Los dos fontaneros que han inventado un sistema que ahorra el 40% del agua que consume un hogar

Francisco Pelegero y Rafael Rodrigo vislumbraron hace 15 a?os lo que describen como un invento de gran calado al ver c¨®mo el agua ca¨ªa del grifo y se perd¨ªa por el desag¨¹e esperando a que saliera caliente. Una escena a la que estaban m¨¢s expuestos que la media por su oficio de fontaneros. Aquella idea se concret¨® en febrero con la salida al mercado de Smartwater, un aparato que seg¨²n afirman ellos y atestigua un informe t¨¦cnico firmado por un catedr¨¢tico de la Universidad Polit¨¦cnica de Valencia, Jes¨²s Alba Fern¨¢ndez, permite ahorrar hasta el 40% del agua que se consume en un hogar espa?ol. Traducido a dinero, cerca de 500 euros al a?o.

"Lo que hace el sistema es cambiar el gesto de abrir el grifo por el de apretar un bot¨®n, que conecta el equipo y hace una lectura de la temperatura del agua. Cuando ya est¨¢ caliente, un aviso lum¨ªnico y un pitido te avisan de que puedes abrir el grifo. Y el agua que hubieras perdido mientras esperabas a que alcanzara la temperatura deseada es desviada a un dep¨®sito", explica Rodrigo.

No hace falta obra y el aparato cabe debajo de cualquier pila. Una vivienda est¨¢ndar requiere un dep¨®sito de 24 litros, y un hotel mediano, de 150. No es necesario que tengan m¨¢s capacidad, se?ala el fontanero, porque para suministrar agua fr¨ªa a cualquier punto de la casa o del establecimiento, el sistema recurre primero a la reserva del dep¨®sito.

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Los fontaneros han vendido en unas semanas un centenar de unidades del aparato, patentado en Europa, Estados Unidos y otros pa¨ªses americanos. En Espa?a, el equipo completo para un hogar com¨²n cuesta 754 euros, y la instalaci¨®n, entre 50 y 150.

Pelegero (de 44 a?os, nacido en X¨¤tiva) y Rodrigo (41, Anna) tienen estudios de Formaci¨®n Profesional. El primero es t¨¦cnico superior en mantenimiento industrial. El segundo, especialista en agricultura ecol¨®gica e hidrolog¨ªa. Bas¨¢ndose sobre todo en sus conocimientos pr¨¢cticos, crearon hace unos a?os su primer prototipo. "Cuando lo terminamos vimos que ten¨ªa un problema de tama?o. El aparato que hab¨ªamos creado con nuestros medios y usando piezas comerciales era muy grande, as¨ª que pedimos ayuda a una empresa de ingenier¨ªa, que redujo las dimensiones a una cuarta parte", dice Rodrigo.

Smartwater mide ahora 17 por 12 por 7,5 cent¨ªmetros. Y utiliza poca energ¨ªa: cuatro pilas doble A ¡ªun modelo com¨²n en dispositivos electr¨®nicos¡ª que duran unos dos a?os.

Las expectativas de los fontaneros son ambiciosas, pero su realidad es de momento sencilla. Rodrigo asegura que est¨¢n negociando con una cadena internacional de hoteles y con una importante empresa espa?ola de clubes deportivos, han instalado su producto a modo de prueba en 50 viviendas de California y mantienen conversaciones con firmas interesadas en M¨¦xico y Chile.

Al mismo tiempo, su presupuesto inicial de 500.000 euros solo les ha permitido hasta ahora una peque?a cadena de montaje en una parte de la nave industrial que un tercer socio tiene en Canals (Valencia), la producci¨®n se realiza "con arreglo a demanda", y la empresa, una cooperativa, tiene de momento seis empleados, incluidos los tres propietarios. Pelegero y Rodrigo compaginan su nuevo proyecto con los trabajos de fontaner¨ªa que han hecho siempre.

Su dispositivo, que a diferencia de otras patentes que tambi¨¦n tratan de evitar el desperdicio de agua esperando a que salga caliente no requiere una bomba recirculadora, lo que ahorra energ¨ªa, tiene potencial, cree Rodrigo, en mercados como los del centro y el norte de Europa, pa¨ªses fr¨ªos y preocupados por el medioambiente.

"Pero de momento es un problema log¨ªstico y de inversi¨®n. Nuestra idea era empezar en Espa?a y una vez que hubi¨¦ramos arrancado reinvertir los beneficios en promoci¨®n y en expandirnos a otros pa¨ªses. Lo que pasa es que hemos empezado despertando casi m¨¢s inter¨¦s fuera de nuestras fronteras. Estamos viendo c¨®mo lo digerimos y a la vez vamos m¨¢s lentos de lo que nos gustar¨ªa. Como yo siempre digo, en Espa?a las cosas se pueden hacer de dos formas, con dinero o con paciencia, y nosotros somos gente humilde".