El Gobierno conf¨ªa en que el nuevo ¡®president¡¯ cumpla la ley

M¨¢xima preocupaci¨®n en el Gobierno al escuchar este s¨¢bado el discurso de investidura, fallida en esa primera votaci¨®n, del candidato Quim Torra. Su alejamiento del marco auton¨®mico y la defensa de un proyecto que conduzca a la rep¨²blica catalana motiv¨® la cr¨ªtica y un aviso de Moncloa. El Ejecutivo se prepara para ¡°reparar¡± la vulneraci¨®n del orden constitucional ante un discurso ¡°frentista¡± que ignora a la mitad de los catalanes. Aun as¨ª, Rajoy aguarda ¡±a los hechos¡± antes dar por seguro que el nuevo Gobierno catal¨¢n incumplir¨¢ la ley.

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La oposici¨®n cree que el discurso relega a la mitad de la poblaci¨®n

El discurso del candidato a la presidencia de la Generalitat, Quim Torra, aunque era previsible para el Gobierno, ocasion¨® desasosiego y m¨¢xima preocupaci¨®n. No esperaban que fuera a abrazar la Constituci¨®n y abjurar del proceso secesionista, pero la reiteraci¨®n expresa del candidato contra la v¨ªa autonomista y el comienzo del camino hacia la rep¨²blica catalana indujo a pensar en la extrema dificultad de que Catalu?a se acerque a corto plazo a un m¨ªnimo de normalidad. Con la sesi¨®n del s¨¢bado, el Gobierno se sinti¨® obligado de inmediato a mostrar firmeza aunque el propio presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, sigui¨® su propio camino: ¡°Hay que esperar a los hechos, y no solo a las palabras. Si hay ilegalidades, el Gobierno actuar¨¢ de inmediato¡±, asegur¨® nada m¨¢s producirse el discurso del candidato independentista

¡°Lo que hemos visto y hemos escuchado no nos gusta. No es representativo de lo que es Catalu?a, pero vamos a juzgarle por sus hechos, si es elegido¡±. Estas fueron las palabras de Mariano Rajoy en la gaditana ciudad de Jerez de la Frontera, en la que dio su parecer sobre los planteamientos pol¨ªticos del aspirante a presidir la Generalitat, informa, Jes¨²s A. Ca?as.

El resquicio que Rajoy deja a la posibilidad de que el Govern, que previsiblemente se forme la pr¨®xima semana, no incumpla la ley no es impostado sino que realmente lo cree posible. La respuesta del Estado a las ilegalidades cometidas por el Gobierno de Carles Puigdemont y la Mesa del Parlament induce a pensar que no volver¨¢n a desafiar al Estado con la presentaci¨®n de leyes concretas de desconexi¨®n.

Estas previsiones est¨¢n por verificar, pero lo concreto fue el discurso rupturista de Torra al que el Gobierno se vio en la necesidad de responder de manera inmediata. ¡°Ante las palabras del candidato y en defensa de la legalidad de Catalu?a y de los derechos de todos los catalanes y del conjunto de los espa?oles, este Gobierno estar¨¢ muy vigilante de los actos del candidato y de su posible Gobierno. Cualquier ilegalidad ser¨¢ reparada y cualquier vulneraci¨®n de nuestro marco constitucional ser¨¢ respondida¡±, difundi¨® en un comunicado oficial.

Para el Ejecutivo fue ¡°un discurso frentista, un discurso de pasado y un discurso alejado de lo que la inmensa mayor¨ªa de catalanes, moderados y constructivos, quieren para el momento presente y para la Catalu?a del futuro¡±. Da por supuesto que el aspirante a presidir la Generalitat, ¡°no se ha presentado como el presidente que merecen y que necesitan los catalanes. Ha renunciado a gobernar para todos ellos y a conectar con lo que la sociedad demanda en el momento actual¡±.

Esta visi¨®n gubernamental conecta con los discursos que ayer se escucharon en el Parlamento de Catalu?a de los representantes constitucionalistas. ¡°La sociedad catalana merece recuperar la normalidad y el sosiego, y superar la fractura social en la que ahondan las palabras del candidato. Se instala de nuevo en un discurso sectario y divisorio, renunciando a gobernar para el conjunto de los catalanes y alentando las tensiones que tanto da?o han hecho a Catalu?a, a su cohesi¨®n social y a su desarrollo econ¨®mico¡±.

Unidad de Espa?a

La figura de Carles Puigdemont en la tutela del aspirante a presidente es otra de las l¨ªneas de reproche del Gobierno. ¡°Frente a los valores y m¨¦todos de nuestra democracia, su candidatura y sus palabras son la constataci¨®n de una suerte de cesarismo, impropio del siglo XXI, que supedita al inter¨¦s personal de un individuo al inter¨¦s general de todos los ciudadanos. Porque es autocr¨¢tico y excluyente quien relega el bien com¨²n a sus necesidades pol¨ªticas y a sus urgencias personales¡±, rese?a el Gobierno central.

Si es elegido, finalmente, a la espera de la decisi¨®n de la CUP, el Gobierno central mantendr¨¢ su llamada para empezar el di¨¢logo sobre demandas concretas de Catalu?a. Esa llamada choca desde ayer con el discurso de Torra a pesar de que se mostr¨® dispuesto a hablar con Mariano Rajoy. Este trat¨® de tranquilizar el ambiente ayer al reiterar su defensa a ultranza de la ¡°la unidad de Espa?a y la igualdad de los espa?oles¡±.