Nadie quiere elecciones
A pesar de la crisis pol¨ªtica, el PNV y Ciudadanos van a dar dos a?os m¨¢s a Rajoy. Los populares conf¨ªan en tener margen para recuperarse
No es f¨¢cil seguir la l¨®gica de la pol¨ªtica espa?ola. A primera vista, Rajoy est¨¢ al borde del abismo. El PP se desploma en las encuestas, sus dirigentes regionales est¨¢n aterrorizados, Ciudadanos devora su espacio y la crisis catalana profundiza la mala valoraci¨®n del presidente. Pero la realidad es otra. Rajoy est¨¢ a punto de aprobar unos Presupuestos que le garantizan dos a?os m¨¢s de mandato, hasta las elecciones de 2020. El presidente aguantar¨¢, aunque de modo ag¨®nico, porque el bloqueo parlamentario impide cualquier reforma de calado. Y lo har¨¢ gracias al PNV, muy alejado de sus posiciones, y Ciudadanos, su gran rival. Mientras, PSOE y Podemos tampoco parecen interesados ahora en forzar la m¨¢quina para intentar que caiga Rajoy. ?Por qu¨¦?
El PNV marca la pauta. No les gusta el PP, pero salvar¨¢n la legislatura a cambio de una subida de pensiones para toda Espa?a y el desbloqueo de la situaci¨®n catalana. ¡°En el PNV siempre hemos tenido un olfato especial para saber lo que quiere la gente en Euskadi¡±, explica un miembro de la direcci¨®n de la formaci¨®n vasca. ¡°Acabamos de dejar atr¨¢s 50 a?os de horror de ETA. Las cosas van bien, la econom¨ªa marcha. La gente quiere vivir en el aburrimiento de la normalidad, como los europeos. Nos horroriza lo que estamos viendo en Madrid, con esas guerras cainitas, y en Catalu?a, aunque tengamos nuestras simpat¨ªas con los nacionalistas catalanes. Nadie quiere ir por ah¨ª¡±, insiste. ¡°Y adem¨¢s tenemos el riesgo de que si vamos a elecciones puede ganar Ciudadanos. Si la alternativa fuera el PSOE, con el que tenemos buena relaci¨®n desde antes de la guerra, tendr¨ªa sentido, pero estos que hablan de cuponazo [por el cupo vasco] dan mucho miedo¡±, remata.
La econom¨ªa explica buena parte de la decisi¨®n pol¨ªtica. El Pa¨ªs Vasco crecer¨¢ m¨¢s que el conjunto de Espa?a este a?o. La tasa de paro est¨¢ a punto de bajar del 10%, una cifra impensable en otras zonas de Espa?a. El PNV, mientras, sube en las encuestas. ?Por qu¨¦ arriesgar con elecciones?
Sara de la Rica, catedr¨¢tica en an¨¢lisis econ¨®mico de la UPV, apuntala este optimismo que explica las decisiones pol¨ªticas: ¡°Hay muy buenas perspectivas. El Pa¨ªs Vasco tard¨® m¨¢s en entrar en la crisis y m¨¢s en salir que otras comunidades, pero ahora va a superar al resto. No tuvimos tanta burbuja inmobiliaria, tenemos una industria muy competitiva que se est¨¢ recuperando y el 55% de los trabajadores con estudios universitarios. Hay m¨¢s mano de obra cualificada y los salarios son m¨¢s altos, aunque tambi¨¦n es m¨¢s caro. Las listas de espera son menores, las administraciones est¨¢n menos endeudadas. Tenemos retos para el futuro, con una poblaci¨®n muy envejecida, pero los j¨®venes preparados saben que tendr¨¢n empleo. Vamos mejor¡±.
Hasta en el PP vasco, en privado, reconocen que las cosas van bien con ??igo Urkullu y su estilo moderado. ¡°Es el suegro que todas las se?oras vascas querr¨ªan. Incluso las del PP¡±, bromea un dirigente. No faltan otros, m¨¢s conservadores, que est¨¢n muy molestos con Rajoy porque consideran que ha entregado su estrategia en Catalu?a al PNV y le ha dejado un nuevo flanco abierto a Ciudadanos.
Un detalle de la semana pasada ha llamado la atenci¨®n a todos. En una discusi¨®n en el Congreso entre la mano derecha de Albert Rivera, Jos¨¦ Manuel Villegas, y el hombre fuerte del PP, Fernando Mart¨ªnez Ma¨ªllo, este le dijo que no entend¨ªa la posici¨®n tan dura de Ciudadanos justo cuando ¡°esto [lo de Catalu?a] est¨¢ a punto de acabar¡±, porque se iba a formar Gobierno. La llegada de Quim Torra ha destruido ese optimismo. ¡°?C¨®mo pueden estar tan mal informados? Parece que sabe m¨¢s Ciudadanos que el CNI y el Gobierno. Rivera ya sab¨ªa que esto se iba a poner as¨ª, nos trituran con esta situaci¨®n en Catalu?a¡± se preocupa un veterano del PP. ¡°?Qu¨¦ esperaban? ?C¨®mo pueden enga?arles tantas veces?¡±, remata un dirigente de Ciudadanos. La direcci¨®n del PP cree sin embargo que Rivera ha forzado la m¨¢quina demasiado y quedar¨¢ aislado. La nueva alianza PP-PSOE en este asunto le deja descolocado, aseguran. ¡°Tiene demasiada prisa¡±, dicen de ¨¦l veteranos pol¨ªticos.
