impide expresarse y vivir con libertad a quienes no est¨¢n de acuerdo con su ¡°pensamiento ¨²nico y excluyente¡±.

Y no lo han hecho ellos solos. ¡°El miedo sigue existiendo con el apoyo de muchos pol¨ªticos mel¨ªfluos pero peligrosos (¡­) Hemos visto al alcalde del pueblo [Javier Ollo, de Geroa Bai] visitar a las familias de los acusados y no de las v¨ªctimas¡±, ha recordado. Perals, en un informe que en su parte inicial ha tenido una carga tan pol¨ªtica como jur¨ªdica, ha a?adido: ¡°No queremos que vengan en 20 a?os a pedir perd¨®n, entonces no valdr¨¢, se precisan hombres y mujeres de talla que est¨¦n con todas las personas que sufren¡±.

El fiscal ha sostenido que siete de los acusados participaron directamente en la ¡°agresi¨®n salvaje¡±, y que la octava ¨CAinara Urkijo¨C profiri¨® amenazas a los agentes y a sus parejas tras el ataque, en el que un teniente acab¨® con la tibia y el peron¨¦ rotos, y un sargento con diversas magulladuras. Seg¨²n el fiscal, los supuestos agresores se vieron ¡°impulsados, guiados y dinamizados¡± por Jokin Unamuno y Adur Ram¨ªrez de Alda, cabecillas del movimiento Ospa! en Alsasua. ¡°No fue fortuito, se avisaron y concertaron por tel¨¦fono o boca a boca (¡­) fue un ataque premeditado y planeado, para demostrar que quienes mandan son ellos y para dar un mensaje a su pueblo¡±, ha sostenido el fiscal.

El fiscal ha recordado al tribunal que los ocho acusados han sido reconocidos individualmente tanto mediante fotograf¨ªas como en ruedas de reconocimiento por al menos tres de las v¨ªctimas, excepto en el caso de I?aki Abad, que solo fue identificado por Mar¨ªa Jos¨¦, la novia del teniente, y que tras el ataque se ha ido de Alsasua, municipio del que es vecina desde los tres a?os. La agresi¨®n, ha manifestado Perals, revisti¨® una ¡°violencia potencialmente peligrosa para la vida¡±, ya que tres de los agredidos manifestaron temer por su vida y la cuarta, Mar¨ªa Jos¨¦, temi¨® por su integridad y por la vida del teniente.

Respecto al v¨ªdeo aportado al tribunal al inicio del juicio por la defensa de I?aki Abad, en el que tras la agresi¨®n se observa al sargento encar¨¢ndose con varios j¨®venes de Alsasua cuando ya estaban all¨ª los agentes de la Polic¨ªa Foral y de la Guardia Civil, y que las defensas consideran que es una prueba de que el supuesto ataque fue un trifulca, Perals ha pedido al tribunal que lo valore ¡°con precauci¨®n¡±.

¡°No digo que se haya manipulado, salta a la vista la blancura de la camisa del sargento [los polic¨ªas forales manifestaron que la camisa presentaba huellas de patadas], pero es chocante. No es l¨®gico que ese v¨ªdeo no se haya aportado hasta un a?o despu¨¦s, y si en Justicia hemos podido pixelar las caras, no sabemos lo que alguien un poco preparado puede hacer¡±, ha dicho Perals. El fiscal ha resaltado que nadie m¨¢s haya aportado grabaciones de lo ocurrido y que los tel¨¦fonos de los acusados bien hayan sido destruidos o bien borradas su memorias antes de ser detenidos.

El fiscal ha vinculado la decisi¨®n de ETA de acelerar su autodisoluci¨®n, que se escenificar¨¢ el pr¨®ximo 4 de mayo en Francia con la celebraci¨®n de este juicio. ¡°Las casualidad no existen, pero eso no quiere decir que los actos de Alsasua sean legales¡±, ha dicho Perals, que sostiene que el ¡°frente de masas¡± orquestado por la banda ¡°sigue manteniendo su actividad¡± tras el cese definitivo de actividad de octubre de 2011. ¡°No podemos tras este juicio declarar la disoluci¨®n del entramado del Movimiento Nacional de Liberaci¨®n Vasco (MLNV) por los tribunales antes de que lo hagan los propios entramados, que siguen ah¨ª¡±, ha solicitado el acusador p¨²blico.

Tras el alegato del fiscal, la magistrada Concepci¨®n Espejel, que preside el tribunal, ha ordenado un receso. En ese momento, Jokin Unamuno, que sigue en prisi¨®n, ha saludado a sus allegados llev¨¢ndose el dedo ¨ªndice a la sien derecha, y rot¨¢ndolo sobre ella, como diciendo que la tesis del fiscal es una locura.