Sin embargo, la decisi¨®n estrat¨¦gica m¨¢s importante de Rivera consiste en esperar. Ha optado por no forzar un adelanto electoral, a¨²n a riesgo de que el PP se recupere. Sobre todo con la idea, coinciden dirigentes de todos los partidos, de reforzarse en las municipales de 2019 y desde ah¨ª dar el salto a las generales de 2020. ¡°En alg¨²n momento valoramos la decisi¨®n de intentar forzar unas elecciones anticipadas y lo descartamos. El consenso interno es claro. Nuestros votantes no lo entender¨ªan. No podemos desestabilizar. Vamos a tratar de capitalizar las ganas de cambio, la gente quiere dejar atr¨¢s esta etapa y sustituir a los viejos partidos. Que se hundan solos el PP y el PSOE¡±, resume un miembro de la c¨²pula de Ciudadanos.
Rivera, que est¨¢ ampliando su agenda internacional para reforzar su imagen de presidenciable, est¨¢ seguro de que el tiempo juega a su favor. Adem¨¢s cree que se est¨¢ analizando su decisi¨®n de apoyar los Presupuestos con una mirada antigua. ¡°Hablar de que le hemos dado dos a?os al Gobierno cuando cada mes hay un nuevo esc¨¢ndalo y todo es inestable es mirar las cosas con la lupa cl¨¢sica. El Gobierno no para de hundirse. Apoyar un Presupuesto no es garantizar que se acaba la legislatura. Puede pasar de todo¡±, rematan en su entorno.
Sin posibilidades de grandes acuerdos
Nadie se mueve para tumbar a Rajoy, pero tampoco hay posibilidad de grandes acuerdos, con lo que la legislatura queda muerta. En el Congreso, recuerdan fuentes parlamentarias, pr¨¢cticamente solo se aprueban trasposiciones de directivas europeas que son urgentes porque hay amenaza de multa. En 2017 solo salieron adelante 13 leyes, uno de los n¨²meros m¨¢s bajos de la democracia. El PP, con apoyo de Ciudadanos, ha vetado 58 iniciativas de la oposici¨®n. Debates clave como la reforma de las pensiones, del mercado laboral, de la financiaci¨®n auton¨®mica o de la Constituci¨®n est¨¢n bloqueados. No hay mayor¨ªas, ni en un lado ni en otro, para abordar cambios de fondo.
La pol¨ªtica vive as¨ª un momento particular en el que todos prefieren esperar a ver si se hunde el rival. Porque en el PSOE tambi¨¦n est¨¢n convencidos de que el tiempo ser¨¢ ¨²til para ellos. ¡°Nosotros ya vimos a Iglesias cuando las encuestas le daban favorito y empez¨® a equivocarse. Con Rivera pasar¨¢ lo mismo. Es inevitable¡±, lanza un dirigente socialista. Dirigentes del PSOE y del PP siguen con inter¨¦s el acercamiento de Rajoy y S¨¢nchez, mientras Rivera parece muy tranquilo. ¡°Nos viene muy bien, se unen los viejos partidos¡±, le dice a su gente.?Podemos era tal vez el menos interesado en esperar, pero ya fracas¨® con su moci¨®n de censura y ahora ha asumido que no es posible tumbar a Rajoy de momento, por lo que prefiere recomponer las filas despu¨¦s de una fuerte tensi¨®n interna y buscar un buen resultado en las auton¨®micas y municipales. ¡°Este ambiente de par¨®n, de ci¨¦naga, no le va mal al PP. La estrategia de Rajoy es que la gente se aburra. Nosotros necesitamos entusiasmo y movilizaci¨®n¡±, se inquieta un miembro de la direcci¨®n de Podemos.
Los populares tambi¨¦n est¨¢n convencidos de que el tiempo les favorece. ¡°Peor no podemos estar. Lo hemos pasado tan mal que es imposible. La corrupci¨®n nos ha destrozado. Con los Presupuestos podemos respirar un poco. Ciudadanos se quiere consolidar en las municipales y auton¨®micas, no nos quiere tumbar ahora. Quiere asarnos a fuego lento¡±, sentencia un miembro de la c¨²pula.?En el entorno de Rajoy lo tienen claro: lo urgente es esperar. ¡°El PP est¨¢ atrapado en un inmenso cabreo de sus votantes. Pero cuando se acerquen las elecciones el eje se pondr¨¢ en el orden y la seguridad econ¨®mica que ofrece el presidente. Ah¨ª se jugar¨¢ todo¡±, se?ala uno de sus fieles. La pol¨ªtica espa?ola ha inventado as¨ª una nueva f¨®rmula, la inestabilidad estable, que augura meses intensos en los que todo se mueve menos lo m¨¢s importante: el inquilino de La Moncloa. Salvo imprevistos.
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